Crítica a las críticas del FIT sobre la Ley de Expropiacion de REPSOL y sus propuestas sobre energía, petróleo y estatización
El documento de la alianza PO/PTS/IS contiene puntos correctos de critica a la posición estratégica y la Ley propuesta por el gobierno de CFK. De igual forma, su propuesta de extender la expropiación a todas las industrias del petróleo es, desde nuestra óptica, acertada. El documento, sin embargo, también adolece de vicios abstencionistas y se pronuncia por formulas anticuadas y obsoletas. No se pronuncia sobre el enfrentamiento crucial entre los viejos imperialismos y los “emergentes”, a estos últimos a quienes se suma entusiastamente CFK, y carece de un programa para la acción y educación de los trabajadores y el pueblo.
Hemos publicado la declaración emitida hoy, 20 de abril, por el FIT. En general tiene una posición correcta, que corrige un poco las declaraciones sectarias de Jorge Altamira de hace unos días y las publicadas en la prensa de su partido, PO.
La declaración condena y repudia acertadamente todas las amenazas del imperialismo Espanol y sus aliados Europeos que hablan de represalias por las acciones del gobierno de CFK.
Aunque con errores de cifras y caracterizaciones, la declaración del FIT explica la política del gobierno, que no es de estatizacion de la producción petrolera sino de creación de una explotación mixta con capitales nacionales y extranjeros.
No nos dice el FIT, sin embargo, que hacer con la propuesta de Ley de expropiación de la mayoría de las acciones de REPSOL en YPF. Si tuvieran diputados en el Congreso, que fue su mayor estrategia en las ultimas elecciones:
¿Votarian a favor en general de la Ley y presentarían las enmiendas necesarias, movilizando por ellas a sus partidarios y otros interesados en una verdadera y completa estatizacion? ¿Movilizarian al Congreso cuando se discute la Ley o a Plaza de Mayo a “convencer” a CFK, o harían un acto en soledad para explicar su propia posición solo a sus militantes? ¿Votarian en contra? ¿Darian quórum y se abstendrían? ¿Sus diputados rehusarían participar de la sesión de tratamiento por considerarlo una burla?
El FIT parece responder a estas preguntas, aunque no explícitamente, por la negativa. Si es así, es una posición abstencionista, y los partidos políticos, incluyendo los revolucionarios, actúan con todas sus fuerzas en la clase obrera, en la lucha de clases cotidiana, pero también en los enfrentamientos en la superestructura política de la que son parte. El FIT ha hecho esfuerzos denodados por ser reconocido como parte de esa superestructura. Ahora debería decirnos para que quería ser parte de ella.
Pareceria que el FIT esta repitiendo su postura en la cuestión petróleo / gas que es la misma que la que tuvo en relación al conflicto con la 125, de enfrentamiento entre los productores rurales y el gobierno.
En aquella ocasión, tras algunas dudas iniciales, tuvieron la posición de “Ni Ni”, es decir abstencionista.
En lugar de exigirle al gobierno que profundizara la lucha y trascendiera la misma hacia el terreno de la expropiación de los grandes terratenientes, las cerealeras, los pool de siembra y nacionalizara todo el comercio exterior se limitaron a rezar en las afueras del enfrentamiento como si este les fuera ajeno.
Ese error estratégico de entonces, ayudo a que después de un tiempo el gobierno a través de La Campora, capitalizara ese enfrentamiento porque apareció a la izquierda de la confrontación sin un movimiento marxista que ayudara, a través de exigirle, soluciones verdaderas.
Pareceria repetir una verdad de Perogrullo indicar que una posición revolucionaria consistiría en apoyar el desplazamiento de REPSOL de YPF y tratar de extenderla a toda la industria y de bloquear su entrega a otros explotadores nacionales y extranjeros. Eso requeriría lanzarse a la lucha política abierta y especifica sobre el tema donde este se disputa. En y alrededor del Congreso, en las fechas indicadas para la batalla por nuestros enemigos (ya habrá tiempo de elegir lugar y día cuando la relación de fuerzas sea diferente) al que hay que apretar y, llegado el caso, denunciar.
