¡Fuera Macri!
El Jefe de Gobierno está en la cuerda floja. Sólo recibió el apoyo de Duhalde y Biolcatti de la Sociedad Rural. Hasta su padre lo critica. La oposición aprovecha para embarrarle sus sueños presidenciales. Pero, a su vez, no quiere que le pase lo de Ibarra. Hay que movilizarse para que se vaya Macri. Y exigir una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Para que el pueblo de la Ciudad decida quién lo reemplaza y cómo erradicar los graves problemas sociales.
Escribe: Juan Carlos Giordano
¿Qué gobierno patronal no adiestra servicios de inteligencia o agentes de “seguridad” para espiar a sus adversarios políticos o a los luchadores sociales? Todos. Sean peronistas, radicales o de centroizquierda. Pero lo que es “normal y natural” para cualquiera de estos gobiernos, no lo fue para Macri y el PRO, que hacen agua por los cuatro costados. ¿Por qué?
El Jefe de Gobierno “se zafó”, dijo uno de sus allegados. Designó al “Fino” Palacios al frente de la Policía Metropolitana. El mismo represor que fue exonerado de la Federal, reprimió las protestas del 19 y 20 de diciembre de 2001 y niega el terrorismo de Estado. Palacios tenía una red de espionaje privada que actuaba sobre empresarios, abogados, luchadores sociales, esposas y amantes de hombres renombrados. Lo hacía junto a Ciro James, designado por Macri en el ministerio de Educación. Una mafia privada que Macri “estatizó”. Palacios y James están presos. Y Macri procesado como jefe político de esa asociación ilícita. Suficiente para que el Jefe de Gobierno acompañe a sus socios tras las rejas. ¿Se acuerda cuando decía que “iba a estar bueno Buenos Aires”?
La oposición empuja, pero no tanto
El kirchnerismo ha fogoneado la causa penal. Quiere ir desgastando a Macri para que tenga que hacer campaña como procesado. Pero no quiere que se transforme en otro “cadáver político” como le pasó a su amigo, Aníbal Ibarra, repudiado por la masacre de Cromañón. Un terrible precedente para cualquier político patronal que no quieren repetir. Ayer le tocó a Ibarra. Hoy le puede tocar a Macri. Mañana a un peronista o un radical. Según se le escuchó, Kirchner quiere que Macri se presente en 2011 para fragmentar el voto opositor y así soñar con ganar en la primera vuelta.
Por eso los legisladores porteños peronistas, de la UCR, Coalición Cívica, el Partido Socialista y Proyecto Sur, con propuestas tales como “comisión investigadora, licencia, que Macri declare ante la justicia o la legislatura”, quieren encarrilar la crisis vía la justicia y demás instituciones de esta democracia corrupta y para ricos. Lo dijo Filmus: “Entre todos sostengamos la gobernabilidad y estabilidad de las instituciones” (Clarín, 16-07). Carrió tildó el pedido de juicio político de Macri como una “locura” y lo llamó a “reflexionar”. Ibarra dijo estar en contra de “un juicio destituyente”. Y Fabio Basteiro -diputado de Pino Solanas y de la CTA Capital-, fue vocero de una declaración conjunta de 30 diputados opositores pidiendo que “el ámbito natural para juzgar a Macri sean los tribunales y que se tome licencia para no paralizar al gobierno”. Es decir, que siga Macri. (Página12, 23-07). Pero todo se les puede ir de las manos. Están jugando con fuego. Porque la crisis está en curso y nadie puede asegurar su final.
Que se vaya Macri y Asamblea Constituyente
El juicio político autoimpulsado por Macri o las alternativas de la oposición, son maniobras parlamentarias en las cuales no hay que confiar. El PRO ofreció negociar, unificando las elecciones de la Ciudad con las presidenciales, para que los candidatos nacionales traccionen votos para los alicaídos que se presentarán en la Ciudad, a cambio de votos a su favor. Una trama de acuerdos y transas a espaldas del pueblo.
Ante ello reclamamos la convocatoria a elecciones para una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Donde sea el pueblo quien debata y decida, no sólo quién reemplaza a Macri, sino también sobre la disolución de la Policía Metropolitana, la SIDE y la fuerza de choque de las barras bravas de la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP), que persigue a los más desprotegidos. Así como sobre la necesidad de un inmediato aumento de salarios a los docentes, estatales y trabajadores de la salud en base al no pago de la deuda externa y un fuerte impuesto a multinacionales y bancos. Aumentar el presupuesto de educación y salud para terminar con las escuelas sin gas y el desmantelamiento de los hospitales públicos. Terminar con la mafia de los negocios inmobiliarios de los amigos de Macri y los Kirchner, entre otras urgentes medidas.
Mientras, el reclamo central pasa por lograr la más amplia unidad de acción para movilizarse por ¡Fuera Macri!
El socialista 28/07/10