Chau Berlusconi
Los italianos celebraron en las calles la renuncia de Silvio Berlusconi, quien después de 17 años en el gobierno, tuvo que salir a escondidas por la puerta de atrás del Quirinale (Palacio presidencial).
Italia es la séptima economía mundial. Su deuda pública es de casi 2 billones de dólares, un 120% de su PBI (el total de su producción anual). El país está estancado desde hace 10 años, en los que crecieron la desocupación y precariedad laboral, mientras los banqueros y multimillonarios se enriquecieron (entre ellos el propio Berlusconi quien es el tercer más rico de Italia, con una fortuna de 8.000 millones de dólares). En los últimos meses las huelgas generales y las movilizaciones estudiantiles fueron acorralándolo y sólo tenía el 22% de apoyo popular.
El Menem italiano
El estilo Berlusconi nos recuerda a Carlos Menem, aunque con mucho más poder, al dirigir un país del verdadero “primo mondo” (es decir, imperialista). De joven trabajó en barcos cruceros tocando el piano y cantando. En 1978 se había inscripto en la logia masónica de delincuentes estafadores capitalistas, Propaganda 2 o P2, a la que también perteneció el almirante genocida Emilio Massera. En la década del 80 se vinculó al gobernante “socialista” Bettino Craxi (de la misma logia), que lo favoreció con contratos de construcción, otorgándole licencia para tres canales de TV. Craxi terminó exiliado por corrupto. Berlusconi eludió todos los procesos sobornando jueces y llegó al poder. Compró canales de TV en Francia, España y Alemania, diarios, revistas, bancos, financieras, empresas de construcción y clubes de fútbol -como el Milan-, entre otros negocios.
En uno de los procesos consta que en el “harén” de Berlusconi había 43 jóvenes prostitutas (entre ellas menores de edad), remuneradas con pagos, joyas, coches y apartamentos. La declaración de una de ellas afirma que Kadafi, amigo, socio y participante en las orgías organizadas por Berlusconi, le había enseñado un baile erótico, el “bunga-bunga”.
Italia y la crisis capitalista en Europa
Pese a estas características, Berlusconi no es el único responsable de la crisis. El premier depuesto representa una caricatura de toda una clase capitalista que, en medio de la decadencia y ruina social, vacían bancos y saquean países enteros, se dedica a especular, robar, estafar y gastar fortunas en lujos. Esto también ocurre en Alemania, Francia y Estados Unidos.
En Europa la crisis se descarga ahora sobre las economías históricamente más relativamente débiles de la Unión Europea: Grecia, Italia, España, Irlanda, todos endeudados con los bancos franceses y alemanes. Recordemos que en 2008 grandes bancos fueron “rescatados” con enormes fondos estatales. Otros bancos prestaron dinero. Ahora quieren que la factura la paguen los trabajadores y pobres.
El sucesor de Berlusconi es el economista Mario Monti, ex funcionario técnico de la Unión Europea, que los medios de comunicación embellecen como “un hombre de familia y católico”. Pero aunque Monti vaya a misa, viene con la misión de aplicar el ajuste que intentó pero no pudo aplicar del todo Berlusconi, fruto de la resistencia obrera y popular y de su propio descrédito político. Entre las medidas de austeridad aprobadas por el Parlamento el pasado miércoles, se encuentra el aumento del IVA, el retraso de la edad jubilatoria para las mujeres y medidas que facilitan despidos de trabajadores.
Por eso, caído Berlusconi, probablemente el propio Monti comience a desprestigiarse también y recomience con fuerza la lucha obrera y popular en Italia.
En dos años cayeron ocho gobiernos
Comenzó la pequeña Islandia en enero de 2009. La rebelión popular derribó al gobierno e impuso el no pago de la deuda. Siguieron los gobiernos de Letonia y Hungría. En Irlanda y Portugal renunciaron este año sus gobiernos. El próximo 20 de noviembre hay elecciones anticipadas en España y se augura una catastrófica derrota de Zapatero, donde ganaría la derecha, con una gran abstención. En Grecia tuvo que renunciar Yorgos Papandreu y se formó un gobierno de “técnicos”. Merkel de Alemania pierde elecciones locales y Sarkozí de Francia se desprestigia cada vez más.
De derecha o socialdemócrata, los políticos patronales europeos están cada vez más comprometidos con el plan que dictan los grandes bancos y multinacionales y cada vez más divorciados de sus pueblos. Los “nuevos” gobiernos pretenden continuar al ajuste.
Con la profundización de la crisis, los ajustes y movimientos que los enfrentan como los indignados y las huelgas, no cesan. En esa lucha, habrá que ir construyendo opciones políticas de la izquierda revolucionaria para imponer una salida obrera y popular a la crisis.
El Socialista 16/11/11