Ciudad de Buenos Aires
Macri criminaliza la pobreza y la protesta social
Mientras su gestión como jefe de Gobierno de la Ciudad hace agua por los cuatro costados y es citado a declarar en la causa por espionaje junto a Fino Palacios, Macri ha decidido volver al centro de la escena política con un paquete de medidas represivas contra los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Escribe: Pablo Delverde
Bajo la excusa de desarticular “mafias enquistadas”, el gobierno de Macri envió a la Legislatura un proyecto para endurecer el Código Contravencional aumentando las penas a los “trapitos” que cuidan coches estacionados en la vía pública, limpiavidrios y manifestantes con el rostro cubierto. ¿Qué busca Macri instalando una vez más la criminalización de la pobreza y la protesta social? Reflotar su alicaída imagen prometiendo “orden y mano dura” para instalarse como un candidato presidencial de un espacio de centro derecha de cara a 2011.
Asesorado como siempre por el ecuatoriano Duran Barba, el líder del PRO busca huir de los múltiples problemas que arrastra su gestión con medidas de claro corte represivo, con cierto consenso en sectores de la clase media alta de la población. Pero detrás del discurso contra las mafias, lo que esconden las propuestas del PRO es la persecución a miles de jóvenes y niños indigentes que limpian vidrios y cuidan coches a cambio de monedas. Y a las organizaciones de desocupados que reclaman en la ciudad.
Las mafias en la ciudad existen. Pero no son las que señala Macri. Las verdaderas, o están en su gobierno, o no las persigue. La mafia ligada al estacionamiento de autos en lugares de concentración masiva, como eventos deportivos o recitales, que cobra hasta $50 por coche, está integrada por las distintas barras bravas y por la policía, partícipe necesario de cualquier negocio mafioso en la vía pública. La mejor muestra que Macri no busca terminar con ninguno de estos negocios turbios, es que los encargados de aplicar las nuevas penas serían la Policía Federal y la recientemente creada Metropolitana, formada por agentes exonerados de la Federal por diversos delitos que día a día salen a la luz.
Persiguiendo a los cuida coches Macri también favorece el negociado de las grúas que no sólo facturan millones por mes, pese a tener vencidas hace años sus concesiones, sino que el gobierno porteño le ha agrandado el negocio extendiendo los parquímetros a barrios donde antes no existían.
Tampoco se conocen proyectos del PRO para perseguir a las mafias policiales. Muy por el contrario, la propia Policía Metropolitana creada por Macri suma cada día nuevos escándalos por corrupción. Fino Palacios está preso implicado en el encubrimiento del atentado de la AMIA. Ciro James por espionaje desde el ministerio de Educación de la Ciudad. Y ahora, hasta el propio jefe de Gobierno puede quedar imputado como parte de una asociación ilícita. Cuando hace referencia a las protestas sociales, es claro que el gobierno las quiere criminalizar y judicializar, poniendo impedimentos para la protesta para quienes sufren sus planes de hambre.
Un párrafo aparte merecen los Kirchner, que intentan aprovechar el discurso represivo de Macri para polarizar y ubicarse como “progresistas”. Pero lo que no puede ocultar el gobierno nacional es que el crecimiento de la cantidad de cuidacoches y limpiavidrios es el emergente de la pobreza y la indigencia que se ha consolidado y crecido en los 7 años de gobierno kirchnerista. Sólo en los últimos 5 años, por ejemplo, en el gran Buenos Aires ha crecido la población en las villas .
Desde Izquierda Socialista llamamos a la más amplia unidad de acción entre las organizaciones sociales, políticas y estudiantiles para derrotar los planes represivos de Macri en la Ciudad.
El Socialista 07/04/10