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Obama: ¿una nueva política?

Obama: ¿una nueva política?

Crisis capitalista y rebelión de los pueblos

soldado yanquiLa entrega del premio Nobel de la Paz a Barack Obama mostró las contradicciones de la política imperialista. Por un lado, el presidente yanqui trata de presentarse como “pacifista”, y por el otro, en el discurso habló de la “necesidad” de la guerra con Afganistán.

Escribe: Miguel Lamas

La “nueva” política de Obama no significa que el imperialismo haya dejado de existir o que tiene “dos caras”, como dijo Chávez: una “buena” con Obama, y otra “mala” con la derecha republicana. Las dos son malas.

Obama intenta una política distinta a Bush, un “lavado de cara” del imperialismo, pero para seguir saqueando y explotando al mundo e intentar superar la triple crisis -económica, política y militar- del imperialismo. Esta política consiste en privilegiar la negociación, buscando imponer sus dictados económicos mediante acuerdos con gobiernos y dirigentes burgueses o burócratas sindicales y políticos de las organizaciones obreras, populares y campesinas. Aprovecha así la falta de una dirección revolucionaria con peso de masas, para intentar frenar o desviar la rebelión de los pueblos y hacer pasar su política con la mediación de dirigentes aparentemente “progresistas” como Lula de Brasil, e incluso con acuerdos con Chávez, Evo o Correa con los que Bush había tenido enfrentamientos. Estos presidentes, se unen al coro de gobiernos y dirigentes, entre ellos también Fidel Castro, que elogian a Obama, contribuyendo así al lavado de cara del imperialismo.

Pero Obama no abandona la acción o amenaza militar. En América Latina restaura la Cuarta Flota, establece las 7 bases militares en Colombia y da un apoyo más o menos encubierto a los golpistas hondureños. Envía más tropas a Afganistán y mantiene el apoyo a los genocidas israelíes.

En lo económico impulsa gigantescos planes de salvataje de los bancos y multinacionales y reafirma el poder del FMI y del Banco Mundial para descargar la crisis mundial sobre los trabajadores y los países sometidos, ocasionando un número record de nuevos desocupados, miseria y hambre a nivel mundial.

Las llamas de la rebelión

Pese a la enorme limitación que significa la falta de una dirección revolucionaria y el engaño que hay detrás de la política de Obama, la rebelión de las masas en el mundo contra las políticas imperialistas y burguesas se sigue desarrollando. Desde el heroico pueblo palestino que obligó en los primeros días del año al retiro del ejército genocida israelí de la Franja de Gaza, hasta el pueblo afgano que está derrotando militarmente al imperialismo. En Irak los yanquis se vieron obligados a negociar la retirada de tropas de sus bases fuera de las ciudades.

Hubo fuertes huelgas en todos los continentes, destacándose la huelga general por 6 semanas, que logró un triunfo, en las Antillas francesas. Y se comenzaron a recuperar métodos contundentes de lucha, como las ocupaciones de fábricas con rehenes en Francia o el heroico combate de la clase obrera coreana con la ocupación de la fábrica automotriz Ssangyong que por 77 días conmovió al país, con durísimos enfrentamientos armados con la policía. Hasta la súper explotada y oprimida clase obrera china dio una muestra de lo que puede llegar a hacer si se levanta: en la acería Tonghua Iron and Steel Group, provincia de Jilin, 30.000 obreros ajusticiaron al gerente que pretendía privatizar la planta y despedir a miles.

En Latinoamérica el golpe de Honduras significó un triunfo parcial para la política imperialista gracias a la capitulación del presidente depuesto Zelaya, que dejó en manos de Hillary Clinton y del Parlamento golpista la “solución”. Sin embargo la resistencia y alta abstención electoral hicieron que el gobierno de Lobo, electo por los golpistas, arranque con alta ilegitimidad.

Los trabajadores y pueblos enfrentaron a las políticas neoliberales en Perú, Chile, México, Colombia o Argentina. También hubo importantes luchas contra las políticas económicas de gobiernos como los de Chávez y Correa, que más allá de sus discursos, mantienen la economía dominada por bancos y multinacionales y descargan la crisis sobre sus pueblos. En Venezuela se dio, además, un paso adelante en la construcción de una nueva dirección clasista y revolucionaria, con el fortalecimiento de la corriente clasista C-CURA, encabezada por Orlando Chirino, expresado en las elecciones de la Federación petrolera donde logró casi el 30% de la votación enfrentando, entre otras, a una lista apoyada por Chavez.

¡Por la segunda y definitiva independencia latinoamericana!

En el bicentenario de la independencia latinoamericana de España, más que nunca está planteada la necesidad de expulsar al imperialismo, para conquistar la segunda y definitiva independencia. Esta independencia no se puede lograr con gobiernos totalmente sometidos como Lula, Kirchner, Uribe, Alan García o Bachelet. Tampoco alcanzan los discursos, ni las proclamas “socialistas” de Chávez, Evo y demás dirigentes del ALBA (Alianza Bolivariana de los Pueblos). Hacen falta medidas concretas: expulsión de todas las bases, aviones o barcos de guerra y militares yanquis; retirada de las tropas latinoamericanas de Haití, expropiación y expulsión de las multinacionales; nacionalización de la banca y el comercio exterior; reestatización de las privatizadas; no pago de la deuda externa y ruptura con el FMI y Banco Mundial. Solo con estas medidas se pueden dar los primeros pasos de una verdadera integración e independencia de nuestros pueblos que permitirá una economía al servicio de las mayorías populares.

El Socialista 16/12/09

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