Multitudinarias asambleas impulsan la huelga petrolera
La producción de petroleo se encuentra virtualmente paralizada en Santa Cruz. Ante la contundencia de la respuesta de los trabajadores, la conducción del gremio cerró la sede sindical.
Red Eco Alternativo Para Kaos en la Red
La huelga de los trabajadores petroleros de la provincia de Santa Cruz ya lleva 14 días. El conflicto se inició el 31 de marzo, cuando el titular del Sindicato de Petroleros Privados de Santa Cruz, Héctor Segovia, convocó a un paro sin afectación de tareas, con la excusa de reclamar por el convenio. A los dos días, Segovia firmó con la cámara patronal un aumento salarial de 25 mil pesos en cinco cuotas, de carácter no remunerativo – o sea, por fuera del básico- y la postergación de la firma del nuevo convenio hasta 2012.
Ocurre que el pasado 31 de marzo venció la vigencia del CCT, convenio que de por sí implicaba notorias desigualdades con los de Chubut o Neuquén, por ejemplo. Los trabajadores petroleros venían reclamando hace meses por la vigencia de un nuevo convenio que equipara los derechos laborales. Por otro lado, la firma de un acuerdo no remunerativo desató el rechazo masivo de delegados y trabajadores, quienes ratificaron el paro de la producción (que se venía haciendo efectivo desde el primer día en contra del llamamiento de Segovia) realizando asambleas y cortes de ruta. El acuerdo burocrático de Segovia con las empresas del sector –cuyos representantes principales son YPF, Pan American Energy y Sinopec- desató una ferrea oposición de las bases, no sólo en rechazo a las prácticas de la conducción del gremio sino también sostenido en el alto costo de vida de los trabajadores de Santa Cruz y las fabulosas rentas del sector empresario.
Ante la contundencia de la respuesta de los trabajadores, los representantes de la conducción del gremio se “borraron” literalmente, al punto de cerrar la sede sindical de Las Heras. El estado provincial y las empresas manifestaron estar sufriendo pérdidas millonarias, y el viernes 8 de abril el Ministerio de Trabajo Nacional dictó la conciliación obligatoria.
La resolución ministerial fue rechazada por 130 de los 150 delegados sindicales que convocaron a redoblar las medidas de fuerza exigiendo la firma del convenio y un aumento remunerativo inmediato y efectivo. Durante esos días se llevaron a cabo multitudinarias asambleas en la zona norte de la provincia -donde se encuentran la gran mayoría de los afiliados del gremio-, en lugares estratégicos de la producción de crudo como Pico Truncado –con 1.000 trabajadores- y Cañadón Seco -2.000 trabajadores-. En Las Heras, ciudad de larga tradición combativa, se realizó el lunes 11 una asamblea en la que participaron 2.000 trabajadores.
La producción de petróleo se encuentra virtualmente paralizada, al punto que el gobierno nacional decretó el cierre de las exportaciones para garantizar el abastecimiento interno. Por su parte, el gobierno provincial reconoció pérdidas de casi 42 millones de pesos, fundamentalmente en concepto de regalías.
Hasta el momento, los intentos de negociación impulsados por el Ministerio Nacional, la Cámara Patronal y la conducción del Sindicato de Petroleros Privados –que buscó en los últimos días recuperar el lugar protagónico- han resultado infructuosos, por no responder cabalmente a las demandas de los trabajadores. Los reclamos unánimes implican la firma del convenio y el aumento salarial, pero también irrumpieron con fuerza en las asambleas y plenarios reclamos históricos como el 82% móvil, la eliminación del impuesto a las ganancias sobre el salario y el fin de la tercerización, que es importante en el sector.
Otra discusión de fondo: la soberanía sobre los recursos naturales
Más allá del conflicto gremial desatado en la provincia de Santa Cruz, aparece de fondo una problemática de larga data, que tiene que ver con la ausencia de soberanía del Estado Nacional respecto a la extracción de los recursos hidrocarburíferos. El esquema neoliberal instaurado por Menem a partir de la privatización y la entrega de los recursos del suelo al capital trasnacional continúa prácticamente intacto. Las petroleras que explotan el suelo nacional han incrementado exponencialmente sus ganacias, sin destinar recursos suficientes para la exploración. Las retenciones a la exportación de petróleo, fijadas por la administración kirchnerista, establecieron un precio interno, pero la reciente liberación del precio de los combustibles vuelve a aumentar las ganancias de las petroleras a expensas del pueblo. Las prórrogas a los explotaciones petrolíferas en Chubut y Santa Cruz firmadas por Néstor Kirchner alimentan el esquema de saqueo neoliberal. Para muestra valga un botón. En 2007, el gobierno de Chubut, con el acuerdo del gobierno nacional, prorrogó la concesión que el ex presidente Carlos Menem otorgara en 1997 a la empresa británica British Petroleum del yacimiento Cerro Dragón. A través de su representante Pan American Energy, la BP gozará de las ganancias por la extracción del petróleo chubutense hasta el año 2047, cuando aun faltaban 10 años para la finalización de la concesión.
El panorama se completa con la provincialización de los recursos mineros e hidrocarburíferos, lo cual deja a las provincias en inferioridad de condiciones para negociar con los pulpos trasnacionales. La llamada “ley corta” firmada por Kirchner, consolidó el dominio provincial, la explotación sin límites y sin recuperación de las reservas y la privatización al prorrogar las mejores concesiones con contratos claramente desfavorables para la Nación.
15/04/11