Cristina gobierna para las “corporaciones»
La presidente denunció que “la oposición defiende los intereses particulares de las empresas y las corporaciones”. Pero quien gobierna para las grandes patronales es precisamente ella. Política que los Kirchner tratan de encubrir, diciendo que están aplicando un modelo de crecimiento con inclusión social y distribución de la riqueza.
Refiriéndose a Clarín y a las patronales enfrentadas al gobierno, Cristina señaló: “Existe un poder que está por encima de la primera magistratura que intenta subordinar al Estado a sus intereses. Lamento decirle a ese poder que no seré funcional a sus intereses” (Página12, 25/08).
Sería bueno que un gobierno enfrente a las corporaciones, multinacionales y al imperialismo. Siempre los socialistas dijimos que sólo sacándole el poder que estos tienen se podrá empezar a gobernar a favor de los trabajadores. Pero a los Kirchner, no es esto lo que se les pasa por sus cabezas. Sólo usan lindas frases para encubrir su verdadero rostro. Lo mismo vale para la oposición patronal de los Alfonsín, Solá- Duhalde, Carrió y otros. Todos ellos (PJ, UCR, incluida la centroizquierda), ya gobernaron y gobiernan para los grandes grupos económicos. Los Kirchner en el país, Macri y el PRO en Capital, la UCR y el peronismo disidente en algunas provincias. Por eso los trabajadores vienen perdiendo conquistas tras conquistas a medida que pasan las décadas.
El gobierno lo reconoce
El gobierno se muerde su propia cola. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, se peleó públicamente con el dueño de Fiat, Christian Ratazzi. Le dijo: “su negocio es brillante porque el gobierno se lo facilitó”. La presidente agregó que los industriales no se pueden quejar “cuando la rentabilidad de la industria se triplicó en los últimos seis años. Venden tres veces lo que exporta el promedio de las Pymes en Latinoamérica” (Clarín, 3/09). Mientras las Cámaras exportadoras han denunciado un 50% de rentabilidad de sus empresas.
A confesión de parte, relevo de prueba. ¿Dónde está el combate a las corporaciones? Es el propio gobierno quien reconoce que estas patronales, muchas de ellas multinacionales, vienen ganando fortuna gracias a sus buenos oficios, es decir, devaluación, subsidios y exenciones impositivas, entre otros beneficios.
Repsol y compañía
Ese “poder oculto” existe y se ve. “Las empresas incrementaron sus ganancias 93 por ciento en el primer semestre, mostrando el excelente momento que atraviesa la cúpula empresaria argentina” (Página12, 30-08). ¿Quiénes son? Aquellas empresas vinculadas con la explotación de recursos naturales -agropecuarios y petróleo-, y los productos de insumos básicos en segmentos de mercado oligopólico -cemento, acero y otros-.
Los resultados acumulados por esas compañías ascienden a 2.200 millones de dólares. Encabeza la grilla la industria del petróleo y gas, con Repsol-YPF al frente, concentrando el 33,7% de los resultados positivos. Los bancos privados y las empresas de telecomunicaciones ocupan los puestos siguientes. En cuarto lugar se ubican las siderúrgicas representadas por Siderar.
Es de destacar a la multinacional española YPF que acumuló en los primeros seis meses del año ganancias por 3.100 millones de pesos, triplicando la cifra alcanzada en 2009. El grupo Techint tuvo un saldo positivo de $1.100 millones y el sector de alimentos y bebidas ganó un 26%. Las patronales del campo, por su parte, si bien están peleadas con el gobierno, siguen haciendo fortunas con los altos precios internacionales de las materias primas y la sojización que, los Kirchner, lejos de combatir, alientan para seguir recaudando vía las retenciones.
No estamos ante ningún “poder oculto”. Hay un poder que todos los días factura y factura a costa de los trabajadores. Es el poder para el que gobierna Cristina que está encarnado en Repsol-YPF, Telefónica y Telecom, GM, VW y demás automotrices, la Barrick, el Citibank y demás bancos usureros, las patronales del campo y exportadoras alimenticias, entre otras. Por eso da tanta indignación que se la pase todos los días criticando a otros (también responsables) de defender esos intereses, cuando es su gobierno quien lo hace todos los días.
Crecimiento con menos empleo y más explotación
El gobierno se vanagloria que vivimos un crecimiento a tasas chinas. Pero ese crecimiento es para las grandes patronales y acreedores de la deuda externa. Porque para los trabajadores hay pocos beneficios.
Por ejemplo, el mayor crecimiento de la economía no está significando que haya más ni mejores puestos de trabajo. Un estudio de IDESA señala que “ni siquiera la creación de 2 millones de puestos de trabajo formales a partir de 2004 fue suficiente para conseguir que el grueso de la población ocupada resuelva sus problemas de empleo” (iECO, 5/09). Por eso existen 4 millones en negro, 1,4 millones de desocupados y 3,6 millones que figuran como cuentapropistas (entre ellos muchos que viven de changas-subocupados).
Pero lo más relevante es un dato de SEL consultores, que señala: “las mejoras de producción y del consumo no están vinculadas tanto a la recuperación del empleo ni al aumento del salario real por hora, sino al incremento de las horas trabajadas. Esto sugiere que el crecimiento industrial no se basa en el aumento del empleo, sino en una mayor intensidad de uso de la dotación existente” (Ídem). Es decir, mayor explotación. Si a eso le sumamos el reconocimiento que hace la propia secretaria de Trabajo de Carlos Tomada, Noemí Rial, sobre que “en la alimentación los costos salariales a valor dólar están más bajos que en 2001” (Suplemento Cash, Página/12, 5/09), veremos que el “poder oculto” actúa bajo las sombras del peronismo kirchnerista que le sirve a sus intereses.
El Socialista 08/09/10