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25 despidos en medio del Grupo Uno

25 despidos en medio del Grupo Uno

Frente al paro una respuesta: DESPIDOS

No despidos grupo unoCientos de telegramas llegaron hoy a trabajadores y trabajadoras del diario La Capital, intimándolos a que se reincorporen a sus tares y amenazando con despidos. Esta es la respuesta de la patronal del Grupo Uno frente al paro que integrantes del periódico están realizando desde el martes para exigir la reincorporación de 26 despedidos de las radios LT8 y LT3, también integrantes de la corporación encabezada por Daniel Vila y José Luis Manzano. Los trabajadores convocan a una asamblea esta noche para definir los pasos a seguir.

Cientos de telegramas llegaron hoy a trabajadores y trabajadoras del diario La Capital, intimándolos a que se reincorporen a sus tares y amenazando con despidos. Esta es la respuesta de la patronal del Grupo Uno frente al paro que integrantes del periódico están realizando desde el martes para exigir la reincorporación de 26 despedidos de las radios LT8 y LT3, también integrantes de la corporación encabezada por Daniel Vila y José Luis Manzano. Los trabajadores convocan a una asamblea esta noche para definir los pasos a seguir.

Si bien el conflicto entre el Grupo Vila Manzano y sus empleados es de larga data, la situación se profundizó el pasado martes cuando 26 trabajadores del multimedios recibieron telegramas de despido con su respectivo depósito de indemnizaciones.

Los 296 telegramas intimidando a los trabajadores del Diario La Capital para que se presenten a su lugar de trabajo, comenzaron a ser enviados hoy y se dan en el marco de un incumplimiento patronal de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo que rectifica los despidos.

El paro que los trabajadores iniciaron el martes, afectó la salida del periódico. Ayer salió una versión reducida producto del lapso en que los periodistas retomaron sus tareas tras el dictado de la conciliación obligatoria. La misma llegó sólo a algunos puestos de venta y con menos páginas de lo habitual. Hoy, la situación habría sido casi pintoresca en medio del conflicto: uno de los gerentes del «decano de la prensa argentina» habría salido a repartir en su portentosa camioneta negra ejemplares del periódico. Esto es parte de un hecho histórico: es la primera vez en 20 años que el periódico no se publica.

Solidaridad

Al paro de trabajadores de prensa se sumaron los gráficos rosarinos y también los encargados de la distribución. Además, los periodistas del diario Uno de Santa Fe se negaron a colaborar en la edición que quiso hacer la patronal para boicotear el paro. La misma se elaboró en el diario Uno de Paraná, pero tuvo que imprimirse en Buenos Aires, ya que los gráficos entrerrianos también se solidarizaron y se negaron a imprimirlo.

La decisión de paralizar todas las empresas del multimedios se tomó durante la noche del miércoles, en una asamblea en la calle frente a La Capital y al cabo de largas horas de infructuosa negociación ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe.

La patronal no acata la conciliación

A las 00 horas del martes, 25 trabajadores y trabajadoras de las radios LT8 y LT3 de Rosario no pudieron ingresar a sus puestos de trabajo. Habían recibido telegramas de despido de su patronal, el Multimedios La Capital, integrante del Grupo Uno que dirige la dupla Daniel Vila y José Luis Manzano. Además del paro que los periodistas realizaron durante el día, al que también se sumaron trabajadores del diario La Capital, a las 15 horas una manifestación salió de la emisora de calle Córdoba y finalizó frente al edificio del «decano de la prensa argentina». Más tarde se realizó una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Provincia en la que se acordó la conciliación obligatoria. Sin embargo, cuando el turno de las 22 horas quiso ingresar a trabajar, se les impidió hacerlo. Se convoca una nueva manifestación para mañana.

Dos de las principales radios de la ciudad de Rosario quedaron mudas, sin más contenido que tandas grabadas y música. Es que desde las 00 horas del martes los trabajadores de LT8 y LT3, acompañados por los del diario La Capital, iniciaron un paro para reclamar por el despido de 25 de ellos. El Multimedios La Capital, integrante del Grupo Uno, envió telegramas de cesantía a trabajadores con muchos años de antigüedad y una larga trayectoria, tales como Marcelo Noceti, Susana Pozzi y Quique De María.

«La situación que se vive es de mucha angustia», aseguró José Maggi, periodista y delegado en LT8. «Estos telegramas llegaron acompañados del depósito de las indemnizaciones», informó. «O sea que en la misma cuenta a la que los compañeros debían ir semana tras semana por el cobro en cuotas que veníamos sufriendo, de repente aparecen cifras tentadoras como 50 o 70 mil pesos, o cien mil. Le pusieron precio a la cabeza de cada compañero», sentenció.

Desde las 6 de la mañana, periodistas, locutores, operadores y otros empleados se reunieron frente a LT8, en Córdoba 1843. Y a las 15 horas una multitudinaria marcha de un amplio abanico político, que contó con el apoyo de organizaciones políticas, sindicales, sociales y culturales, se dirigió a las puertas del diario La Capital, en Sarmiento 763.

Allí se realizó un acto conjunto entre el Sindicato de Prensa Rosario (SPR), la Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones (AATRAC), el Sindicato Único de Trabajadores del Espectáculo Público (SUTEP) y la Sociedad Argentina de Locutores (SAL), que conformaron la Intersindical de los Medios. Además de la lectura de las numerosas adhesiones recibidas a la medida de fuerza, el único orador fue el Secretario General del SPR, Edgardo Carmona.

«Les estamos avisando que van a ser derrotados por la marcha del pueblo de Rosario que no quiere más a estos manipuladores que nos quieren condenar al silencio y a la manipulación», aseguró el dirigente en su alocución.

