El ataque directo contra un sindicato docente, un salto cualitativo y peligroso
Enviar a un grupo que violentamente invade un sindicato, lo ocupa y retenga como rehenes a sus directivos es dar una señal: “De ahora en adelante este será el método para romper las huelgas”
Simón Morales Izquierda.info 11-6-2011
Lo que sucede en Santa cruz es gravísimo. Es la primera vez que un partido oficialista invade y toma un local sindical, en este caso el de los docentes de ADOSAC que esta en huelga hace casi dos meses.
El gobernador Daniel Peralta había amenazado hace días que movilizaría al Partido Justicialista en manos Kirchneristas, contra los huelguistas y se niega rotundamente a otorgar concesiones saláriales a los maestros.
Más allá del conflicto, sin embargo, esta el hecho “novedoso” de que un partido gobernante envié una patota, peor aun si los que forman parte de ella son adolescentes que declaran que fueron llevados a la ocupación de la sede de ADOSAC engañados.
Todo apunta, como reporta OPI (Organización Periodística Independiente), la única confiable de aquellas latitudes, a que los patoteritos fueron reclutados y enviados, además de coordinados, por gente relacionada con Rudy Ulloa Igor, el dueño de multimedios que ascendió a empresario desde su posición de chofer de Néstor y Cristina Kirchner y que hoy controla la organización política K en Santa Cruz.
Una cosa son las bravatas verbales, las amenazas financieras, el recorte de presupuestos, la postergación de fondos, el exilio forzoso mediático o la presión tributaria para seducir, chantajeará o doblegar amigos y adversarios. Son todas practicas deleznables que este gobierno y otros antes que el, ha utilizado sistemáticamente.
Sin embargo, se da un salto cualitativo cuando se asalta un sindicato para romper una huelga. Es un salto de calidad de las tramoyas y presiones típicamente burguesas a una metodología peligrosísima. Una que abandona la propia “legalidad” con que se disfraza los otros métodos coercitivos del estado.
Enviar a un grupo que violentamente invade un sindicato, lo ocupa y retenga como rehenes a sus directivos es dar una señal. “De ahora en adelante este será el método para romper huelgas que no cuente con la aprobación de la burocracia sindical que nos es leal y a la que protegeremos El método del grupo facho.”
Este método incluso va mucho mas lejos que el empleado hasta el día de hoy de enviar a la policía y la gendarmería, como se ha hecho en multitud de conflictos sindicales para disuadir, detener o reprimir a los díscolos trabajadores. Va tan lejos como la patota sindical que envío la burocracia ferroviaria para romper un conflicto que se les escapaba de las manos. ¿Y si alguien hubiera resultado muerto en Santa Cruz como en el caso de Ferreyra?
Lo sucedido en Santa Cruz es un gobierno, que amenaza con movilizar y enviar partidarios a romper una huelga mediante la ocupación de un local sindical mediante la violencia. Es abrir la compuerta de la movilización reaccionaria de una clase o corporación política contra los trabajadores para romper con la acción fuera de la ley, un conflicto legítimo, aunque con el se diga que se tienen diferencias.
Es un salto ideológico. Es determinar que cualquier grupo violento por fuera del estado pero digitado por el, pueden tomar acciones violentas para proteger los intereses de quien esta en el poder. No es más una escaramuza entre policías y huelguistas o burócratas y dirigentes por fuera de su égida. El asalto de Santa Cruz rompe con todas las reglas del juego burgués tradicional – de por si represivas y coacciona doras – e instala la mentalidad fascista de destruir organizaciones de los trabajadores.
Ese es el mensaje que hay que enfrentar en Santa Cruz hoy. De lo contrario lo tendremos en todo el país pronto. Aquellos que creen honestamente que el gobierno y el Kirchnerismo representan alguna forma de progresismo deben ver con detenimiento a lo que los lleva ineludiblemente la lógica de agrupar a todos los que se oponen a CFK o sus planes en una misma bolsa.
Con la peligrosa y desatinada lógica de quien lucha por sus derechos por fuera de la égida del gobierno “le hace el juego a la derecha” se abren las compuertas para justificar hechos como los que ocurren en Santa Cruz. Deben repudiar lo sucedido sin excusas. Es eso, o lanzarse de lleno a justificar un acto y una metodología que se le oponen por el vértice aun al débil progresismo de la más débil aun “izquierda” del Kirchnerismo.