Hacerlo en otro lado, alejado del campo de batalla, es solo garantía de ser ignorados.
Tambien contiene la declaración del FIT, en nuestra apreciación, algunos errores importantes de consideraciones políticas y programáticas:
Comencemos por decir que el documento del FIT no enlaza la actual batalla del petróleo y el gas con el control estatal de todo el comercio exterior, la nacionalización/expropiación de toda la renta agraria para ponerla al servicio de la industrialización independiente del país y otras medidas que, aisladamente el FIT sostendría, pero para las cuales parece no haberle encontrado utilidad en el presente conflicto.
Al no hacerlo deja librado al gobierno para hablar, sin consecuencias ni oposición, de la necesidad de capitales adicionales, privados y extranjeros, para tener una política energética, claro, reducida al 35% de la producción total en YPF.
1. Siguen insistiendo en la consigna abstracta de una YPF «controlada por los trabajadores». En las circunstancias actuales, con el dominio absoluto de la burocracia sindical de los sindicatos, esto significaría entregarles el control del petróleo a la derecha pendonista. Un craso error. Un partido revolucionario, para levantar consignas se tiene que hacer cargo de que consecuencias podrían tener las mismas de llegar a implementarse.
2. El FIT también plantea lisa y llanamente la estatizacion, tal cual la conocemos hasta ahora. La estatizacion ha significado en la mayoría de los casos, el control de las compañías por parte de la burocracia sindical (AYSA); o de una burocracia pequeño burguesa ineficiente (Aerolineas) y en la realidad política histórica, la simple estatizacion no ha garantizado, mas bien ha pervertido, el control de los trabajadores y el pueblo y beneficiado a la burocracia mas derechista (Union Sovietica, China, PEMEX Mexicana cuando estaba bajo control de la burocracia sindical), y a su procreación y aumento del poder.
Al mismo tiempo se ha favorecido en esos casos la corrupción y la incompetencia operativa, el clientelas y el retraso de la tecnología.
La eliminación de la propiedad privada de las principales industrias es un objetivo de los socialistas, pero los experimentos de estatizacion conocidos han demostrado que es necesario actualizar nuestras propuestas, mas aun cuando estas son hechas bajo el dominio de los capitalistas. Nuestro objetivo no es el capitalismo de estado, sino la socialización de los medios de producción.
3. Ambas cuestiones, por la razones validas que mencionamos, son rechazadas por la mayoría de los trabajadores y el pueblo. Solo ver las Obras Sociales en manos de la burocracia sindical mafiosa o Aerolineas en manos de La Campora, debería bastarles a los compañeros del FIT.
Aunque existe una simpatía enorme hacia la expropiación de REPSOL, en la que la izquierda debería apoyarse, también hay una desconfianza popular bien fundada sobre la estrategia del Kirchnerismo de construir «un capitalismo de amigos» y en la corrupción inherente a su funcionarios pequeño que el FIT debería utilizar para presentar una alternativa viable… y creíble.
4. Una alternativa de transición, bajo el sistema capitalista, seria un tipo de estatizacion que llamamos de PROPIEDAD PUBLICA CON CONTROL SOCIAL.
Es decir, una compañía que no pertenezca al estado sino al pueblo. Que sea autárquica y que decida por si misma las inversiones, formas de producción y que hacer con las ganancias – preferentemente invertirlas para mejorar la compañía. Ni los gobiernos nacional o provinciales tendrían ningún poder de decisión sobre la empresa o empresas.
Por supuesto, esto debería hacerse en el marco de una expropiación, sin pago como acertadamente plantea el FIT, de todas las empresas de la rama de energía. La figura del “pueblo” como propietario o representado en las acciones de las instituciones, en lugar del estado, ya se utiliza en numerosos países en áreas como el transporte o el Poder Judicial.
5. La dirección, administración y funcionamiento de la empresa deberían tener un carácter democrático mediante la elección, por voto directo de 30% de todos los puestos directivos por parte de los trabajadores de la empresa.
