Hay que legalizar el aborto en Argentina
El derecho al aborto ya no es un debate tabú. La mayoría de la población lo reclama. Las trabas a los abortos no punibles, como la joven chubutense violada por su padrastro, ya no pueden tolerarse. En el Congreso se han presentado dos proyectos de ley para legalizarlo.
Escribe: Malena Zetnik
Desde hace años se plantea este reclamo, en movilizaciones de mujeres y en el Encuentro Nacional anual. Cada vez se lo discute más en los medios de comunicación a través de los polémicos casos de mujeres (y a veces niñas) que no pueden utilizarlo aun siendo no punible por haber sido violadas. Un paso importante es que al iniciarse las sesiones legislativas de este año están presentados dos proyectos de ley sobre el derecho al aborto.
Ya en 2007, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto había presentado un proyecto que perdió vigencia parlamentaria por no ser tratado. Pero este año volvió a presentarse con firmas de más legisladores. También Sabattella, Heller, Vilma Ibarra y otros presentaron un proyecto similar.
¿Se puede legalizar el aborto en Argentina?
Todas las encuestas señalan que la mayoría de la población está a favor del derecho al aborto. Es más, hasta el Comité de Derechos Humanos de la ONU expresó recientemente su “preocupación” por la legislación “restrictiva” del aborto contenida en el artículo 86 del Código Penal, así como “por la inconsistente interpretación por parte de los tribunales de las causales de no punibilidad contenidas en dicho artículo”. Aunque el cuarenta por ciento de los embarazos termine en abortos, para quienes gobiernan éste viene siendo un tema silenciado.
Tal es la necesidad de legalizar el aborto y el acuerdo de la población que, de hecho, ya existen servicios en algunos hospitales de la Ciudad de Buenos Aires donde, en una delgada línea que roza los límites legales, asisten a mujeres en la atención pre y pos aborto, reduciendo los riesgos a la salud.
Lo cierto es que estos nuevos proyectos están firmados por legisladores de todos los bloques. Desde el Frente para la Victoria, la UCR, la Coalición Cívica, Proyecto Sur, el GEN de Stolbizer y el PS, entre otros, pero hasta el momento son una minoría. Es más, en general la mayoría de los dirigentes de estos sectores políticos ya se han manifestado en contra, como Carrió, reconocida militante antiabortista, lo mismo Oscar Aguad de la UCR o la propia presidenta Cristina Fernández, quien ya le ha jurado al obispado que no dejará pasar la ley, aunque con su habitual doble discurso promete dar “libertad de conciencia” a sus legisladores. El presidente del bloque oficialista, Agustín Rossi, dijo que se compromete a garantizar el debate. Pero eso no alcanza.
¿Qué podemos hacer las mujeres?
Aunque estos proyectos tengan algunos límites, su aprobación sería un gran avance para todas nosotras. Y fundamentalmente para las mujeres pobres y las trabajadoras. Por eso tenemos que poner en pie una importante movilización para lograrlo. La CTA, que integra la Campaña por el Derecho al Aborto, Pino Solanas, Sabattella y hasta el propio PS que son firmantes e impulsores de los proyectos deberían unificarlos y convocar enseguida a una gran movilización para aprobar la ley. Porque ya no queremos más mujeres muertas por abortos clandestinos ni suplicarle al Poder Judicial que habilite el derecho en los casos no punibles. Con las mujeres en la calle, podemos legalizar el aborto.
¿Qué dicen los proyectos de ley?
Los dos proyectos presentados, el de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y el de Sabattella, Heller, Vilma Ibarra y otros, coinciden en proponer la legalización del aborto para todas las mujeres en forma voluntaria, a partir de los 14 años de edad sin autorización de los padres. Mientras que el primero lo habilita hasta las 12 semanas de gestación, el segundo lo permite hasta las 14 semanas. Luego de esas fechas, solo se podría hacer un aborto por peligro de la vida de la madre, inviabilidad del feto o violación. Ambos proponen que el aborto se realice en el servicio público de salud y se incorpore como práctica médica del Plan Médico Obligatorio (PMO) de las obras sociales y prepagas. Otro punto es que ante la presencia de objetores de conciencia en los servicios de salud, o sea, aquellos médicos que se nieguen a realizar la práctica por cuestiones morales, el director del lugar debe garantizar la realización del aborto con otro personal. Finalmente, solo prevén la punibilidad del aborto en caso de que se realice sin el consentimiento de la mujer.
Aunque ambos proyectos podrían mejorarse (por ejemplo, con disposiciones más efectivas para la protección de la mujer obligada a abortar), llamamos a que se apoye su aprobación efectiva.
El Socialista 07/04/10