La «Operación Petróleo»
EEUU y la OTAN «fabrican» una invasión tipo Yugoslavia en Libia
«EEUU y la OTAN pueden repetir en Libia la guerra que desataron en Yugoslavia», señala hoy un articulo firmado por Andrei Fediáshin en la agencia rusa RIA Novosti. En la misma línea, y en un articulo publicado en Global Research, titulado «Insurrección e intervención militar en Libia», el analista Michel Chossudovsky sostiene que «Los supuestos estratégicos tras la “Operación Libia” son reminiscencia de las anteriores empresas militares de EEUU y la OTAN en Yugoslavia e Iraq».
IAR Noticias
«Lo que ocurre ahora en Libia hace recordar los acontecimientos en Yugoslavia a partir de los bombardeos de 24 de marzo de 1999. No sólo el mes y los métodos coinciden, es que las herramientas, incluidos los buques incluso, son los mismos. Queda esperar a que introduzcan una zona de exclusión aérea sobre Libia, como lo hicieron con Yugoslavia a principios de la guerra», afirma el articulo de la agencia RIA Novosti.
«El Consejo de Seguridad de la ONU delibera sobre la situación en Libia a diario y los países miembros demuestran una precipitación y posturas demasiado extrañas», añade.
«En este sentido -amplia RIA Novosti– , la situación en Libia de nuevo recuerda la de Yugoslavia antes de los bombardeos que la OTAN denominó “Operación Fuerza Aliada” y EEUU “Operación Yunque Noble”. En primavera de 1999, Rusia y China lograron, a pesar de todo, bloquear la resolución de la ONU que autorizó la acción bélica contra Yugoslavia. Pero la OTAN empezó bombardeos sin sanción alguna, violando la Carta de la ONU, guiándose por su propia Carta».
«Irónicamente, la “Operación Yugoslavia” está ahora en labios de los políticos estadounidenses: el Senador Lieberman ha “comparado la situación en Libia con los acontecimientos en los Balcanes en la década de 1990, cuando dijo que EEUU ‘había intervenido para detener un genocidio contra los bosnios’. Y lo primero que hicimos fue proporcionarles armas para que se defendieran. Esto es lo que creo que deberíamos hacer en Libia”, apunta por su parte Michel Chossudovsky .
Para el especialista, «Las fuerzas especiales y los asesores de la OTAN están ya sobre el terreno. La operación se planeó para hacerla coincidir con el movimiento de protesta en los países árabes vecinos, haciéndosele creer a la opinión pública que el movimiento de protesta se había extendido de forma espontánea a Libia desde Túnez y Egipto».
«Este no es un movimiento de protesta no violento como en Egipto y en Túnez -continúa- . Las condiciones en Libia son completamente diferentes. La insurgencia armada en el Este de Libia está directamente apoyada por potencias extranjeras. La insurrección en Bengasi enarboló inmediatamente la bandera roja, negra y verde con la media luna y la estrella: la bandera de la monarquía del Rey Idris, que simbolizaba el dominio de los antiguos poderes coloniales».
Para Chossudovsky , «el objeto real de la “Operación Libia” no es establecer la democracia sino tomar posesión de las reservas de petróleo de Libia, desestabilizar la National Oil Corporation (NOC) y, finalmente, privatizar la industria petrolera del país, es decir, transferir el control y propiedad de la riqueza petrolera de Libia a manos extranjeras. La National Oil Corporation se sitúa en el puesto 25 entre las 100 compañías petroleras más importantes del mundo. (“The Energy Intelligence ranks NOC 25 among the world’s Top 100 companies”, Libyaonline.com.)».
Andrei Fediáshin sostiene en RIA Novosti que «desde la primera semana de febrero, hacia las orillas de Libia avanzan fuerzas de EEUU y la OTAN. Para el 4 de marzo el Canal de Suez lo cruzaron, llegando al golfo de Sirte (a la costa de Libia), la nave de asalto anfibia y portahelicópteros USS Kearsarge, el navío de apoyo USS Ponce y el submarino nuclear Scranton que forman parte del grupo de operaciones anfibias de EEUU con el portaaviones Enterprise a la cabeza. Este último se encuentra en la parte norte del Mar Rojo, como para alcanzar Libia con facilidad».
