Andalgalá fortalece su resistencia
En Andalgalá, Catamarca hace más de 200 días que las obras en la minera «Agua Rica» están detenidas. La asamblea de la región llamó a la sociedad a prestar especial atención a la problemática durante la primera semana de septiembre.
Por Red Eco desde Catamarca.
Llegando a Catamarca ya se corrían los rumores de un Andalgalá en estado de sitio, de grupos militares especiales y requisas en los transportes. También se supo que un grupo de desempleados y empleados de «Agua Rica» acampaban en las puertas de la oficina de la empresa, en competencia al pueblo que estaba en la plaza principal. Algunas cosas se confirmaron como ciertas, otras no y otras tuvieron algunas variaciones con respecto a la información previa.
No hubo estado de sitio ni militares. Pero sí, los pro-mineros, resultaron ser grupos parapoliciales: delincuentes conocidos por los vecinos, barra bravas tucumanos y otras personas fueron compradas con dinero, drogas y aprovisionados con armas para cuidado de los intereses de la minera. Centenares de reclamos y denuncias de los vecinos inundaron la fiscalía del pueblo, con relatos que van desde las amenazas, el consumo de alcohol y drogas en la vía pública, hasta ver cómo policías suministraban las drogas y armas a estas personas que terminaron convirtiéndose en una suerte de escudos humanos.
El llamado de «El Algarrobo» a la sociedad tuvo título de «ultimátum» a Agua Rica, y es por eso que la empresa tomó dichas medidas de seguridad.
El acampe realizado por el pueblo en la plaza desde el martes en adelante contó con asambleas diarias, músicos en vivo, comida comunitaria y diversidad de participantes, tanto por sus edades, como por sus lugares de origen.
El sábado la asamblea fue histórica. Cientos de asambleistas debatieron por horas el destino de la convocatoria. Agua Rica, y los medios de comunicación al servicio de ella, esperaban el choque entre los supuestos desocupados y mineros. Hechos de violencia y amenazas a lo largo de la semana pretendían una reacción que la asamblea no admitió; entonces el guión escrito por el poder nuevamente se deshizo en manos de la voluntad colectiva.
Entre lágrimas y emoción se conformó un diálogo plural, de alto nivel en oradores y participación de personas que jamás habían asistido a asambleas. Se decidió no confrontar porque la lucha, con Agua Rica frenada, lejos está de perderse. Cerca de las 22 hs. la convocatoria superó las 1500 personas. La marcha dio innumerables vueltas alrededor de la plaza principal con cánticos contra la minera y alusivos al despertar en lucha de América Latina. Hacia las 23.hs gran parte del pueblo se sumó para que la caminata por la vida supere las 3000 personas en un sólo grito: «No a saqueo y contaminación. Sí a la vida».
La lucha de Andalgalá es punto de partida para tantas otras en la región. Desnudó el operar del intendente Perea, del gobernador Brizuela y de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, todos trabajando en función del liberalismo económico. También desnudó otros poderes, como la Justicia, que trabaja solamente para la empresa, citando a declarar a asambleístas e imputándolos en hechos que nunca sucedieron; y la propia Iglesia que dio la espalda a la peregrinación multitudinaria que se diera el sábado anterior.
Andalgalá se sabe en proceso de autodeterminación porque sabe que su lucha es legítima, pacífica; que la justicia y el poder pasa por sus manos. Este sistema económico y social se desarma por donde se lo mire y en toda oportunidad que tiene, queda expuesto como un mamarracho penoso, ante los ojos de ancianos, jóvenes y niños.
Asambleas como «El Algarrobo» se gestan a lo largo de nuestro país y los pueblos entrelazados encuentran las respuestas que durante décadas (o más de 500 años) los poderes de turno no supieron dar. Si bien es invierno, historias como las que se da en Andalgalá, hacen fuerza para que la naturaleza adelante la cada vez mas tangible y esperada primavera.
Red Eco Alternativo, desde Catamarca
Texto: Miguel Aguirre // Fotos: Facundo Nvolo
Anred 09/09/10