¡No a la intervención imperialista!
Siria: ¡Abajo la dictadura de Bashar al Assad!
La rebelión popular no se detiene en Siria. Pese a las sangrientas masacres que ya causaron miles de muertos, perpetradas por las fuerzas armadas del régimen, el pueblo sigue saliendo en masa a las calles y sectores se están armando junto a soldados desertores.
Escribe: Miguel Lamas
Las protestas comenzaron en marzo de 2011 -como parte de la revolución contra las dictaduras en los países árabes- con reclamos democráticos y contra la desocupación y grave crisis económica que se descarga sobre las espaldas del pueblo.
Inicialmente se trató de manifestaciones pacíficas que fueron atacadas con balas por la dictadura. Desertaron varios miles de soldados que se unieron a la rebelión popular. Esto permitió un incipiente armamento y que surgiera el ESL, Ejército Sirio Libre.
El régimen sirio
Siria es un país árabe de 20 millones de habitantes. La dictadura, igual que otros regímenes árabes, tuvo un origen nacionalista, pero en los marcos capitalistas y dictatoriales del partido único Baath que gobierna desde 1963. En 2000 asume el actual dictador Bashar al Assad.
En 1973 Siria fue invadida por Israel, país fronterizo, que mantiene ocupadas hasta ahora las alturas del Golán, parte del territorio sirio.
En 1982 las fuerzas del régimen masacraron a 20.000 islámicos que habían comenzado a exigir cambios políticos por influencia de la revolución iraní de 1979. Sin embargo, Assad mantiene estrechas relaciones con el régimen teocrático islamista de Irán. También mantuvo relaciones políticas, militares y comerciales con la ex URSS y ahora con la Rusia capitalista. Apoyó las invasiones yanquis a Irak (país con el que tiene fronteras).
Basharal Assad abandonó los postulados económicos del nacionalismo árabe e inició una apertura económica neoliberal con la Unión Europea, con privatizaciones de empresas estatales -bancos, energía eléctrica, cemento y farmacéuticamediante las cuales el clan de los Assad se robó gran parte de los bienes públicos en sociedad con las transnacionales.
La política imperialista
La política del imperialismo es similar a la que tuvo con Libia y Kadafi. Mantenía buenas relaciones con la dictadura hasta que las movilizaciones se hicieron imparables. Simula ahora defender una salida “democrática” para intentar ganarse la simpatía -e incluso la aceptación popular- de una posible intervención militar que le garantice el control de la situación. Al principio presionaron a Assad para que hiciera un acuerdo con sectores de la oposición burguesa. Pero, al no ser posible ya un acuerdo por la masacre y el odio popular a la dictadura, reclaman ahora, junto a los países árabes, que se vaya Assad, auspiciando un “cambio de régimen” con el Consejo Nacional Sirio (CNS), con el objetivo de establecer un nuevo gobierno proimperialista. El CNS, que se dice “representante” del pueblo sirio, agrupa a exiliados liberales proimperialistas y a la Hermandad Musulmana, pero no es representativo de la mayoría de la resistencia de base, que se agrupa en “Comités de Coordinación Locales”. El CNS propone un plan de transición acordado con sectores militares del propio régimen.
El Consejo de Seguridad de la ONU rechazó, por el veto de Rusia y China, una resolución que reclamaba la salida de Assad del gobierno. Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea intervienen ahora a través de un grupo de países autodenominados “amigos de Siria”, que incluye a los países árabes. Aunque por el momento descartaron la intervención militar directa como en Libia y hablan de “ayuda humanitaria”.
Hay que exigir a los países árabes que dejen de apoyar la intervención imperialista y que faciliten armas y voluntarios para luchar junto al pueblo insurrecto sirio.
¡Viva la rebelión del pueblo sirio!
Denunciamos la hipócrita política imperialista y también la posición del CNS que la propicia. Pero la rebelión del pueblo sirio no fue “inventada” por el imperialismo, como dijo Chávez, el castrismo y corrientes stalinistas. El pueblo sirio se levantó exigiendo trabajo, libertad y que se vaya la dictadura. Y se está armando para enfrentar la represión asesina de Assad y expulsarlo del poder.
Fraternalmente le decimos al heroico pueblo sirio que sólo un gobierno basado en sus propias organizaciones insurgentes de base, como los Comités de Coordinación Locales y organizaciones obreras y populares, el rechazo a la intervención imperialista y la ruptura y expropiación del imperialismo y del clan Assad, puede llevarlos a conquistar sus objetivos democráticos y sociales de fondo.
Pero no tenemos ninguna duda en llamar a todos los sindicatos, movimientos populares, corrientes de izquierda, democráticas y antiimperialistas a apoyar incondicionalmente la rebelión popular para echar a Assad. Reclamamos al gobierno argentino y a otros gobiernos la ruptura de relaciones con la dictadura de Assad.
El Socialista 28/02/12