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Perpetuas en Córdoba

A EX POLICIAS POR EL FUSILAMIENTO DE MILITANTES

Perpetuas en Córdoba

Tres ex policías del Comando Radioeléctrico de Córdoba fueron condenados por asesinar a tres militantes de la JUP en 1976. Los fusilaron en un descampado.

Organismos de derechos humanos festejaron la sentencia en Córdoba.

Por Adriana Meyer

Tres ex policías del Comando Radioeléctrico de Córdoba fueron condenados ayer a prisión perpetua por el fusilamiento de tres militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Según el fallo dictado por el Tribunal Oral Federal No 2 (TOF2) de esa provincia, Pedro Nolasco Bustos (58), José Olivieri (67) y Jorge Woroná (65) fueron culpables del asesinato de los jóvenes Carlos Delfín Oliva, Ana María Villanueva y Jorge Diez, ocurrido el 2 de junio de 1976. “Por primera vez son condenados policías del Comando Radioeléctrico, cuyo rol era de patrullaje y control territorial, a diferencia del D2, que hacía inteligencia, pero quedó demostrado que participaron ellos también de la represión pura y dura: a pocas horas de apresarlos los masacraron en un descampado”, dijo a Página/12 el fiscal del juicio, Carlos Gonella.

Diez, Oliva y Villanueva, junto a Héctor Hunziker, que está desaparecido, se habían juntado a las 10 de la mañana en Octavio Pinto y Caraffa, del barrio de Villa Cabrera. Diez observó la presencia de un miembro del Departamento de Informaciones de la policía provincial (D2) que pasaba caminando, por lo que decidieron separarse ante la posibilidad de estar siendo vigilados. Hunziker se fue a pie hacia una parada de colectivos, mientras que Villanueva, Oliva y Diez subieron a un Fiat 128 azul, que fue interceptado por dos móviles del Comando Radioeléctrico a los pocos metros. De inmediato, Villanueva fue sacada de los cabellos e introducida junto a Diez en uno de los patrulleros, en tanto que Oliva, que se había aferrado a un poste del alumbrado público, recibió un disparo en la espalda y fue trasladado herido en otro vehículo policial. Luego, uno de los efectivos subió al 128 y junto a los dos móviles del Comando Radioeléctrico se trasladaron a una zona descampada del Chateau Carreras, en la ciudad de Córdoba, donde fueron fusilados, aduciendo que habían intentado eludir con disparos un supuesto control policial.

En el fallo, el tribunal integrado por los jueces Carlos Lascano, José María Pérez Villalobo y Fabián Asís condenó a los ex policías al considerarlos “coautores por dominio funcional del hecho, penalmente responsables” de los delitos de “privación ilegítima de la libertad agravada” y “homicidio calificado por alevosía”, y les impuso la pena de “prisión perpetua e inhabilitación perpetua absoluta”. En cuando a Nolasco Bustos y Woroná, el tribunal dispuso el “inmediato alojamiento en una unidad carcelaria del Servicio Penitenciario de Córdoba”, en tanto que Olivieri cumplirá la condena en prisión domiciliaria, beneficio que le fue concedido con anterioridad por razones de salud.

El fiscal Gonella destacó que fue clave la prueba documental: los registros de la comunidad informativa de inteligencia, que describen reuniones semanales entre los responsables de inteligencia de las fuerzas de seguridad en el Tercer Cuerpo de Ejército, algunas presididas por el propio (general Luciano Benjamín) Menéndez, que por alguna razón no fueron incinerados y aparecieron en un allanamiento a la delegación de la Policía Federal en 2001. “Decían cosas como que en el ’77 iban a egresar los primeros de Comunicación Social, que eran peligrosos elementos que podían infiltrarse en la sociedad, y que debían cerrar esa carrera”, describió el fiscal. “Y así lo hicieron, no es casual que una de las víctimas, Ana Villanueva, estudiaba derecho y ciencias de la información”, agregó.

Pagina12 27/03/12