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La polarización Gobierno vs. Izquierda, realidad y límites

Balance del 24:

 La polarización Gobierno vs. Izquierda, realidad y límites

La invisibilidad de las fuerzas artificiales de la realidad. Límites de la confrontación

Por Carlos Petroni

Cuando llega el momento de pulsear en la calle, como ayer en el 36 aniversario del golpe asesino, fue el Gobierno y la Izquierda quienes ganaron de a decenas de miles las calles y polarizaron la política nacional. Coicidieron ambos bandos en repudiar el golpe, mostraron que la sociedad no permitirá el regreso de los carapintadas, de los asesinos, de los torturadores. De allí en más comenzaron las diferencias y la polarización.

Todo el resto del espectro político quedó relegado a un segundo o tercer plano. La oposición burguesa, desde el Macrismo a la UCR, desde el llamado Peronismo Federal a De Narváez, de la Coalición Cívica… fueron invisibles.

La burocracia sindical, que colaboró con la dictadura, como antes colaboró con la Triple A, se borraron, con la sola excepción de unos pocos y raleados grupos de la Juventud Sindical Peronista de Moyano que quieren aggiornarse para que uno olvide su papel en los 70. Se los vio debilitados, mucho.

Por un lado La Cámpora / JP Evita / JP Sindical de Moyano que se metió por allí / Org. de DDHH cooptados / la CTA de Yasky, malhumorados con las declaraciones de CFK contra los maestros / Funcionarios y legisladores.

Por el otro el amplio espectro de la izquierda y la centro izquierda desde el FAP a PO, del PTS a la CTA de Michelli al MST, de Proyecto Sur al FPDS, desde comisiones internas combativas a grupos de DDHH que se niegan a ser incorporados al estado. Como debería ser, y no es, todos los días de la política nacional.

Desde el oficialismo se reclamaba la inclusión de los «civiles» en la culpabilidad de los crímenes de la dictadura (un reclamo limitado a un puñado de empresas pero que deja de lado la complicidad del PJ y la UCR, de la burocracia sindical y la derecha Peronista con el genocidio).

Lo dijo el propio Videla: «Los Peronistas colaboraron» y mucho, en lo relacionado «con la lucha interna contra la subversión.» Los “otros partidos les permitimos ser gobernadores, embajadores, intendentes…” Mas de 30.000 miembros del PJ y la UCR, del Partido Democrata y el PDP (Demócrata Progresista)… fueron funcionarios de la dictadura.

El otro polo,la izquierda/centro izquierda, superó al oficialismo en muchos lados, como dijimos, y sus reclamos se fijaron en el presente de los luchadores sociales judicializados y presos, Proyecto X, la extranjerización de la economía, la Masacre de Once, los caídos por la represión en Democracia, la condena al imperialismo yanqui, contra la Ley Antiterrorista…

Se olvidaron, claro, de nombrar al Imperialismo emergente que nos somete como semicolonia, el Brasil, no hablaron de la aristocracia obrera, mencionaron el repudio a la represión de los pueblos originarios pero no elaboraron sobre un apoyo a su derecho a la autodeterminación, condenaron la megaminería…

Se olvidaron también de hacer un ataque frontal y demoledor contra el terrorismo de estado Peronista de la Triple A (1973-76) que abrió las puertas del infierno de la dictadura genocida (1976-82)… solo lo nombraron al pasar en un documento, memoria del cual nadie guarda.

Deberían haber exigido, como mínimo, que el Peronismo en el poder pidiera perdón por los 1500 muertos, los 3000 atentados y haber presidido un gobierno de terrorismo de estado desde 1973 a 1976.

Tendrían que haber dicho lo que había que decir: que detrás del enfrentamiento entre el gobierno y Clarín; entre Macri y CFK; entre el gobierno y Moyano, subyace la contradiccion fundamental de aquellos que se disputan el poder en términos burgueses: si apoyan al imperialismo emergente del Brasil o al decadente imperialismo Yanqui. La izquierda más radical no ha llegado a esa conclusión ordenadora, y en la centroizquierda sobrevive una dosis de simpatía, sino ya por el Rey Desnudo del PT Brasileno, al menos por sus agentes Latinoamericanos: Chávez, Morales, Correa, Fidel, Lugo, Mujica …

La otra cuestión sería sostener esa polarización entre el gobierno y sus seguidores y la izquierda, en el sentido mas amplio de la palabra, para que el curso de la política en nuestro país debatiera lo que hay que debatir: dependencia, lucha de clases, nacionalización de los recursos esenciales, control de los trabajadores, derrota de la burocracia sindical, socialismo vs. capitalismo “serio” de Ciriglianos, López, Eskenazis, la Cámara Argentino-Brasileña o la Embajada de EEUU…

Eso sería lo lógico, mientras las fuerzas en medio de esa polarización, los que no estuvieron o se vieron ayer en las plazas del país, son el espejismo creado por la Democracia Burguesa para entretenernos alrededor de una discusión abstracta sobre “institucionalización” o limitarla a las alternativas “robar, pero hacer” o “capitalismo serio (para los amigos) o capitalismo más serio (para los amigos de los amigos)”.

Ni el gobierno tiene ese objetivo de polarizar hacia la izquierda – es mas fácil debatir a la derecha y recordar al Menemismo y al Neo-Menemismo mientras copia pragmáticamente algunas de sus recetas– que a la izquierda y centro izquierda con todo y sus debilidades teóricas y prácticas, aun con sus organizaciones rígidas con un modelo del Siglo XIX.

Ni la izquierda ha hallado aun la forma de hacer sustentable una política sistemática de demolición tanto de las fuentes y consecuencias del capitalismo como su hija putativa, la democracia burguesa. Las limitaciones del programa de ayer no se superarán con la simple experiencia, sino con el aporte teórico y político consciente.

El gobierno no permitirá, en su hipocresía supina, un debate sobre sus falencias y traiciones, giros y contragiros, que conoce y por eso disfraza con un discurso “progre”, con música de Charly Garcia y libreto del neodesarrollismo juvenil. Por ellos insiste en la calumnia que la izquierda y la centroizquierda son instrumentos de la derecha. De lo contrario, su castillo de naipes construído sobre una nube de mitos, se desplomaría ruidosamente.

A ellos les conviene un enemigo distinto, a los que encierran su discurso en leyes, diputados, abusos de “poder” y las diferencias sicológicas de los personajes mediáticos, desde la Presidenta, pasando por Moyano y llegando hasta Macri. Hay que romper ese círculo vicioso.

Izquierda Info 25/03/12