Pese a que no obtuvieron la inscripción gremial, los delegados firmaron un acta en la cual el Ministerio y la empresa se comprometen a «facilitar su participación en las negociaciones para obtener mejores condiciones de trabajo».

La empresa se comprometió también a garantizar la estabilidad laboral de los delegados y ex delegados que forman parte de este grupo, y del lado de los trabajadores hay una intención de no hacer un nuevo paro al menos por un año, según indicaron fuentes del Ministerio de Trabajo.

Las mismas fuentes señalaron que «se firmó el acta-acuerdo entre el Ministerio, Metrovías y los delegados sin participación de la UTA».

Del lado de los delegados de base, Eduardo Landaburu le dijo a Clarín que el acuerdo significó un «paso muy importante» porque les «permitirá tener un reconocimiento para participar en negociaciones clave como las paritarias». «Al fin la empresa nos reconoce y es muy importante, aunque la lucha sigue», advirtió Landaburu.

Este tema fue seguido de cerca por la CGT y el Gobierno. La central obrera temió el efecto que podía generar que se le otorgue una inscripción gremial a una asociación que mantiene un enfrentamiento abierto con la UTA. Para el Gobierno, despejar temporalmente un paro de subte y un conflicto gremial abierto fue central.