Se derrumban los mercados por la crisis
Pánico nuclear: Japón se prepara para una catástrofe radiactiva y hay alarma global
Japón se enfrentaba el martes a una potencial catástrofe radiactiva después de que las explosiones en dos reactores de una central nuclear afectada por el terremoto del viernes enviaran bajos niveles de partículas radiactivas hacia Tokio. Se estima que la caída de la actividad económica en Japón como consecuencia del terremoto y el tsunami se extienda por toda Asia en las próximas semanas. Esto empeora aún más el panorama económico de la región, en un momento en que ya luchaba contra los efectos del alza de los precios del petróleo y los alimentos.
Informe
IAR Noticias / Agencias
El pánico se apoderó de la población tras aumentar los niveles radiactivos en la central nuclear golpeada por el terremoto al norte de la capital, provocando la salida de la ciudad de algunas personas y aglomeraciones para comprar alimento y provisiones.
Este martes se produjeron dos explosiones en dos de los reactores de la instalación nuclear después de días de desesperados esfuerzos para enfriarlos. La agencia de noticias Kyodo dijo que la piscina de combustible nuclear en el reactor número 4 podía estar hirviendo, sugiriendo que la crisis está lejos de superarse.
Niveles de 400 mili sieverts por hora se han registrado cerca del reactor 4, dijo el Gobierno. La exposición a más de 100 mili sieverts al año es un nivel que puede provocar cáncer, según la Asociación Nuclear Mundial.
El primer ministro, Naoto Kan, pidió a las personas que estuvieran en un radio de 30 kilómetros en torno a la instalación, ubicada en el norte de Tokio con una población de 140.000 personas, que no salieran al exterior, en medio de la crisis nuclear más grave desde el desastre de Chernóbil en Ucrania en 1986.
Mientras aumentaba la preocupación por el impacto en la agobiada economía nipona del doble desastre nuclear y sísmico, las acciones japonesas cayeron hasta un 14 por ciento antes de cerrar con una bajada de un 9,5 por ciento, ampliando el declive de un 7,6 por ciento visto la jornada anterior. El retroceso de dos días ha borrado unos 620.000 millones de dólares del mercado.
La radiación en la ciudad de Maebashi, a 100 kilómetros al norte de Tokio llegaba a 10 veces los niveles normales, informó la agencia de noticias Kyodo. En la capital sólo se han detectado bajos niveles, que hasta el momento «no son un problema», indicaron autoridades de la ciudad.
«La posibilidad de una mayor filtración radiactiva está aumentando», dijo un sombrío Naoto Kan, primer ministro de Japón, en un discurso a la nación.
«Material radioactivo alcanzará Tokio pero no es dañino para el ser humano porque para cuando llegue allí estará disuelto», dijo Koji Yamazaki, profesor de ciencias medioambientales en la Universidad de Hokkaido.
«Si el viento se intensifica, el material volará más rápido pero también se dispersará más en el aire», añadió..
Los vientos sobre la instalación nuclear se desplazaban lentamente hacia el suroeste en una dirección que incluiría Tokio, pero se desviarán hacia el oeste el martes más tarde, informó un meteorológo.
Algunas embajadas aconsejaron a sus trabajadores que abandonen las áreas afectadas, los turistas recortaron sus vacaciones y algunas compañías multinacionales dijeron a sus empleados que salgan de Tokio después de que ligeros niveles de radiación fuesen detectados en una de las ciudades más grandes y densamente pobladas del mundo.
Francia fue el primer país en levantar la voz de alerta sobre el peligro. Para el presidente de la Autoridad de la Seguridad Nuclear (ASN), André-Claude Lacoste, “no hay duda de que se ha producido ya un principio de fusión”, y elevó el nivel de alerta hasta 5 o incluso 6 .
La catástrofe de Chernobyl registró un nivel 7, el máximo de la escala. Fukushima ya ha sobrepasado el nivel de radiación de la central de “Three Mile Island”, central estadounidense que en 1979 sufrió la fusión parcial del núcleo del reactor.
El alerta es mundial. Europa ordenó ayer revisar todas sus centrales atómicas. “A nivel global, los desechos radiactivos en el entorno son importantes”, incidió la ASN. “ Estamos ante una crisis que podría durar semanas” , destacó.
Según la agencia Kyodo, la radiación detectada ayer en la planta de Fukushima es el doble del máximo visto hasta ahora, según una información facilitada por la Tokyo Electric Power, propietaria de la instalación.
Japón ya ha pedido oficialmente ayuda a la Agencia Internacional de la Energía Atómica, en concreto que envíe un equipo de expertos para intentar frenar el desastre.
La sensación de que el gobierno japonés está ocultando información se hizo el lunes más evidente entre los ciudadanos. Fukuyama “no desembocará en una situación similar a la de Chernobyl”, insistió ayer desde Tokio el portavoz del gobierno, Yukio Edano, quien había negado que el reactor número 2 fuera a sufrir una explosión como ya había ocurrido el sábado al 1 y el domingo al 3.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) dijo el lunes que elevó la magnitud del seísmo a 9 desde los 8,9 grados previos, lo que lo convirtió en el cuarto más potente desde 1900.
