Ferrocarriles
Cristina y Mujica en un brindis del coloniaje
Escribe: Edgardo Reynoso
Dirigente del Cuerpo de Delegados del Ferrocarril Sarmiento y de la Bordó Nacional opositora a Pedraza. Candidato a 1er Senador Nacional por el Frente de Izquierda Provincia de Buenos Aires
Con su característico despliegue mediático, la presidenta anunció la puesta en marcha de dos nuevos servicios de pasajeros. Uno que va de Lincoln (Buenos Aires) a Realicó (La Pampa) y otro de Concordia, Entre Ríos, a Salto, Uruguay. Esto, que podría representar un paso adelante, encubre un tremendo negociado a favor de los exportadores y el blanqueo de parte de la fabulosa estafa que significó la compra de material ferroviario chatarra al exterior.
Como por arte de magia, la multinacional Techint, que opera como Ferroexpreso Pampeano, se transformó de enemiga del gobierno nacional y popular, en una “prestadora eficiente al servicio de la población”, ya que se queda con el servicio a cambio de $290.000 mensuales. Desde que se hizo cargo de los 5.163 km de vías privatizadas, Techint no puso ni un durmiente y borró de su traza al servicio de pasajeros.
Por otra parte, el grupo Cometrans (Cirigliano-TBA) operará el servicio a Uruguay, usando coches comprados en Holanda cuando fueron sacados de servicio. Un tremendo robo al Estado, como todos los negocios de Cirigliano con su amigo Ricardo Jaime. Es el mismo empresario que hace viajar hacinados a miles todos los días de Once a Moreno; que en sólo 90 días produjo 187 cancelaciones en el ramal Merlo-Lobos y suspende la mayoría de los servicios diesel del ferrocarril Mitre. Este individuo ahora va a garantizar un servicio internacional. Se podría pensar en una desprolijidad, pero no es así. Esto de improvisado no tiene nada. Por el contrario, es una maniobra artera para profundizar el saqueo de la región.
De esta manera, el Estado realiza importantes obras de infraestructura para los exportadores, en primer lugar los sojeros. La producción de granos, con cosechas récord, la extensión de las fronteras agropecuarias y ganaderas, la industria forestal y la minería hacen imprescindible redimensionar las redes ferroviarias, ya que es imposible transportar en otro medio los enormes volúmenes que se llevan a los puertos. El gobierno de Cristina Kirchner le hace pagar esta logística al pueblo trabajador.
Estas obras distribuidas a lo largo y ancho del país para los trenes de carga y para la Hidrovía, se realizan con créditos solicitados al Banco Mundial o la Corporación Andina de Fomento, o bien se hacen con fondos del ANSeS. O sea que, aumentando el endeudamiento externo o robando a los jubilados, se les garantiza a Cargill, Aceitera General Deheza, Techint, Minera La Alumbrera, Macri, Valle de Río Doce y otros que puedan agilizar en forma económica el transporte del saqueo.
Por eso no es casual que se hagan estos anuncios sobre la traza de ALL, la concesionaria brasileña que forma la ruta de Mercosur de Posadas a Buenos Aires y de ahí a Mendoza. O de Ferroexpreso que llega desde el puerto de Rosario al de Bahía Blanca y Quequén, atravesando la zona de mayor producción granaria de Argentina.
El festejo de Cristina Kirchner y Mujica es el brindis del coloniaje. De esta forma no anudan los vínculos de nuestros pueblos sino que aseguran los negocios de la patronal chupasangre. La presidente miente cuando dice que quiere recuperar el tren de pasajeros. Justamente el servicio de Ferrobaires que va de Once a Lincoln, está a cargo del gobierno de Scioli y es un verdadero desastre. Para recorrer esos 300 km demora entre 8 y 12 horas, cuando no se cancelan los servicios por falta de locomotoras o combustible, los coches son mugrientos y sin calefacción. Ferrobaires es una cueva de ladrones manejada por patotas del PJ bonaerense, que tienen a los trabajadores ferroviarios en una situación de precariedad absoluta y avasallamiento de sus derechos laborales. Y con estas dos últimas medidas reafirma sus negocios con los privatizadores.
Por eso desde el Frente de Izquierda sostenemos cada vez con mayor énfasis que hay que reestatizar todo el sistema ferroviario con el férreo control de los trabajadores. Hay que parar este enorme drenaje de esfuerzo obrero en beneficio de la patronal parasitaria y las multinacionales expoliadoras, poniendo el ferrocarril al servicio de una economía de la clase trabajadora y una verdadera independencia americana.
El Socialista 31/08/11