Identifican los restos de Ives Domergue y Cristina Cialceta
Dos jóvenes, francés y mexicanca, militantes del PRT
Los restos de dos jóvenes desaparecidos durante la última dictadura argentina, un francés y una mexicana, fueron identificados gracias a una pista recogida inicialmente en un trabajo de estudiantes de secundaria.
Los cuerpos de la mexicana Cristina Cialceta y del francés Yves Domergue fueron enterrados sin identificar en 1976 en el cementerio de la localidad de Melincué (350 kilómetros al norte de Buenos Aires), donde algunos pocos recordaban una vieja y cruenta historia de cómo una pareja acribillada fue encontrada en la zona, en plena época de los «años de plomo».
«Es una historia muy larga y muy linda porque la gente de los alrededores de Melincué, en el sur de la provincia de Santa Fe, sabía que en 1976 había aparecido una pareja de jóvenes acribillados a balazos en el borde de una ruta y fueron enterrados en el cementerio local», Eric Domergue, hermano de Yves.
Los vecinos, aterrorizados, no comentaron el incidente mientras duró el régimen de facto iniciado en 1976, pero con el regreso de la democracia, en 1983, comenzaron a hablar del asunto.
En 2003, cuando una profesora de la escuela pública del lugar les encomendó a los alumnos del último año del secundario un trabajo sobre la memoria y los derechos humanos, los chicos recogieron estos testimonios en una de sus investigaciones.
Este trabajo escolar llegó en 2008 a manos de la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe, que resolvió indagar sobre la cuestión y a finales de ese año contactó a Eric Domergue, quien a su vez acudió al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), grupo de expertos argentinos dedicado a la identificación de restos humanos.
Inicialmente, el trabajo del EAAF concluyó que las huellas dactilares de los cuerpos hallados no coincidían con las de Yves y Cristina, pero pruebas genéticas posteriores confirmaron la verdadera identidad de los restos exhumados en junio de 2009.
«El pasado 5 de mayo me comunicaron que se trataba de Yves. Cuando la madre de Cristina se enteró del hallazgo de mi hermano, aportó material para hacer la prueba genética y también dio positivo», relató Eric, francés con residencia en Argentina.
Yves militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y estudiaba ingeniería en Buenos Aires, pero regularmente viajaba a la ciudad santafesina de Rosario.
Allí conoció y se enamoró de Cristina, nacida en México, hija única de un matrimonio de argentinos y también militante del PRT.
Fueron secuestrados cuando Yves tenía 22 años y ella, 20.
La familia Domergue logró averiguar que fueron secuestrados cerca del 20 de septiembre de 1976 en las inmediaciones del Batallón 121 de Comunicaciones del Ejército, de Rosario, pero no hubo ningún tipo de rastro ni testigo directo del secuestro, ni pistas del paso de la pareja por los centros clandestinos de detención de la zona.
«Nadie los vio. Era como si se los hubiera tragado la tierra. Ahora sabemos que el día 20 estaban vivos y el 22 estaban muertos», dijo Eric.
Ahora lo que viene es determinar quienes fueron los responsables del asesinato de la pareja.
«Estos huesos hablan, dan mucha información. Sabemos cómo los mataron. Estaban muy baleados, especialmente en la cabeza. Se recuperaron proyectiles muy deteriorados, pero proyectiles al fin», señaló Eric.
Todas estas pruebas serán remitidas la semana próxima al juicio oral y público que se lleva adelante en Rosario contra Ramón Díaz Bessone, ex comandante del Segundo Cuerpo del Ejército, por 91 casos de secuestro, privación ilegítima de la libertad y torturas.
Los padres de Yves, que viven en Francia y tienen 79 y 80 años, recibieron la noticia de la identificación del cuerpo de su hijo con «emoción y alivio».
Este miércoles la presidenta argentina, Cristina Fernández, anunciara formalmente en un acto la identificación de los restos de la pareja.
En tanto, el próximo 7 de agosto el padre de Yves participará en Argentina de dos actos en homenaje a su hijo en Melincué y Rosario y un día después en una misa en Buenos Aires.