Campesinos e Indígenas a Frenar los desalojos y desplazamientos en el oeste Pampeano
“Están empezando a venirse petroleras que hablan lindo, te envuelven rápido y hacen firmar no sé qué cosa. Quieren nuestros puestos, pero si vienen a sacar a uno vamos a ir todos y se va a armar”
Marcharon en Santa Rosa y lograron que se prorrogue la ley que frena temporalmente los desalojos. La tremenda ampliación de los campos dedicados a la soja desplazó a los ganaderos, que a su vez intentan desplazar a los pequeños puesteros y campesinos. También señalan: “Están empezando a venirse petroleras que hablan lindo, te envuelven rápido y hacen firmar no sé qué cosa. Quieren nuestros puestos, pero si vienen a sacar a uno vamos a ir todos y se va a armar”
La imagen idílica de La Pampa como una llanura sembrada y próspera es real en el noreste provincial, donde la agricultura es la principal actividad. Pero la provincia también cuenta con una realidad rural invisibilizada, en todo el oeste, puesteros con posesión de décadas que son desalojados por el avance de la frontera ganadera y petrolera. Como respuesta, los puesteros marcharon en Santa Rosa para reclamar la prórroga de la ley que impide los desalojos y exigir “una solución de fondo” para el campesinado: acceso al agua, salud, mejoras de caminos, insumos (en tiempo y cantidad suficiente) para fortalecer la producción y políticas activas para frenar el éxodo rural. Lograron que la legislatura provincial extienda el freno a los desalojos hasta 2013, pero no tuvieron respuesta al resto de los pedidos.
En 2000 se sembraron en La Pampa 42.000 hectáreas con soja. En 2010, según datos oficiales de la provincia, fue el primer cultivo en extensión: 380 mil hectáreas, un crecimiento del 900 por ciento en una década, y sobrepasó a los cultivos históricos de la provincia (maíz y girasol). “La agricultura corrió de su lugar a la ganadería, y ésta avanzó sobre los puesteros del oeste”, explicaron desde el Movimiento de Apoyo a la Lucha por la Tierra (Malut).
En 2005 se sancionó la Ley 2222 que frena los desalojos en los cinco departamentos del oeste provincial. Fue sucesivamente prorrogada y vencía el próximo 31 de septiembre. “Vamos a pelear por nuestros derechos, siempre trabajamos la tierra y no nos van a correr”, advirtió Jorge Gustavo Peletay, 40 años, puestero del paraje Agua de Hacha, Departamento de Puelén.
Ayer por la mañana los puesteros marcharon desde Casa de Gobierno hasta la Plaza San Martín, siete cuadras del centro provincial. Las distancias, de hasta 400 kilómetros, dificultaron la llegada masiva de puesteros, pero fueron acompañados por organizaciones estudiantiles y sociales.
La respuesta de la Cámara de Diputados no tardó en llegar. Antes del mediodía, y por unanimidad, votaron la prórroga de la ley. En la legislatura no se abordó ninguno de los otros puntos solicitados en la marcha. Desde el Poder Ejecutivo (Subsecretaría de Medios y Ministerio de Producción) prefirieron no referirse al tema.
“La prórroga no constituye una solución de fondo a los reclamos planteados. Muchos de los desalojos se producen sin que intervenga el Poder Judicial. Y es claro que la prórroga no evita la concentración de las tierras, que se está dando en el oeste y en el resto del país”, denunciaron desde Malut y cuestionaron que el proyecto de ley nacional de extranjerización de tierras “omite legislar sobre la concentración y la función social de la tierra”.
Datos oficiales del Ministerio de Agricultura publicados en “Las explotaciones Agropecuarias familiares en Argentina” (en base al Censo Agropecuario 2002) confirman la inequidad en la distribución de tierras. En La Pampa existen 3978 explotaciones agropecuarias familiares, que representan el 51 por ciento del total de explotaciones, pero tienen sólo el 9 por ciento de la tierra de la provincia.
Los puesteros solicitaron al gobierno provincial que implemente una política activa de titularización de tierras que es posible en base a la legislación actual: la posesión “veinteañal” vigente en el Código Civil de Argentina, que reconoce como poseedor con derechos a quien habitó y trabajó durante veinte años un bien inmueble. Además la provincia cuenta con la Ley 1419, llamada Operatorio Proas (Propiedad Asegurada), que otorga beneficios para que “personas de escasos recursos” regularicen la situación de los inmuebles y obtengan títulos de propiedad. Pero la norma no se aplica en los puesteros.
Para colmo, se sumó otro actor que disputa el territorio. “Están empezando a venirse petroleras que hablan lindo, te envuelven rápido y hacen firmar no sé qué cosa. Quieren nuestros puestos, pero si vienen a sacar a uno vamos a ir todos y se va a armar”, avisó José Félix Martínez, 65 años, del puesto Virgen María, también del oeste.
Los puesteros no obtuvieron todas sus demandas, pero volvieron a sus campos con la prórroga de la ley y, sobre todo, juntos hicieron visible al oeste pampeano.