Los negocios de Cristina

Cristina estuvo de gira por el exterior. Viajó con el objetivo de hacer acuerdos de negocios con gobiernos y empresarios. En realidad, lo que la presidente fue a hacer es poner en venta al país. “Argentina es un buen lugar para invertir”, les dijo (Página/12, 2/6). Cada vez que cruza la frontera, el discurso que enarbola en el país, diciendo que su gobierno aplica un “modelo de crecimiento con inclusión social”, se desmorona. Veamos.

Entre quienes la acompañaron en su “ronda de negocios” por México e Italia -siendo agasajada por el multimillonario Carlos Slim- se encontraba el titular de la UIA, Ignacio De Mendiguren, y Sergio Eunadi, de Techint. Que las “inversiones” extranjeras nos van a salvar, es lo mismo que dijeron los gobiernos anteriores. Las multinacionales que se instalan en nuestro país no vienen en pos de un supuesto “desarrollo”, como lo quiere vender la presidente. Lo que hacen es saquear nuestros recursos naturales y estratégicos, aprovechándose del modelo kirchnerista de bajos salarios, inflación, trabajo precario y en negro, que les permite fabulosas ganancias que luego fugan a sus casas matrices sin reinvertir un solo peso.

En su estadía por Italia, Cristina se entrevistó con su par Silvio Berlusconi. Además de ser uno de los empresarios más grandes de ese país, es uno de los peores corruptos. Entre sus “méritos”, tiene el logro de haber sido un aliado incondicional de Kadafi, el dictador libio que masacra a su pueblo. En dicha reunión, la presidente declaró que “el modelo de desarrollo italiano es un modelo a imitar” (La Nación, 5/6), en momentos que il cavaliere -“el caballero”, como le dicen a Berlusconi- descarga la crisis capitalista sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo, que enfrentan el ajuste con poderosas huelgas y manifestaciones. A muchos, las expresiones de Cristina le pueden parecer una sorpresa, ya que cada vez que tiene una cámara enfrente se encarga de aclarar que “en Argentina la crisis mundial no pegó como en Europa”. ¿En qué quedamos entonces?

En su paso por Venecia, Cristina señaló que “la segunda reestructuración el año pasado de la deuda en default permitió reinsertar a la Argentina en el mundo”. Es decir, sirvió para cumplir una exigencia de los banqueros internacionales y el imperialismo. Pero acá dice otra cosa. Según ella, con los pagos de la deuda “nos estamos desendeudando” y lo hace por todos nosotros. Pero en realidad, los pagos de la deuda no son para beneficiar a los argentinos, sino para cumplir con los dictados de los usureros internacionales, el Banco Mundial y el FMI. Otra mentira.

Pero eso no fue todo. En su viaje de “negociados” también se reunió con el presidente chileno, Sebastián Piñera, y acordaron realizar obras conjuntas fronterizas y binacionales. Debe referirse, por ejemplo, a proyectos tales como la minera aurífera Pascua Lama, de la multinacional Barrick Gold, emplazada en la frontera de ambos países, que es un nicho contaminante que envenena con cianuro el agua para que unos pocos hagan su negocio. Como si esto fuera poco, la presidente cerró su circo reuniéndose con Shimón Pérez, presidente del Estado fascista y sionista de Israel, cuando en sus discursos se la pasa despotricando contra la derecha y hablando de los derechos humanos.

Queremos dirigirnos a los trabajadores, estudiantes y al pueblo que honestamente confían en este gobierno y creen que hay que votarlo en octubre. A todos ellos los llamamos a no apoyar al kirchnerismo que entrega el país como lo hicieron los gobiernos anteriores. Tampoco a Alfonsín, Macri, Duhalde o Carrió. O la centroizquierda de Pino Solanas, que se niega a enfrentar de verdad a los grandes capitales. Llamamos, en cambio, a apoyar al Frente de Izquierda. Para terminar con la Argentina de los negocios e imponer un modelo obrero y popular que satisfaga las urgentes necesidades populares.

El Socialista 08/06/11