Cuando la solidaridad es sólo discursiva
El Frente Popular Darío Santillán expresó su rechazo al discurso de Cristina Fernández de Kirchner, al entender contradictorio sus palabras de «solidaridad» al cumplirse 10 años del asesinato de Darío y Maxi, siendo que en su gobierno se encuentra uno de los integrantes que permitió esa represión, Aníbal Fernández, y apoyó a otro de los responsables, Carlos Soria. Buenos Aires, martes 26 de junio de 2012 (FPDS).
El Frente Popular Dario Santillán responde a la Presidenta: «Cuidado Cristina, el doble discurso se vuelve una cínica ofensa al pueblo cuando choca con la memoria y la dignidad de Darío y Maxi».
La presidenta Cristina Kirchner aprovechó la cadena nacional para «solidarizarse» por los asesinatos de Darío y Maximiliano, además de remitir en su discurso a otros temas ya tristemente recurrentes, como la justificación del ajuste y la criminalización del legítimo derecho de protesta sindical y social, asociándolos una vez más con la extorsión. Es lógico lamentar la pérdida de vidas humanas en un accidente como sucedió con algunos integrantes de Gendarmería Nacional, pero el homenaje que proclamó hoy la presidenta a dicha fuerza enmarcada en los últimos hechos suena como una burla especialmente al hacerlo en el día en que, hace 10 años, esa misma fuerza represiva compartió responsabilidades en los asesinatos de Darío y Maximiliano. En ese «homenaje» además, asoció las causas de ese lamentable accidente a la protesta de los trabajadores, en un avance discursivo más en contra del derecho a la protesta social contra el que el gobierno cada vez más arremete, y arremete no solo desde lo discursivo si no mismo en avances institucionales concretos para castigar la expresión social y la manifestación popular como la «Ley antiterrorista».
En el caso concreto de la «solidaridad» expresada ante la conmemoración de los asesinatos de nuestros compañeros, la presidenta pretende sostener sus dichos en una pretendida desmemoria popular Señora presidenta, no sea hipócrita! Si realmente sintiera algo parecido a la solidaridad ante estos hechos impunes, no hubiera albergado en su espacio político a quienes tuvieron responsabilidad en aquellos crímenes. Como Carlos Soria, candidato a gobernador por su partido, el Frente Para la Victoria, en Río Negro, que contó con su aval personal. Soria dirigió los Servicios de Inteligencia que comandaron el accionar de Fanchiotti durante la represión, como quedó constancia en el juicio a los policías. Y usted, lejos de solidarizarse con esta causa en su momento e impulsar la búsqueda de justicia, premió a unos de los ideólogos de los crímenes. Frente a usted, señora presidenta, suele estar Aníbal Fernández, integrante del gabinete presidencial que orquestó aquella represión, y vocero del discurso policial que complementó los crímenes. Si realmente sintiera solidaridad por esta causa, no seguiría teniendo entre sus colaboradores a ese nefasto personaje que ofende la memoria de los jóvenes asesinados. Hacemos nuestras las dolidas palabras de Alberto Santillán, padre de Dario, al enterarse de su alocución: «Cristina nos manda la misma solidaridad de mierda que permite que Aníbal Fernández esté en el gobierno‘».
Otro hecho, más directo, nos hace dudar de sus palabras y nos despierta indignación. En el gobierno anterior que usted compartió con su marido, brindaron al ex presidente Duhalde, quien debía ser investigado por estos crímenes, una salida «discreta» durante los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner, «premiándolo» con la designación como presidente de la Comisión Permanente del MERCOSUR. Este «favor» concedido al principal responsable de los crímenes de Darío y Maxi, además, fue coronado por ustedes con el entorpecimiento que el gobierno de Néstor Kirchner realizó respecto al esclarecimiento de los hechos de Avellaneda. El propio padre de Darío Santillán declaró sentirse «forreado y usado» por el entonces presidente que, después de recibirlo y fotografiarse con él, prometió la desclasificación de los archivos de la SIDE para avanzar en las responsabiliades políticas.
Hoy luchamos contra la impunidad, desde la militancia popular impulsamos otro proyecto de país, sin explotación, sin hambre. Realidades bien vigentes por las que luchaban darío y maxi, que siguen pendientes de ser resueltas, aún después de 9 años de gobierno donde, incluso, algunos males que perjudican al pueblo se han profundizado, como el saqueo de nuestros bienes comunes a lo largo de todo el país. No hace falta que lo digamos nosotros: basta encontrar en el testimonio vivo de los compañeros asesinados una firme posición frente a esto, que hubicaría hoy a Darío y Maxi luchando contra las injusticias, en cada movilización, en cada huelga de los trabajadores, denunciando la judicialización de la protesta social y la represión. Y el doble discurso, como el que usted enarbola, que se vuelve cínico y ofensivo cuando busca desvirtuar la memoria y la lucha de quienes ya no están.
En la misma sintonía aparecieron en las cercanías de Avellaneda afiches que ponían a Darío o Maxi junto a la figura de Néstor Kirchner, tergiversando la historia y asociando proyectos políticos bien disímiles: Darío y Maxi no lucharon por su «capitalismo en serio», sino por un Cambio Social, por una transformación radical de la sociedad. Desde el Frente Popular Darío Santillán tenemos marcadas diferencias con el «modelo» de país que su gobierno nos propone. Luchamos consecuentemente contra las injusticias, y podemos debatir fraternalmente también con la militancia popular que ve en el gobierno un proyecto positivo para el pueblo. Lo que no podemos dejar pasar es el doble discurso que manosea la memoria de nuestros compañeros caídos.
No esperamos de su gobierno palabras de solidaridad. En algún momento esperamos un compromiso de ustedes con la justicia, que junto a Néstor Kirchner defraudaron. Por eso sabemos que sólo habrá justicia a través de la lucha popular.
Darío y Maxi viven en cada lucha cotidiana, de los trabajadores y de todo el pueblo, contra las injusticias!!!
Seguimos exigiendo juicio y castigo, y denunciando el doble discurso y las complicidades con la impunidad.
Argenpress 28/06/12