Los regalos K del Bicentenario

“¡Felicitaciones, vos también lo hiciste posible!”, dice la furibunda campaña mediática que está desplegando el gobierno cuando muestra una obra o alguna “bondad” de la Casa Rosada. El kirchnerismo trata de mostrar que su política, en el Bicentenario está “redistribuyendo la riqueza”, da trabajo y aumenta los salarios. Y, que si no hace más, es culpa de la “máquina de impedir” de la oposición patronal, Clarín y los periodistas díscolos.

Muchos compañeros no se tragan semejante verso. Pero otros, viendo las medidas parciales para lograr recuperar parte de su electorado (asignación por hijo, “Fútbol para Todos” o Ley de Medios) y el cambalache que significan Carrió, Duhalde y Macri, dudan en terminar de romper con el peronismo gobernante. A esos compañeros nos queremos dirigir. Desde ya, nuestras críticas no tienen nada que ver con la de los políticos del peronismo disidente, la UCR o el PRO. Lo hacemos como partido de trabajadores que bregamos por la unidad de la izquierda, para imponer otro modelo de país al servicio del pueblo trabajador. En esta nota elegimos hablar de la deuda, las coimas y la inflación, políticas que desmienten la propaganda oficial.

El gobierno acaba de abrir oficialmente el canje de la deuda. Noticia que causó euforia en los bancos y especuladores. El abogado de los tenedores de bonos italianos les aconsejó a sus clientes: “Acepten, este es el momento”. Porque es un gran negocio. Hay una parte de esa deuda que no tendrá ninguna quita. Hay otra por la que se entregarán bonos que se indexarán de acuerdo al crecimiento del PBI; el gobierno reconocerá los intereses atrasados y Argentina acepta someterse a tribunales extranjeros ante cualquier reclamo. Con este canje y a pesar de la quita… ¡la deuda aumentará en más de 10.000 millones de dólares!

Compañero: el gobierno miente cuando dice que nos estamos “desendeudando”. Argentina ya tiene una deuda externa que alcanza los 240.000 millones de dólares. Y eso no es todo. El imperialismo está obligando a que Argentina, además, pague la deuda al Club de París (otros 7.000 millones). Y para eso tiene que acordar con el FMI. El gobierno lo niega. Pero hace como el tero, grita por un lado y pone los huevos en otro. Es Cristina quien paga la deuda con reservas por “consejo del FMI”, según dijo. Y propuso a ese organismo que revise las estadísticas truchas del INDEK. Es decir que, bajo el maquillaje de una supuesta “asistencia técnica”, se prepara la vuelta del FMI. ¿No era que pagándole de contado nos íbamos a liberar?

Lo peor es que esa deuda la paga el pueblo. ¿Cómo? Cuando se compra un alimento, un cuaderno u otra mercancía se paga el 21% del IVA, recaudación que luego va a parar a los pagos de la deuda.

Vayamos a las coimas de “don Julio”, como le dicen a De Vido, el “pez gordo” detrás del señor de los subsidios, Ricardo Jaime. Al ministro de Planificación se lo acusa de montar una aduana y embajada paralela con Venezuela, de Estado a Estado, siendo parte de una asociación que cobraba coimas (más educadamente “retornos”) del 15% por las ventas -maquinarias agrícolas, entre otras- que se hacen a ese país. Hecho que fue denunciado por el ex embajador argentino en Venezuela hasta 2005, quien fuera despedido por Kirchner acusado por reunirse con golpistas venezolanos, respondiendo aquél que lo hizo por orden del propio Kirchner y la cancillería argentina.

Cuando Cristina sale a ofrecer por el mundo a Argentina como una muy buena plaza “para hacer negocios”, se refiere a esto. A negociados corruptos donde, en este caso, se beneficiaron grandes patronales como Pescarmona, Pagani, Soldati, Bulgheroni, Grobocopatel y otras. Las operaciones con coimas fueron defendidas por De Vido, quien dijo: “lo único que hemos hecho es colaborar para que la Argentina crezca”. Todo es un bluf, señaló Aníbal Fernández. Lo cierto es que ya están imputados De Vido, Kirchner, Uberti (el señor del avión de Enarsa cuando Antonini fue descubierto con una valija con 800 mil dólares) y Jaime.

Entre los 25 convenios firmados por Cristina y Chávez en su reciente viaje a Venezuela -donde la presidente señaló que estamos camino a la “segunda independencia”-, hay uno para vender 14.250 vehículos por 250 millones de dólares. “Las automotrices argentinas se hicieron chavistas”, dice hasta el oficialista diario Página12 el 24 de abril. Calculemos la coima del 15% de esa cifra. Sin contar los acuerdos en materia energética.

A esto agreguemos el robo de la inflación. Los cálculos de los organismos provinciales no intervenidos por el INDEK señalan que, en los primeros tres meses, fue del 6%, es decir, que llegará, como mínimo, al 24% en el año. Mientras el gobierno dice que la inflación será del 7% en 2010. Una verdadera burla para esconder que la suba de precios es un brutal ajuste contra los trabajadores y que el gobierno no hace nada contra los monopolios formadores de precios.

Compañero lector. Nos hemos detenido en tres ejemplos para demostrar que, detrás de la propaganda oficial -con los colores celeste y blanco-, y los actos del kirchnerismo para este Bicentenario aprovechando la fecha patria, no nos estamos liberando, ni independizando, ni dando pasos contra los verdaderos enemigos de nuestro pueblo: los grandes empresarios, las multinacionales, los usureros internacionales y el imperialismo.

La Segunda Independencia la vamos a lograr con otro modelo económico obrero y popular, de la mano de los trabajadores, los luchadores y la unidad de la izquierda. Siguiendo el ejemplo de nuestros héroes de Mayo cuando se independizaron de la corona española usando todas las herramientas a su alcance para lograrlo. No con los políticos patronales del PJ, UCR y otros que nos vienen gobernando con hambre y miseria para millones, en beneficio de unos pocos.

El Socialista 05/05/10