La industria automotriz, los constructores navales y compañías tecnológicas luchaban por suministros después de que el desastre obligó a cerrar fábricas en Japón e interrumpió la cadena de producción global.
Casi 850.000 hogares estaban sin energía en el norte del país, según la compañía Tohuku Electric Power, y el Gobierno dijo que al menos 1,5 millones no tenían agua potable. Decenas de miles de personas permanecían desaparecidas.
El impacto en los mercados
Las estimaciones del impacto económico están empezando a salir. Hiromichi Shirakawa, economista jefe de Japón en el Credit Suisse, dijo en una nota a clientes que las pérdidas oscilarían entre 171.000 y 183.000 millones de dólares sólo en la región afectada por el terremoto y el tsunami.
El terremoto ha forzado a muchas firmas a suspender la producción, y las acciones de las mayores compañías japonesas se derrumbaron el lunes, con Toyota cayendo casi un 8 por ciento.
Firmas internacionales se enfrentaban a interrupciones en sus actividades debido a que el seísmo y el tsunami destruyeron infraestructura vital, dañaron puertos y derribaron fábricas que suministraban desde componentes de alta tecnología hasta acero.
Las acciones de Tokio tuvieron una caída por segundo día consecutivo mientras se intensifica una crisis nuclear en el noreste del país.
El índice bursátil de referencia, el Nikkei 225, cayó hasta en un 14% después de que el primer ministro Naoto Kan pidiera a los habitantes de la zona cercana a una planta de energía nuclear afectada por el tsunami, que permanecieran en sus hogares ante el riesgo de contraer alguna enfermedad por la radiación. El índice cerró el martes con una disminución del 10,6% para quedar en 8.605,15 unidades.
A la caída bursátil, se suma otro fantasma. Las cuatro provincias más afectadas por el desastre en el noreste son Iwate, Miyagi, Fukushima y Ibaraki. Sus producciones representan casi 6% de la economía de Japón. El Banco Central informó que existe preocupación sobre la caída de la producción de las fábricas debido al desastre.
En tanto, las Bolsas europeas registraban una fuerte caída arrastradas por el Nikkei. Frankfurt abrió con una baja de casi 5% y retrocesos de más de 3% en Londres, París y Milán.
Los temores sobre una grave crisis financiera y nuclear en Japón, despertaron al Footsie-100 de Londres con su menor nivel en tres meses y medios. El índice caía también un 3%.
El índice de la Bolsa de Frankfurt se hundía 4,48%. Las plazas de Paris y Milán también perdían más de 3% menos de dos horas después de iniciarse las rondas.
Dos inyecciones de efectivo que suman un total de 980.000 millones de dólares (8 billones de yenes) se producen un día después de que el Banco de Japón alimentara los mercados financieros con 184.000 millones de dólares (15 billones de yenes) y adoptara otras medidas para proteger la débil economía nacional después del terremoto de una magnitud de más de 8,9 en la escala de Richter que ha causado miles de muertes.
Aún se está conociendo la amplitud de la destrucción causada por el potente seísmo del viernes y el posterior tsunami, mientras los equipos de rescate avanzaban por la región al norte de Tokio, donde se teme que hayan muerto al menos 10.000 personas.
«Es una escena del infierno, absolutamente una pesadilla», dijo Patrick Fuller, de la Federación Internacional de la Cruz Roja, desde la ciudad costera de Otsuchi.
El primer ministro Kan afirmó que Japón se enfrentaba a su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial y, con los costes financieros del desastre estimados en hasta 180.000 millones de dólares, los analistas dicen que la economía japonesa, la tercera mayor del mundo, podría caer nuevamente en recesión.
El economista Hiromichi Shirakawa, de Credit Suisse, y los analistas de Barclays Capital calcularon los daños en hasta 15 billones de yenes (183.000 millones de dólares) -aproximadamente 3% del PBI- mientras que otros analistas advirtieron que la economía se contraerá durante los próximos seis meses.
La caída económica supone el revés más doloroso para Japón desde la Segunda Guerra Mundial.
«Diversos sectores consideran que el movimiento telúrico asestó el golpe definitivo a un Japón débil que ha sido rebasado (en el último año) por una China en ascenso», dijo Koetsu Aizawa, profesor de economía en la Universidad de Saitama, en el norte de Tokio.
Se anticipa que las interrupciones de las actividades económicas en Japón como consecuencia del terremoto y el tsunami se extiendan por toda Asia en las próximas semanas. Esto empeora aún más el panorama económico de la región, en un momento en que ya luchaba contra los efectos del alza de los precios del petróleo y los alimentos.
El comercio entre Japón y otros países asiáticos puede caer de forma abrupta en el corto plazo, dijo Tim Condon, un economista de la región de Asia de ING en Singapur. Esto, sumado a otros problemas como las elevadas tasas de inflación, significa que «la próxima ronda de revisiones de crecimiento de Asia será a la baja», previó.
Japón sigue siendo un pilar de la economía de la región a pesar de cederle hace poco su puesto como la segunda economía del mundo después de Estados Unidos a China.
Todavía es la mayor fuente de inversión extranjera directa para muchas partes de Asia y un generador clave de ingresos procedentes del turismo, especialmente para países como Tailandia, que recibe aproximadamente un millón de japoneses al año.
IAR 15/03/11