Reconciliación palestina: Hamas y Al Fatah ponen fin a 4 años de fractura política
Desde 2006 gobernaban Gaza y Cisjordania por separado. Volverán a un gobierno de unidad y habrá elecciones en un año. «Damos vuelta la página de la división para siempre», dijo Mahmud Abbas.
Por Shlomo Slutzky
Tras cuatro años dándose la espalda, los gobiernos de Cisjordania y la Franja de Gaza vuelven así a ser uno y a mostrar solidez frente a Israel. El grupo palestino nacionalista Al Fatah y el islamista Hamas pusieron hoy fin a cuatro años de división, en una ceremonia en El Cairo en la que anunciaron oficialmente el acuerdo de reconciliación palestina.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, y el jefe de la oficina política de Hamas, Jaled Meshaal, mostraron su compromiso con la reconciliación y su posición crítica ante Israel, al que consideraron el obstáculo para la paz.
«Después de cuatro años negros que han causado daños para los intereses nacionales del pueblo (palestino), aquí nos reunimos para anunciar que pasamos la página de la división para siempre», afirmó Abbas en el acto en la sede oficial de los Servicios Secretos egipcios.
En su discurso ante una audiencia compuesta por dirigentes egipcios y representantes de varios países, Abbas insistió en que Hamás es parte del pueblo y la arena política palestina.
El presidente de la ANP y líder de Al Fatah, que levantó aplausos y risas durante su discurso, rechazó «la intervención en los asuntos internos palestinos», en referencia a las recientes críticas israelíes al acuerdo.
Por su parte, Meshaal señaló que su grupo está «dispuesto a pagar cualquier precio por la reconciliación» y que lo que desea es «un Estado palestino independiente y con soberanía en Cisjordania y la Franja de Gaza».
«Queremos acelerar la salida de esta difícil etapa para cicatrizar las heridas y estar libres con vistas a llevar a cabo nuestro proyecto nacional», agregó.
En cuanto a este proyecto, Meshaal aseguró que están «dispuestos a concurrir a las elecciones lo antes posible», pero para ello es necesario que «la situación lo permita sobre el terreno».
El acuerdo de reconciliación, alcanzado por Hamas y Al Fatah el pasado 27 de abril en la capital egipcia, establece la formación de un Gobierno provisional integrado por tecnócratas y la celebración de elecciones dentro de un año.
«Vamos a aceptar los resultados de las elecciones, sean los que sean», subrayó Meshaal, en referencia al conflicto electoral que desató la ruptura.
Hasta ahora y desde las elecciones en 2006, en las que Hamas se hizo con la victoria en la Franja de Gaza, había sido imposible hablar con una sola voz. Menos aún desde que en 2007, Hamas derrocara a Al Fatah en la Franja, tomara ese territorio por la fuerza y empezaran a gobernar por separado.
En este sentido, el líder de Hamas insistió que no va a haber un enfrentamiento entre su grupo y el resto de facciones palestinas, porque su «única lucha es con Israel».
Asimismo, Meshaal indicó que lo que esperan es tener «una única referencia política, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y una Autoridad Nacional Palestina».
La ceremonia de hoy, que supuso el anuncio oficial de este acuerdo después de que ayer el resto de facciones palestinas se adhirieran al documento, se desarrolló en un ambiente distendido en el que no faltaron las críticas a Israel.
Abbas dijo que Tel Aviv «toma como pretexto la reconciliación para huir de la paz» e instó al Gobierno israelí del primer ministro Benjamín Netanyahu a «elegir entre la paz y los asentamientos».
Además, hizo hincapié en que los palestinos están comprometidos con las resoluciones internacionales y con la propuesta de dos Estados (uno israelí y uno palestino), pero rechazan un Estado con fronteras provisionales y la presencia de soldados israelíes en territorio palestino.
«La vuelta a las negociaciones exige el regreso (de Israel) a la legitimidad y el cese de la colonización», agregó, respecto a las conversaciones de paz que arrancaron en Washington el pasado 2 de septiembre y que quedaron en punto muerto luego de que Israel se negara a prorrogar una moratoria en la construcción de asentamientos.
En este sentido, Meshaal aseguró que Israel ha rechazado todas las iniciativas propuestas para lograr la paz y niega los derechos al pueblo palestino, que, según él, «no renunciará a un palmo de su territorio y tampoco al derecho de retorno (de los refugiados)».
«Los palestinos dieron una oportunidad a la paz durante los últimos veinte años y estamos preparados para dar otra oportunidad al proceso de paz, pero a través de una estrategia árabe unificada que obligue a Israel a reconocer nuestros derechos», añadió.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, calificó el acuerdo de «golpe mortal para la paz». Israel denunció el pacto debido a la larga historia de ataques suicidas y con cohetes a cargo de Hamas. Junto con Estados Unidos y la Unión Europea, considera a Hamas un grupo terrorista. «Lo sucedido en El Cairo es un golpe mortal a la paz y un gran premio para el terrorismo», dijo el premier durante una visita a Londres. «Israel sigue queriendo la paz y busca la paz, pero sólo podemos alcanzarla con vecinos que quieren la paz. Los vecinos que quieren la destrucción de Israel y usan el terrorismo, no son socios para la paz».
Mientras tanto, el mediador internacional Tony Blair insistió que el nuevo gobierno debe reconocer a Israel, un paso que Hamas siempre ha rechazado. Blair dijo que el mundo exigirá al nuevo gobierno palestino que renuncie a la violencia y reconozca el derecho de Israel a existir. A pesar de un cese de fuego informal que puso fin a la invasión israelí hace dos años, cientos de cohetes lanzados desde Gazaa han caído sobre Israel.
Blair representa al Cuarteto de Negociadores para Oriente Medio (Estados Unidos, la Unión Europea, las Naciones Unidas y Rusia), que impuso idénticas condiciones al gobierno palestino anterior. La negativa de Hamas a aceptarlas pondría en peligro la ayuda exterior por valor de cientos de millones de dólares.
Puede que las negociaciones de paz se enfríen, pero la fuerza renovada de los palestinos les permite ahora avanzar solos y con el eventual apoyo de la comunidad internacional hacia su soñado Estado. La pesadilla de verse rodeado de un Estado palestino con Hamás en el poder le obliga a Israel a ser ahora más creativo que nunca en la búsqueda de fórmulas locales e internacionales que lo apoyen.
La ceremonia oficial para sellar la reconciliación entre los palestinos, alcanzada con la mediación de Egipto, contó con la presencia de los líderes de las trece facciones palestinas, del secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, del ministro de Exteriores egipcio, Nabil el Arabi, y del jefe de la Inteligencia egipcia, Murad Muwafi, entre otros.
Clarin 04/05/11