«Sólo Rusia y China se pronuncian contra la intervención militar. Los demás miembros del Consejo de Seguridad dicen estar listos “para cualquier eventualidad”, pero reconocen que para la intervención hace falta la sanción de la ONU», añade.
Según Michel Chossudovsky “Cientos de asesores militares estadounidenses, británicos y franceses están ya en Cirenaica, la provincia separatista oriental de Libia. Los asesores, incluyendo oficiales de inteligencia, llegaron desde barcos de guerra y buques con misiles hasta las ciudades costeras de Bengasi y Tobruk” (DEBKAfile, “US military advisers in Cyrenaica”, 25 febrero 2011)».
«Las fuerzas especiales de EEUU y los aliados están sobre el terreno en el este de Libia, proporcionando apoyo secreto a los rebeldes. Esto se reconoció tras arrestarse a comandos de Fuerzas Especiales SAS británicas en la región de Bengasi. Estaban actuando como asesores militares de las fuerzas de oposición», añade.
“Ocho comandos de las fuerzas especiales británicas, en misión secreta e intentando poner en contacto a diplomáticos británicos con los principales opositores al Coronel Kadafi en Libia, acabaron humillados tras ser detenidos por fuerzas rebeldes al este de Libia”, informó esta semana el Sunday Times.
«En Yugoslavia -señala Michel Chossudovsky-, las fuerzas de EEUU y la OTAN desencadenaron una guerra civil. El objetivo era crear divisiones étnicas y políticas que finalmente llevaron al desmembramiento de todo un país. Ese objetivo se consiguió mediante la financiación y entrenamiento secretos de ejércitos paramilitares armados, primero en Bosnia (Ejército Musulmán Bosnio, 1991-95) y seguidamente en Kosovo (Ejército de Liberación de Kosovo -KLA, por sus siglas en inglés-, 1998-99). Tanto en Kosovo como en Bosnia, la desinformación llevada a cabo por los medios (incluyendo mentiras e invenciones) se utilizaron para apoyar las proclamas de EEUU y la UE de que el gobierno de Belgrado había cometido atrocidades, justificando así una intervención militar en función de razones humanitarias».
Andrei Fediáshin afirma que luego de los argumento esgrimidos para atacar Yugoslavia «la Alianza puede valerse de ellos para cualquier intervención a su antojo. Yugoslavia no había agredido a ningún estado de la OTAN, ni representaba amenaza para ninguno de sus miembros».
«La situación de Obama es absolutamente diferente -señala-. Continúa con dos guerras y no tiene por qué empezar una tercera. Al mismo tiempo, el forzar a huir a Kadafi no debe amenazar con una nueva guerra. Kadafi parece haberse pasado, le apoyan sólo las fuerzas desesperadas que dependen de su régimen».
«Pero Obama se enfrentará a un problema nada menos grave que el kosovar: el aumento de precios de petróleo ya amenaza al saneamiento económico lo que reducirá sus posibilidades de reelección el año próximo y esto sí que es un argumento serio», agrega el articulo de RIA Novosti.
Michel Chossudovsky afirma que «La invasión está sobre la mesa de planes del Pentágono. Se está elaborando para llevarla a cabo sin tener en cuenta las demandas del pueblo de Libia, incluidos los opositores al régimen, que han expresado claramente su aversión ante una intervención militar extranjera en derogación de la soberanía de la nación».
«Si esta intervención militar se perpetrara, acarrearía una guerra a gran escala, un ataque relámpago, que implicaría bombardear objetivos militares y también civiles», añade el experto.
«Libia está entre las mayores economías petroleras del mundo, con aproximadamente el 3,5% de las reservas globales de petróleo, más de dos veces las de EEUU. La planificada invasión de Libia, que está ya en marcha, forma parte de la más amplia “Batalla por el Petróleo”. Cerca del 80% de las reservas de petróleo de Libia se localizan en la meseta del Golfo de Sirte, al este de Libia, concluye Chossudovsky
10/03/11