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Yasky y Micheli son los grandes perdedores

Fraude en la CTA

Yasky y Micheli son los grandes perdedores

Yasky Micheli

Tanto Micheli como Yasky son los derrotados en la fraudulenta elección de la CTA. Se demostró el fracaso del proyecto sindical y político que los dos sectores vienen llevando adelante en la central sindical. Hace falta un nuevo sindicalismo combativo y democrático para pelear por una CTA verdaderamente autónoma de las patronales y el gobierno.

Escribe: Carlos Alonso

Las “elecciones directas” de la CTA fueron un verdadero escándalo. A la baja votación (principalmente de trabajadores ocupados), se le sumaron padrones inflados, lugares inaccesibles de votación, falta de boletas de las listas de izquierda y un largo etcétera de anormalidades. A esto se agregó el clientelismo con los planes sociales al mejor estilo de punteros del PJ para conseguir votos para cada uno de los dos sectores. Uno de los aspectos significativos de la elección fueron los votantes de los movimientos sociales, ya que son amplia mayoría en los padrones. Los que definen la votación en la CTA, no son los trabajadores ocupados.

Micheli fue consagrado ga- nador por la Junta Electoral Nacional, donde tiene mayoría. Pero Yasky, quien impugnó las elecciones en 10 provincias y 9 distritos del gran Buenos Aires, no reconoce la derrota y va a esperar la resolución de la “comisión de notables” del Comité Arbitral que pactaron entre ambas listas. El sainete de los números e impugnaciones puede seguir varios días más. Se les cayó la careta de la democracia sindical y mostró el tremendo fraude, tanto de la lista 1 de Micheli como de la 10 de Yasky, emulando las viejas prácticas de los burócratas de la CGT. Hasta Moyano ironizó con una frase: “No son tan democráticos”.

Las acusaciones entre ambos sectores y la pelea por los resul- tados finales profundiza la crisis y puede llegar a la fractura de la CTA. Tanto Micheli (quien posa de opositor, ligado a Pino Sola- nas) como Yasky (más cercano al gobierno y parte del proyecto político de Sabatella), no pelean por modelos sindicales antagóni- cos, sino por el control del aparato. No para ponerlo al servicio de las necesidades de los trabajadores. Prueba de ello es que no hicieron nada ante el pedido de los traba- jadores de Paraná Metal de paro nacional de la CTA.

Micheli junto a De Gennaro, la conducción de los estatales, vienen dejando pasar aumentos miserables de sueldos, como el 21% para los estatales nacionales y cifras menores en distritos como Provincia de Buenos Aires. Es un supuesto opositor al kirchnerismo que llevó en la lista a la ultra kirchnerista Milagro Sala, quien le permitió conseguir una importante ventaja en votos. Motivo de la “llamada de atención” del gobierno a la jujeña, que luego se retiró de la CTA. Yasky, quien deja aislada cada lucha docente y fue parte del pacto con la CGT, gobierno y las patronales para hacer pasar los topes salariales, venía haciendo una campaña mediática con artistas y personalidades “progres”, contando con el aparato del kirchnerismo y de varios intendentes del conurbano para movilizar los planes Argentina Trabaja. Movilización que no se dio en la magnitud que esperaban para ganar la elección, ya que estuvo envuelta en intrigas y traiciones de las internas del PJ. Esto golpeó al gobierno y al kirchnerismo de conjunto.

Esta crisis, de difícil retorno, se da en medio de un tremendo fraude y se puede profundizar con la posibilidad de ruptura. Lo que demuestra el fracaso del proyecto político y sindical de ambos sectores. Es el fracaso del sindicalismo no peronista ligado a distintos proyectos de la centroizquierda que dejó aisladas y libradas a su suerte a las principales luchas que se dieron en los gremios que dirigen y siempre fueron furgón de cola de los gobiernos de turno. Como antes lo hizo De Gennaro con la Alianza y ahora, Yasky con el kirchnerismo.

Hace falta un nuevo sindicalismo

La unitaria y frentista lista 5-FRENTE CLASISTA realizó importantes votaciones en dife- rentes estructuras sindicales a ni- vel nacional donde fiscalizó (ver La elección de la lista 5…).

Frente a estas elecciones fraudulentas y el hecho que Micheli y Yasky dicen esperar la decisión de la “comisión de notables”, proponemos: ¡Basta de fraude! Que sean los trabajadores quienes decidan democráticamente como afrontar la crisis en la que han sumergido estos dirigentes burocráticos a la CTA y cómo organizar nuevas elecciones verdaderamente limpias y democráticas. Ante las luchas en curso de docentes de provincia de Buenos Aires y Entre Ríos, o el paro de ATE Buenos Aires del próximo 13 de octubre, llama mos a que Micheli y Yasky, en vez de pelearse por el aparato, convoquen a un plan de lucha en serio por salarios.

Está claro que hace falta otro modelo sindical, combativo y que practique la democracia sindical para postular a la CTA como verdaderamente autónoma de las patronales y el gobierno.

Ese fue el planteo que impulsamos desde la lista 5, integrada por referentes de las luchas más importantes que se vinieron dando en estos años y distintas expresiones de la izquierda. Este es el camino que tenemos que seguir fortaleciendo en unidad. Llamamos a los trabajadores a sumarse a esta pelea.


Milagro Sala: “La CTA fracasó”

La figura de Milagro Sala se ha convertido en una de las más importantes de las últimas elecciones de la CTA. En primer lugar, porque la dirigente jujeña, quien se declara abiertamente kirchnerista, dio un crucial apoyo a la lista de Pablo Micheli, supuestamente opositor al gobierno, a punto tal que los 22 mil votos de la lista 1 en Jujuy explican gran parte del triunfo que esta lista se adjudica según el escrutinio provisorio. En segundo lugar, por el clientelismo y el fraude. Según dichos de la lista 10 “…nadie fiscalizó a Milagro. Al día siguiente de la votación ella nos dijo que en la provincia hubo 10 mil votos para Micheli y 9 mil para Yasky. Pero con el pasar de los días este número se modificó y terminaron apareciendo 23 mil votos para Micheli, mientras que nosotros seguimos en 9 mil. Eso nos da lugar a preguntarnos de dónde salieron esos votos extras que favorecieron a Micheli” (Pagina 12, 29/9). Una muestra del acuerdo fraudulento que existía entre ambas listas.

Por último, la propia Milagro Sala dio cuenta de la real situación de la CTA al anunciar que la TUPAC se retira de la misma diciendo: “Del millón y medio de afiliados ¿cuántos votaron? Nada. Sorprende que hayan ido a votar tan pocos. Con el 15 por ciento de los votos no puede gobernar nadie. Siento que hemos fracasado en mantener unida a la CTA”. (La Nación, 30/9). Si ella lo dice…


¿Ganadores con el 3% de los votos?

Según los resultados “oficiales” dados a conocer por la Junta Electoral Nacional, habrían votado alrededor de 267.000 personas de un padrón de 1.400.000. Es decir, el 18% (el 82% no lo hizo). Micheli habría obtenido 131.000 votos y Yasky 113.000. Ambos se proclaman “ganadores” con un porcentaje ínfimo: 9% para Micheli y 8% para Yasky. Pero si contemplamos que del 1,4 millón de empadronados un 70% son “movimientos sociales”, no trabajadores estructurados, quiere decir que a Yasky y a Micheli sólo lo votaron un 3% de trabajadores.

El Socialista 06/10/10

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