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Memoria verdad y justicia para los pueblos indígenas

Memoria verdad y justicia para los pueblos indígenas


La muerte y la tortura no abandonan nuestros territorios y el exilio sigue siendo una constante en nuestros hijos, que no tienen futuro en tierras invadidas.
Agencia de comunicación Rodolfo Walsh

El Estado reivindica acertadamente a Madres y Abuelas de la Plaza, pero da la espalda con su silencio a la demanda histórica de las naciones originarias. A pesar que fuimos miles en el Bicentenario  a proponer que se rompa la alianza con las petroleras, mineras y forestales que violan nuestros derechos, arrasan nuestros campos, contaminan lo que nos da origen, nos despojan de nuestra identidad. La respuesta del Estado provincial y nacional ha sido: cientos de causas civiles y penales en nuestra contra, nuestras autoridades  originarias desfilando por los juzgados acusados de los peores delitos, nuestra familias desalojadas violentamente por la fuerza pública y en defensa de empresas privadas, nuestros dirigentes muertos con balas en el estomago como el diaguita Javier Chocobar, el pilaga Mario Lopez y el Qom Roberto Lopez. A estas muertes se suman, las de nuestros niños que mueren por enfermedades ya desaparecidas en regiones alejadas de nuestro país como el dengue, la malaria, la tuberculosis.

Comunicado

Neuquén, 23 de Marzo de 2011
24  de Marzo

Para que los DDHH lleguen a los Pueblos Originarios

Se cumplen 35 años del golpe de estado genocida cívico militar. La dictadura torturó, mató e hizo desaparecer miles de compañeros, para imponer a sangre y fuego un modelo económico que favoreció a los grandes capitales y sectores dominantes.

Sin embargo, para los Pueblos Originarios y el pueblo mapuche en particular, esta historia arrancó hace  130 años atrás y no fue Videla, sino Julio A. Roca, el genocida que aplicó el primer “terrorismo de estado” y aplico torturas, desaparecidos, apremios ilegales y exilio en su afán de despojar de su territorio a un Pueblo preexistente. Es urgente comprender esto, porque la campaña oficial por la “Memoria por la Verdad y la Justicia” no llega a nuestros territorios. El cuadro de Videla fue retirado del Colegio Militar, pero el cuadro del genocida Roca sigue dominando los principales salones de la Casa Rosada, del Congreso y de los palacios de Justicia.

El Estado reivindica acertadamente a Madres y Abuelas de la Plaza, pero da la espalda con su silencio a la demanda histórica de las naciones originarias. A pesar que fuimos miles en el Bicentenario  a proponer que se rompa la alianza con las petroleras, mineras y forestales que violan nuestros derechos, arrasan nuestros campos, contaminan lo que nos da origen, nos despojan de nuestra identidad. La respuesta del Estado provincial y nacional ha sido: cientos de causas civiles y penales en nuestra contra, nuestras autoridades  originarias desfilando por los juzgados acusados de los peores delitos, nuestra familias desalojadas violentamente por la fuerza pública y en defensa de empresas privadas, nuestros dirigentes muertos con balas en el estomago como el diaguita Javier Chocobar, el pilaga Mario Lopez y el Qom Roberto Lopez. A estas muertes se suman, las de nuestros niños que mueren por enfermedades ya desaparecidas en regiones alejadas de nuestro país como el dengue, la malaria, la tuberculosis.

No estamos hablando de Africa, ni de Asia. Hablamos de Argentina. De un momento político único, donde el proceso de transformación socio/político/económico de crecimiento constante, no llega a nuestras vidas, porque los Pueblos Originarios para crecer y salir de la exclusión necesitamos nuestros territorios libres de amenaza e invasiones de megaproyectos para poder desarrollar nuestros “Planes de Vida” o “Buen Vivir”.

Por eso ya no conmueven los discursos antimilitares, porque la muerte y la tortura no abandonan nuestros territorios. Y el exilio sigue siendo una constante, de nuestros hijos que no tienen futuro en tierras invadidas. Tampoco seremos parte de las multitudinarias marchas organizadas este 24 de Marzo.

Nos reuniremos al pie del Volcan Lanin a realizar nuestra ceremonia  filosófica o Gijanmawvn. Alli estaremos este 24 y 25 de marzo. Retomando el compromiso con las fuerzas naturales o pu Newen, del cual somos un elemento mas.  Queremos volver a cargar nuestros cuerpos y espíritus al mismo origen de esas fuerzas, en nuestro Pillan (Volcán). En el Pillan Mawiza (Volcán Lanín), buscamos encontrar la orientación justa, la fortaleza que conduzca la lucha que es permanente y mucha. Para que la sociedad no mapuche se prepare y nos acompañe en este proceso de cambios hacia una sociedad plurinacional. Para que las autoridades estatales, asuman que no es posible seguir sosteniendo un modelo basado en la explotación sin fin del Wajmapu o Madre Naturaleza. Porque en esa autodestrucción somos arrastrados. Porque en la lucha indígena contra esa lógica irracional, esta la posibilidad del Kvme Felen o Buen Vivir.

Porque sostenemos que sin derechos, no hay justicia, derechos humanos ni democracia.