Chile: La real historia de “Don Lucho»
Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)
Algunos medios internacionales y locales convirtieron a Luis Alberto Urzúa Iribarren, el famoso y reservado jefe del turno de los 33 trabajadores atrapados 70 días por la mina San José, en “hijo de un fusilado” e “hijastro” del asesinado dirigente sindical minero Benito Tapia Tapia, víctima de la Caravana de la Muerte. Sin embargo, no existe tal parentesco, sin que eso signifique ningún menoscabo a la condición humana y las capacidades de organización y liderazgo de “Don Lucho”, el topógrafo de 54 años que organizó la heroica resistencia a la adversidad demostrada por los 32 mineros y un chofer que ingresó con un camión al yacimiento minutos antes del desastre.
La noticia falsa circuló como rumor en el cotorreo por twiter y correo electrónico, ardiendo como si fuera un reguero de pólvora minera -pero sin sustento de datos confiables- durante todo el fin de semana anterior al rescate y cuando apareció publicada el miércoles 13 de octubre como un “golpe” del diario “El Mundo” de España, en un informe despachado por Jorge Barreno desde el Campamento La Esperanza, se dio por “confirmado” el parentesco ficticio, sólo por haber sido publicado en el diario hispano ligado al neo franquista Partido Popular (PP). Una vez más se comprobó que los grandes medios no siempre relatan la verdad y validan noticias espurias. “¡Lo dijo ‘El Mundo’!”, luego es verdad.
Benito Tapia Tapia, que no fue padrastro de Don Lucho, efectivamente fue asesinado a los 32 años, cuando era dirigente de la Confederación Nacional del Cobre y miembro del Comité Central de la Juventud Socialista, según consta en la página 267, Tomo 1, del Informe Rettig. Fue detenido por militares sedientos de sangre el 17 de septiembre de 1973 y asesinado al día siguiente, junto a otros luchadores sindicales y políticos del área minera de Atacama/Copiapó, donde se explotaban importantes yacimientos de cobre como Potrerillos y El Salvador nacionalizados por Salvador Allende como toda la gran minería cuprífera.
Breve biografía
Don Lucho nació en Providencia, Santiago, el 18 de febrero de 1956, y fue registrado como hijo de Nelly Iribarren, oriunda de Vallenar, y don Luis Urzúa, pero la pareja no prosperó. Según el relato de su madre y hermanas, difundido el 14 de octubre por el diario La Tercera, doña Nelly regresó a su tierra natal cuando el Don Lucho de hoy tenía 3 años, y rehizo su vida afectiva con otra pareja, don Clodomiro Tapia, con quien tuvo cinco hijos. Empero, Clodomiro falleció de cáncer al hígado en 1973 y el joven Luis Alberto, de 17 años, debió trabajar para mantener y educar a sus hermanos, y simultáneamente, estudió en la entonces llamada Escuela de Minas de Copiapó. Su padre biológico, Luis Urzúa, falleció de un infarto en 1987. Tanto su padre real Luis Urzúa, como su padrastro Clodomiro Tapia, fallecieron por enfermedades.
Don Lucho comenzó a trabajar en minería en 1979. Se casó a los 30 años, se desempeñó en las minas Agustina, Carola y Punta del Cobre, donde fue topógrafo jefe. Tiene dos hijos, Luis de 22 y Noelia de 25. Vive hace 20 años en Copiapó e ingresó a la mina San José atraído por un buen salario.
Otros detalles de su personalidad fueron sobradamente conocidos en Chile y el mundo entero durante los 70 días de reality show que montaron las estaciones de televisión y demás medios chilenos y extranjeros en el campamento La Esperanza. Hasta ahora nadie ha dicho que esos medios hicieron “un pacto de silencio” para darle tiempo a Piñera para trasladarse al mineral San José y dar personalmente “la exclusiva” del hallazgo con vida de los trabajadores, exhibiendo el conocido mensaje escrito por Don Lucho con marcador o “plumón” rojo: “Estamos vivos los 33 en el refugio»
Argenpress 18/10/10