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Las operadoras telefónicas se ponen en pie de guerra contra el dictamen de la OMS

Las operadoras telefónicas se ponen en pie de guerra contra el dictamen de la OMS

Los grandes medios de prensa, cuyos recursos se nutren de las operadoras, tratan de trivializar el peligro asegurando que los móviles “son tan peligrosos como los pepinillos, el café o los polvos de talco”.
T. Lozano Lubary   Canarias Semanal 05/06/11
Pese al ambiguo pronunciamiento de la institución sanitaria internacional
LAS OPERADORAS TELEFÓNICAS SE PONEN EN PIE DE GUERRA FRENTE AL DICTAMEN DE LA OMS
 

Los grandes medios de prensa, cuyos recursos se nutren de las operadoras, tratan de trivializar el peligro asegurando que los móviles “son tan peligrosos como los pepinillos, el café o los polvos de talco”

«Muy grandes y contundentes han tenido que ser las evidencias médicas de que la telefonía móvil influye negativamente en la salud humana, para que la Organización Mundial de la Salud y se halla atrevido a hacer la declaración que ha hecho. Durante años esta institución ha estado bajo la presión de las grandes multinacionales de la telefonía móvil. Si ahora se atreven a dar ese tímido paso y balbucear algo indefinido en relación con los móviles es porque las evidencias deben de ser contundentes». De esta forma ha descrito para la redacción de Canarias Semanal un joven pero bregado activista contra la telefonía móvil y sus tentáculos que en forma de voluminosas antenas   permiten la conexión entre miles de pequeños aparatitos cancerígenos, repartidos a lo largo y ancho de toda la geografía del archipiélago.

Sin embargo, la conclusión a la que llegó la semana pasada   la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (AIIC) no ha hecho más que introducir una calculada ambigüedad en la relación telefonía-cáncer. Su diagnosis ni afirma ni descarta nada. Ni se hacen recomendaciones específicas para el uso del teléfono móvil, ni se fijan plazos de peligrosidad para su uso. Prudentemente -y no parece que sea por razones exclusivamente científicas – la OMS se ha limitado a constatar que en algunos ensayos realizados se ha observado un aumento de un tipo de tumor cerebral poco frecuente que «se puede atribuir» al uso de teléfonos móviles. Y dejan abierto un incierto                        
interrogante que sólo podrá ser cerrado en futuras investigaciones. Para quienes desconozcan las agrias polémicas científicas que han generado la relación entre telefonía móvil y cáncer, la conclusión de la agencia internacional para la investigación sobre el cáncer puede hasta resultar prudente y científicamente comedida. Sin embargo, no hay nada en este tema que haya sido un valle de rosas. En efecto, a lo largo del último decenio se han producido múltiples pronunciamientos científicos que se ha estado denunciado reiteradamente la peligrosidad de las ondas electromagnéticas emitidas tanto por los teléfonos móviles como las antenas ubicadas en espacios urbanos. Las multinacionales de la comunicación trataban de neutralizar el rigor científico de tales informes creando equipos financiados por ellos que contradecían tales informes y contribuían a provocar el desconcierto entre la ciudadanía.
-Múltiples estudios independientes que demuestran la peligrosidad de las ondas electromagnéticas de la telefonía móvil.
      Quienes regentan el gran negocio de las operadoras españolas de telefonía, en cuanto tuvieron conocimiento del dictamen de la organización mundial de la salud sobre los móviles y el cáncer, pusieron en marcha a toda potencia su aparato publicitario para anunciar a los 55 millones de usuarios – (en España hay más líneas que usuarios físicos) – que no había motivos para la alarma. Redtel, la poderosa Asociación que agrupa los operadores con red   propia (Telefónica, Orange, Vodafone y Ono) se apresuró a puntualizar que el sector de la telefonía móvil en España cumple «escrupulosamente» con los límites nacionales e internacionales de seguridad y normas que establece la Organización Mundial de la Salud. En relación con el peligro que se pudiera derivar   de los teléfonos móviles que llevan en sus bolsillos los usuarios, Redtel vino a afirmar que estos   son tan peligrosos como pueden serlo «los pepinillos en vinagre, el café, o los polvos de talco». Asimismo Redtel enfatizó que los teléfonos móviles son «menos peligrosos que el tabaco y más que la silicona». Indicaron, además, que la propia OMS había mantenido el pasado mes de          
mayo que «no se ha demostrado que el uso de teléfonos móviles perjudica la salud, pero que si esa institución mundial de la salud cambio de criterio y éste se refleja en la legislación española cumpliremos la nueva normativa.» Los medios de prensa, cuyos recursos se alimentan en gran parte de las grandes operadoras telefónicas, han tratado de introducir mensajes confusos minimizando la cuestión, en unas ocasiones, y trivializándola en otras. Para el periódico derechista «El Mundo»: «la agencia internacional para la investigación sobre el cáncer no es tajante». Para el periódico de los Polanco el teléfono móvil «tiene la peligrosidad del café o los polvos de talco». Para el ultraderechista «La Razón»: «las compañías aseguran que no hay riesgo y lo asemejan al de la cafeína o del té»
Sin duda, una larga batalla aguarda a todos aquellos que desde hace años vienen denunciando la peligrosidad del uso del teléfono móvil y, también, de la enorme red de antenas regadas a lo largo de todas las grandes urbes, va a ser muy larga y, posiblemente, tan difícil como la que hace 30 años se inició contra las multinacionales del tabaco, que tan magros resultados ha obtenido hasta hoy.
Veamos la referencia de   algunos de esos informes:

– Las conclusiones de la Conferencia Internacional sobre Instalación de Emisoras de Telefonía Móvil, Ciencias Aplicadas & Salud Pública, celebrada en Salzburgo (Austria) en el 2000, donde se recomendó niveles 4.500 veces inferior al de la normativa en vigor.

– Las conclusiones de la Conferencia Internacional sobre el estado de la Investigación en relación con los Campos Electromagnéticos – celebrada en Catania (Italia) el 13 – 14 de Septiembre del 2002, (donde plantean los efectos que suceden en los organismos sometidos a radiaciones por debajo de los niveles propuestos por la ICNIRP y aprobados por la U.E.

– Los resultados del programa REFLEX, (estudio financiado por la U.E. durante cuatro años (1/02/2000 al 31/05/2004) y en el que participaron 12 países, incluido España, que concluye diciendo que «las ondas electromagnéticas de la telefonía móvil produce alteraciones del ADN que transforma la información genética en el núcleo de las células y cambios en éstas».

– El estudio Bio-Iniciative Report, encargado por la Agencia Europea de Medio Ambiente.

– Resolución del Parlamento Europeo de 4 de Septiembre de 2008, sobre la Revisión
intermedia del Plan de Acción Europeo sobre Medio Ambiente y Salud 2004-2010.