Ene 02, 2025 Izquierda Socialista

Escribe Unidad internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
Declaración conjunta de LIT-CI, UIT-CI, CCRI, 2 de enero de 2025
1. La Revolución Siria que comenzó con el levantamiento popular de marzo de 2011, con avances y retrocesos en estos treces años, derivó el 8 de diciembre de 2024 en la caída de una dictadura de 54 años. Se trata de un acontecimiento histórico, tanto para el propio país, el pueblo sirio como para Oriente Medio y el mundo. Liberó a las masas populares del yugo de la tiranía de Assad y aplastó una de las dictaduras más duraderas y brutales del mundo. Destruyó un pilar del orden imperialista en Medio Oriente que era un títere del imperialismo ruso (Putin fue uno de sus apoyos más importante) así como del régimen burgués-represivo iraní y que aseguraba que Israel no tuviera que preocuparse por su frontera nororiental. Inspira a las masas de la región y hace temblar a los dictadores que temen un resurgimiento de la Revolución Árabe. ¡La caída revolucionaria de Al Assad – independientemente de su carácter democrático inconcluso – es una victoria para las y los trabajadores y oprimidos en todo el mundo!
2. Si bien hemos apoyado, desde el 2011, la lucha de liberación contra el régimen de Assad, nunca nos hicimos ilusiones ni dimos apoyo político a las direcciones del movimiento por su caída. Ahora compartimos el júbilo de las masas por la caída de la dictadura, pero no despertamos confianza ni damos apoyo político al nuevo gobierno que encabeza Al Golani. Reconocemos que el HTS de Al-Golani y otras facciones son fuerzas nacionalistas e islamistas proburguesas. El derrocamiento ha abierto un proceso revolucionario en el país en el que las masas intentan espontáneamente organizarse y castigar a los asesinos y torturadores del antiguo régimen. Sin embargo, los nuevos gobernantes de Damasco se oponen a una profundización de ese proceso revolucionario y quieren construir un régimen burgués que sea aceptado en la mesa de las potencias imperialistas y regionales. Para ello, Al-Golani intenta pacificar el proceso revolucionario y desarmar y desmovilizar a las masas.
3. Denunciamos a los partidos “socialistas”, “comunistas” y bolivarianos que apoyaron la dictadura de Assad como una supuesta “fuerza antiimperialista”, y que ahora lamentan su caída. Difundieron calumnias contra la caída de Al Assad, afirmando ridículamente que habría sido una conspiración de Estados Unidos e Israel. Estos amigos del imperialismo ruso y sus aliados “olvidan” que el régimen de Assad nunca disparó un solo tiro contra el estado sionista de Israel durante más de medio siglo. Y si Israel hubiera orquestado la caída del régimen, ¿por qué el ministro de Asuntos Exteriores de Israel denuncia a los nuevos gobernantes de Damasco como una “banda terrorista”? Y si los sionistas darían la bienvenida al nuevo gobierno, ¿por qué su fuerza aérea lanza cientos de ataques contra objetivos civiles y militares en Siria para desarmar a las fuerzas revolucionarias? De hecho, el Estado israelí de apartheid claramente habría favorecido la existencia continuada del régimen de Assad. No es ningún secreto que mantenía estrechos vínculos con el aparato de inteligencia de Assad, como lo habían informado recientemente varios medios de comunicación como Middle East Eye e incluso el reaccionario sionista Israel Hayom. Siempre será una vergüenza para el estalinismo que los dos partidos “comunistas” sirios fueran parte del régimen de Assad hasta el amargo final y apoyaran su guerra contrarrevolucionaria contra el pueblo sirio desde 2011.