No nombrados por la burocracia, sino electos por los trabajadores en forma directa. El otro 70% seria elegido por los usuarios en elecciones directas, tal cual se eligen diputados o senadores, sin piso mínimo y con representación proporcional de todas las listas que se presenten. Por supuesto los porcentajes pueden variar de acuerdo a factores que no hayamos tenido en cuenta al momento de escribir este texto que es solo una aproximación general a la cuestión, para su debate.
6. Los cargos serian por dos anos, revocables por plebiscito o referéndum si un tercio de los directores lo plantean. Todas la decisiones operativas se harían por súper mayoría de dos tercios de los directores. Asi, los directores obreros electos tendrían la llave de este tipo de decisiones. Las actas de reuniones, propuestas y presupuestos, además de balances, deben ser obligatoriamente puestos en conocimiento publico de inmediato.
Hay algunos experimentos de esta naturaleza, parciales, que se vienen realizando en algunos países que no han impedido la manipulación política o la corrupción enteramente, pero que la han reducido notablemente, así como han facilitado una mayor productividad y eficiencia, desconocidas en la rama del petróleo y el gas de nuestro país.
Esto se puede COMBINAR con medidas de control de la producción por comités democráticamente elegidos por los trabajadores que controlen la calidad, la productividad y detecten los ñoqui que habitualmente siembran los gobiernos patronales en industrias del estado.
Nuestra obligación, como Marxistas no es insistir sobre formulas pasadas sino aprovechar todas las experiencias mas avanzadas y perfeccionarlas.
7. Por ultimo, quisiera expresar mi gran sorpresa en relación al documento del FIT, y de todas las declaraciones hasta ahora de sus partidos componentes, donde no se dice ni una palabra, ni siquiera se reconoce, el hecho de que las medidas tomadas por el gobierno y las planteadas, por ejemplo por la oposición, responden no solo a la crisis energética provocada por el gobierno y los privatizadores de los 90, sino también al enfrentamiento entre los imperialismos en decadencia (EEUU y Europa) y los imperialismos “emergentes”, China, Brasil, BRICS…
Hay un nuevo mundo en formación y en ese mundo el gobierno de CFK se ha jugado a una alianza con un bloque imperialista liderado por Brasil en nuestra región, contra la vieja hegemonía de los yanquis.
El FIT, y los partidos que lo componen, simplemente niegan o ignoran esta realidad. El simple alineamiento de EEUU, y varios de sus satélites Latinoamericanos (Mexico, Colombia, etc), junto a los Europeos respaldando a REPSOL, mientras Brasil encabeza el bloque (Venezuela, Ecuador, Bolivia) que respaldan las medidas tomadas por el gobierno argentino, deberían ser un alerta para los ideólogos y dirigentes del FIT.
Si bien se menciona en su documento el interés de CFK de copiar el modelo Petrobras, poco o nada se dice de la penetración imperialista de Brasil y China en nuestro país y continente. CFK tratara de presentar una “alianza petrolera estratégica” con uno de estos países, o ambos, como una señal de “soberanía” ya que no se haría con los imperialismos tradicionales.
CFK sabe que la mayoría de los políticos burgueses (con la excepción de Macri y algunos radicales, así como dirigentes de la CC/ARI que son agentes de la Embajada) coinciden con ella en esta estrategia de mayor dependencia de Brasil – por esta estupidez de disolver las asimetrías en la verborragia de los :”hermanos Latinoamericanos” – y esta utilizándola hábilmente para presentarla no como un paso hacia la dependencia de imperialismos emergentes, sino como una alianza con países como el “nuestro”.
El FIT debería estar un paso adelante, previendo este escenario, y oponiéndose a el. Para hacerlo, claro, primero tendría que comprenderlo. Todo el futuro de la vida económica y política de nuestro país, y del continente se jugara a este enfrentamiento (llamemosle así aunque se lo disfrace sutilmente como “diferencias”) inter-imperialista. Desnudarlo y explicarlo ante los trabajadores y el pueblo es tarea de la izquierda. Nadie mas lo hará.
Izquierda info