Chirino, Bodas, y Polanco plantearon la necesidad de coordinar las luchas para enfrentar el plan de ajuste.
Caracas, 16 de junio.- Entrevistados en el programa «Buenas Noches», transmitido por la televisora Globovisión, los dirigentes obreros revolucionarios Orlando Chirino, José Bodas, y Alexis Polanco, abordaron distintos temas que forman parte de la agenda de lucha de la clase obrera venezolana hoy en día, así como las propuestas que está levantando el partido Unidad Socialista de Izquierda (USI) de cara a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre.
Luego de presentar la nueva edición del periódico «La Voz de los Trabajadores», en cuyo titular se lee «Con Chávez, la crisis la paga el pueblo», los dirigentes de la USI contestaron distintas preguntas realizadas por los dos periodistas.
El secretario general de la Futpv, José Bodas, quien también es candidato a diputado en el circuito 3 del estado Anzoátegui, recordó el engaño urdido por el presidente Chávez cuando aseveró que la economía del país estaba blindada y que podía salir airosa incluso si el petróleo bajaba a 0 dólares. Con el petróleo a 80 dólares, se ha demostrado la falsesdad de este discurso presidencial, utilizado con fines meramente electorales en el año 2009. Ante el recrudecimiento de la crisis económica y la decisión del gobierno de aplicar un plan de ajuste para que esta crisis la paguemos los trabajadores y todo el pueblo explotado, se ha venido instrumentando una política de criminalización para combatir las luchas populares y obreras que se multiplican por todo el país. Bodas reiteró la exigencia de libertad para Rubén González, dirigente sindical de Guayana preso por encabezar una huelga en defensa de los trabajadores; de igual manera se exigió la libertad del cacique yukpa Sabino Romero, preso desde hace meses en instalaciones militares, por luchar por tierras para su pueblo.
Por su parte, Orlando Chirino, candidato a diputado en el circuito 5 de Carabobo, recordó que ha sido el propio gobierno el encargado de liquidar las mayores conquistas sociales y políticas obtenidas por el pueblo y su movilización en los primeros años de la gestión de Chávez. Como ejemplo, citó la destrucción de la Unión Nacional de Trabajadores, nacida al calor del entonces recién librado combate contra el paro-sabotaje petrolero, una central fundada bajo un programa verdaderamente antiimperialista y de plena autonomía sindical. En contraste con este proyecto que fue saboteado y desmembrado por el gobierno, Chirino recordó la actitud de los sindicalistas gobierneros y rojos-rojitos, quienes en su postración ante el gobierno han llegado al extremo de calificar como «progresivo» el aumento del IVA y la devaluación monetaria.
Chirino explicó que en nuestro país no se cumple con el mandato constitucional de calcular el salario mínimo en base a la canasta básica, y que desde la Asamblea Nacional lucharán por conquistar este objetivo.
Alexis Polanco, dirigente de la UNETE-Carabobo y de la USI, protestó el hecho de que el gobierno, y el propio presidente Chávez, intentaran minimizar la magnitud del desastre de las 90 mil toneladas de comida podrida dentro de contenedores en puertos y depósitos del Estado. Aclaró si se hubiera repartido, esta comida hubiera abastecido a 5 millones de venezolanos.
José Bodas, entrando en el tema electoral, planteó que al ser electo diputado, continuará al lado de las luchas que enfrentan las medidas económicas oficiales; peleará por la aprobación de los regímenes pendientes de la Ley de Seguridad Social, así como la reforma a la Ley Orgánica del Trabajo, engavetada por los diputados del PSUV desde hace años.
Polanco comparó el plan de ajuste del gobierno de Chávez con el paquete de Carlos Andrés Pérez en 1989, y dijo que lo que le faltaba a Chávez era aumentar el precio de la gasolina. Llamó a apelar a la huelga y la movilización para luchar contra el ajuste capitalista aplicado por el gobierno nacional.
Chirino explicó que diputados revolucionarios, comprometidos con la clase obrera, absolutamente independientes de la derecha y el gobierno, interpelarían inmediatamente a los ministros Rafael Ramírez y Diosdado Cabello, por su responsabilidad en el desastre de los alimentos podridos.
Finalizó llamando a la clase obrera a coordinar las luchas, para poder articular a los distintos sectores que exigen respeto a sus derechos y se defienden de la arremetida de los empresarios y el gobierno.
17/06/10