Continuó evaluando que «esta lucha es ideológica», ya que, dijo, «cada uno de nosotros estamos en las antípodas de esta derecha fascista y totalitaria. Es ideológica, política y gremial nuestra lucha».

También se refirió a los argumentos económicos esgrimidos por la empresa: «Este grupo nos quiere hacer creer que los despidos van a salvar las arcas de esta empresa. Cuando llegaron a esta ciudad, LT8 era líder y primera en audiencia. Ellos eligen ser los últimos en audiencia y los primeros en hacerle pagar el costo a los trabajadores. Destruyeron LT8, destruyeron LT3, y nos quieren hacer creer que con 25 despidos se puede reconstruir y recrear esta radio», afirmó.

«Nunca jamás ningún medio de comunicación va a ser financiado o construido con la desaparición de cada uno de los trabajadores que tienen un lugar ahí dentro. No vamos a permitir ningún despido», sostuvo.

Luego del acto, Carmona junto a los dirigentes de los otros tres sindicatos implicados en este conflicto, acudió a una audiencia en la sede local del Ministerio de Trabajo de la Provincia. Cerca de las 20 horas, los gremialistas regresaron a las puertas de La Capital para dar la buena noticia: se había dictado la conciliación obligatoria durante 15 días hábiles.

El Secretario del SPR calificó el hecho como «un triunfo enorme», basado en la decisión de los trabajadores «de resistir, no entregarse, no caer en el escepticismo, no bajar los brazos y seguir luchando por cada uno de los compañeros».

Sin embargo, cuando a las 22 horas los despedidos quisieron ingresar a sus lugares de trabajo, la empresa se los impidió, desacatando la conciliación obligatoria. Por eso, el SPR y la CTA convocan a una nueva concentración para hoy, miércoles, a las 10 de la mañana en la puerta del «decano de la prensa argentina».

La patronal

En el acto realizado frente a La Capital, hubo varios nombres que, al ser pronunciados, fueron recibidos con insultos y silbatina por parte de los trabajadores. Los principales blancos resultaron Daniel Vila y José Luis Manzano, propietarios del Grupo Uno, que controla al Multimedios La Capital, entre muchas otras empresas mediáticas del país. En la fundación que lleva el mismo nombre que el periódico rosarino, figuran como autoridades otros empresarios del grupo, como «Don Francisco de Narváez».

José Maggi también señala a quienes denomina «cómplices locales». El primero que nombra es Fernando del Valle, gerente de recursos humanos desde el último trimestre de 2009. «Los compañeros telefónicos lo sufrieron porque fue el gerente de recursos humanos de Telecom a nivel nacional, y allí estaban las apretadas, las amenazas, los teléfonos pinchados y los amedrentamientos de que eran objeto los delegados. Los telefónicos pudieron, lo hicieron tirar por la ventana cuando tuvieron una posición de fuerza que les era beneficiosa con la empresa», aseguró.

«El otro cómplice local es Mariano Trevisano», enumera el delegado. «Un director artístico que estuvo en LT8 los dos últimos años, que bajaba criterios vergonzantes de contenidos periodísticos, diciendo que en los programas sólo debía hablarse de sexo, humor, y de noticias policiales, vaciando las líneas periodísticas de dos radios señeras en nuestra región», describió.

Maggi también nombró al «flamante gerente de noticias, que se llama Lucas Somadossi, que fue gerente del Interior de Radio Mitre, un lugar en donde ni siquiera entran los sindicatos». Según el periodista, «contratan a aquellos gerentes que vienen con especialidad en no dejar trabajar a los sindicatos y en no permitir que los trabajadores se nucleen».

Las razones del conflicto

Desde la empresa, las razones que se esgrimen para efectuar los despidos son puramente económicas: la conocida historia de que las cuentas no cierra, a ún cuando los dueños de las corporaciones sean ricos y famosos.

Pero los personajes que Maggi enumeró más arriba son, según afirma, «alcahuetes que llegan para cobrar fortunas, sumas siderales, para despedir, para achicar y para fusionar». Ésta última parece ser la palabra clave.

«El edificio de La Capital va a ser la sede de LT8 y LT3», anuncia el delegado. «Esto es menos operadores técnicos, menos periodistas, menos administrativos, menos locutores», explica. Y señala directamente que «la multifunción, aquella política inmunda que sufrimos los trabajadores en los ’90, es reeditada en el 2010 de la mano de quien fue una de sus caras, el Ministro del Interior del gobierno de Carlos Menem, que era nada más y nada menos que José Luis Manzano».

Por otro lado, Maggi también apunta el rol que los representantes del Grupo Uno, de procedencia mendocina, jugaron en la oposición a la nueva Ley de Medios Audiovisuales. «En Mendoza hay un country en terrenos que prácticamente le hurtó la familia Vila a la Universidad Nacional de Cuyo. En ese mismo country vive la jueza Pura de Arrabal, la jueza que suspendió la nueva ley de medios. En esa misma provincia viven los dos jueces camaristas mendocinos, investigados por complicidad con delitos de lesa humanidad, que ratificaron el fallo de primera instancia», explica.

El delegado de LT8 finalizó haciendo un pedido a la clase política y al poder judicial: «Estos empresarios deberían ser severamente cuestionados y condenados por el poder político. Nos gustaría que el gobierno provincial encuadre a todo su gabinete para tratar de forzar un arreglo y que el gobierno nacional también haga lo suyo para aplicar la ley con rigor. Y que la justicia termine de decidir en pos de cuatro delincuentes y en contra de lo que un Congreso Nacional ha decidido como ley que regule los medios de comunicación en Argentina».

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