La hora del sindicalismo combativo
Escribe: Atilio Salusso
Ante las continuas traiciones de la CGT se está gestando un nuevo sindicalismo combativo, democrático y de lucha. 
Es el que se está forjando entre los trabajadores de subterráneos, los ferroviarios de TBA, los trabajadores de Kraft-Terrabusi y muchos cuerpos de delegados y comisiones internas, donde tiene peso la izquierda, pero entre los trabajadores hay compañeros peronistas, independientes o de otras ideologías.
El nuevo sindicalismo se apoya en las asambleas, el mejor burocraticida. En muchos casos desborda a la burocracia sindical e imponen paros y medidas de lucha. En otros, directamente se pasa por arriba a las conducciones traidoras, como los trabajadores autoconvocados de la salud de Tucumán. O se gesta una fuerte oposición, como en el actual conflicto de los docentes en Córdoba o en algunas seccionales de SUTEBA. Los trabajadores del subte reclaman su sindicato propio. Y los ferroviarios encabezados por Sobrero van a ser llevados a juicio por parar para que le oficialicen la lista Bordó contra Pedraza.
Para seguir defendiendo al sindicalismo combativo es necesario redoblar el grito de ¡Abajo la burocracia sindical! Postulando y eligiendo nuevos dirigentes, sin distinción entre efectivos y contratados.
A su vez, todo dirigente sindical tiene que ganar el mismo salario que tenía en su trabajo. Y su mandato debe durar dos años, luego del cual debe volver a trabajar a la fábrica u oficina, mandato que además debe ser revocable.
Sostenemos que la cuota sindical no debe ser descontada por planilla, porque así, aunque traicionen, éstos dirigentes cobran igual. ¿Qué pasaría si Cavalieri, Moyano, Lescano o Daer tuvieran que ir a cobrar la cuota a los lugares de trabajo después de sus agachadas? ¿Quién le pagaría? ¿Cuánto durarían?
La base del nuevo sindicalismo es la plena democracia sindical, para que todo se resuelva en asamblea, sobre qué reclamar y con qué medidas de lucha. Obligando a los dirigentes que no firmen nada a espalda de los trabajadores. Que los paritarios se elijan en la base y que todo dirigente que traicione los mandatos pueda ser destituido. Terminando con las listas únicas de los Pedraza y Zanola, impulsando listas amplias y unitarias para barrer a los burócratas de turno.
Hoy ese nuevo sindicalismo tiene un gran desafío: dar forma a una Coordinadora de Lucha para empujar los conflictos, defender y apoyar al sindicalismo combativo y generar un polo sindical de referencia ante las traiciones de la burocracia sindical. Los medios dan cuenta de la importancia que tendría ese paso. “La última reunión del Consejo de la CGT evaluó con alarma la decisión de delegados de izquierda de todo el país de reunirse en asamblea para articular un espacio intersindical que les cuestiona su representación”, (Clarín, 12-11). Llamamos a los compañeros del subte, Kraft, junto a los ferroviarios del Sarmiento y demás conducciones opositoras y combativas a conformarla. Una necesidad para que los luchadores den un paso y fortalezcan su accionar. Porque el nuevo sindicalismo está en marcha y crece.
El Socialista 18/11/09