La Banelco del Bicentenario
Con acusaciones de compra de votos, gobierno y oposición protagonizaron un verdadero escándalo al tratar el Presupuesto 2011. ¿Qué hay detrás de esas peleas? Nada bueno para los trabajadores y el pueblo.
Escribe: Liliana Olivero
Legisladora Izquierda Socialista – Córdoba
“Un nuevo Pacto de Olivos” y “la Banelco de Cristina”, dijo Carrió. “Tiene problemas psíquicos”, le replicó Aníbal Fernández. “Hay ausencias que no podemos explicar”, agregó Pinedo del PRO, haciendo referencia a sus diputados que se fueron. “Mi voto no está a la venta”, dijo otra parlamentaria. Un verdadero escándalo nacional. Sacudón que llegó a Seúl, donde se encontraba la presidente en la reunión del G-20.
Si hay corrupción es porque todos están involucrados. El gobierno (que ofrece prebendas con su billetera a cambio de votos) y los diputados del PRO, UCR y PJ disidente, que se venden al mejor postor. Maniobras repudiables y prácticas políticas a la que nos tienen acostumbrados estos partidos patronales. ¿Este es el “reverdecer” de la política y de la “militancia” que reivindican desde las esferas oficiales después de la muerte de Kirchner?
Lo que está en juego
El gobierno criticó a la oposición diciendo que no puede dejar a la presidente sin esta ley fundamental para gobernar. Adelantando Cristina, por cadena nacional, que si no se la aprueban gobernará a decretazo limpio. ¿Las peleas se deben a que hay proyectos distintos? No. Solo que todos los partidos patronales tratan de sacar tajada en vistas a las elecciones de 2011.
El problema no es solo de “corrupción”, sino de algo más profundo: adónde van los fondos que generan los trabajadores y el pueblo. El gobierno subestima el crecimiento y la inflación para el año que viene (4 y 8,9% respectivamente), para que le queden 50.000 millones de pesos extra que podrá usar discrecionalmente. Además, esta ley destina 7.500 millones de dólares de las reservas para pagar deuda externa y otro tanto para el manejo de De Vido.
Por otro lado, fija un aumento del 10% para los empleados estatales y jubilados (cuando la inflación será del 30%), un aumento de tarifas públicas y, por supuesto, no tiene previsto pagar el 82% móvil a los jubilados ni cubrir las actualizaciones ordenadas por la Corte Suprema. Es decir, un presupuesto hecho a medida de los usureros internacionales, para subsidiar a las patronales y destinar millones con fines clientelares para las elecciones del año que viene, no para redistribuir la riqueza.
La oposición patronal se pelea demagógicamente. ¿Alguien escuchó a Solá, Carrió, la UCR o al PRO cuestionar los 4.400 millones de dólares que ya se pagaron este año por deuda externa? ¿O los 7.000 millones de dólares que se van a pagar al Club de París? ¿O que se peleen con el gobierno por cuánto se le debería aumentar a docentes y estatales? ¡Nada de eso!
Los opositores dicen que hay que bajar las retenciones a las patronales del campo. Y si proponen el 82% móvil, es puro electoralismo. La prueba está en que la oposición habla de “consensuar” el Presupuesto, incluido Pino Solanas y Lozano. Quiere decir que grandes diferencias con el gobierno no tienen. Todos son iguales donde gobiernan, en el país, y en las provincias que presiden los radicales o macristas.
Hacen faltas medidas de fondo
Los socialistas planteamos que para combatir de raíz los graves problemas sociales, hay que aplicar medidas opuestas a las del gobierno y la oposición patronal. Hay que destinar los enormes fondos de las reservas, el Banco Central y los que van a la usurera, ilegítima y dictatorial deuda externa, a aumentar salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar. Terminar con el trabajo en negro y las tercerizadas. Subir los presupuestos de Salud y Educación. Elaborar un plan de obras públicas, viviendas, escuelas y hospitales para dar trabajo genuino. Gravar con impuestos progresivos a las grandes fortunas, multinacionales, bancos y patronales del campo. Terminar con la inflación, imponiendo precios máximos y eliminando el IVA de la canasta familiar, bajo apercibimiento de expropiar a los monopolios formadores de precios. Recuperando el patrimonio nacional (petróleo, ferrocarriles, teléfonos y empresas de agua, luz y electricidad) reestatizando las privatizadas. Medidas que no están en debate en estas peleas por arriba entre gobierno y oposición. Sino que tendremos que imponer con lucha y movilización. Construyendo unidad entre los trabajadores y la izquierda, enfrentando a los políticos patronales y corruptos que gobiernan para los de arriba desde hace décadas.
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Dijo el diputado Depetri: “Si cae Cristina viene la derecha”
Esto señaló el reemplazante de Néstor Kirchner al asumir. Denunciando a “sectores de derecha que buscan desestabilizar a Cristina, como Duhalde”. Depetri y el kirchnerismo dicen: “o se apoya a Cristina, o viene el ajuste con represión”. Pero toda la oposición patronal salió a apoyar a la presidente asegurándole gobernabilidad para 2011 y no hay ninguna posibilidad de golpe de estado. ¿A qué se refiere Depetri?
Sus dichos apuntan en dos sentidos: uno, para que se apoye como única alternativa al gobierno nacional. Dos, para preparar el terreno diciendo que quien desafíe los dictados del gobierno es “de derecha”. Ahora usan a Duhalde, pero recordemos cuando la CGT y Moyano tildaron de “zurda loca” y “desestabilizadores” a los trabajadores de Kraft. O cuando la presidente recientemente habló de “dos bandos violentos” en Barracas, defendiendo a la patota del asesino Pedraza.
Repudiamos las declaraciones de Depetri y la campaña montada por el gobierno que más temprano que tarde irá contra los que luchan.
El Socialista 17/11/10