A propósito de la “desdolarización” propuesta por el oficialismo… Kirchnerismo, pensamiento feudal y discurso esquizofrénico
Gustavo Robles (especial para ARGENPRESS.info)
Debo reconocer que cada vez que escribo una nota, lo que más me cuesta es encontrarle un título. Nunca estoy del todo conforme con los que me van surgiendo. Pero esta vez, después de escuchar al impresentable de Aníbal Fernández y a la señora Kirchner, salió solito y sin esfuerzo.
Sinceramente, creo que un pueblo de un país verdaderamente soberano debe valorar y atesorar su moneda. Una postura antimperialista “en serio” debe tener como premisa una divisa que relacione el desarrollo de su economía por encima de todas las demás. Y en ese sentido, el discurso del gobierno parece correcto. El problema surge cuando uno confronta el discurso con la realidad. Es ahí donde algunos nos damos cuenta que nuestra capacidad de asombro todavía no ha tocado su techo.
El ahora senador y antes ministro (y antes duhaldista y antes menemista) Aníbal Fernández, es de esos clásicos ejemplos que sacan de quicio a cualquiera, por su parloteo soberbio y por su… facilidad para tergiversar la realidad. El tipo, en un reportaje radial, al mismo tiempo que conminaba a la sociedad a “dejar de pensar en dólares”, reconocía que en su declaración jurada de bienes figuran en su haber 24000 dólares (casi causaría gracia si no fuese tan repugnante su mentira). Cuando el periodista le preguntó si, en concordancia con su discurso, “iba a pasar esos ahorros a pesos”, Fernández respondió “¿pero cómo voy a hacer semejante idiotez? Mire que voy a cambiar mis dólares a $4,50 cuando en el mercado negro lo hacen por $6,00… Yo con mi plata hago lo que se me antoja”
Semejantes declaraciones de uno de los principales cuadros del kirchnerismo obligó a la presidenta a preguntarle si había tomado “vivarachol”. Claro, ella también tendría que explicar sus incongruencias con su propio discurso. Porque de las declaraciones se pueden deducir algunas cosas que no por ser harto conocidas dejan de revolver las tripas.
En primer lugar, aunque parezca contradictorio, en las palabras de Fernandez (Aníbal) hay tanto componentes de mentira como de brutal sinceridad. Cuando el senador exclama “no me pida que haga cosas de idiota” para expresar su negativa a deshacerse de sus “verdes”, al mismo tiempo que le dice a la gente que debe “desdolarizar” sus aspiraciones de ahorro, lo que está haciendo es tomar de idiotas a los receptores de su discurso. Pero hay algo peor que eso: cuando desde una posición de poder dice que “hace lo que se le antoja”, a la vez que lo que se le antoja está vedado para el resto de los mortales, lo que está expresando es un pensamiento “de casta”, de privilegio, es decir, un pensamiento claramente feudal. Y ésa es la matriz del pensamiento pejotista, hoy expresada con el rostro del kirchnerismo
Porque si no… ¿cómo explicar la política de “desdolarización” con la declaración de la presidenta, que admite poseer 3 millones de dólares entre sus bienes? ¿cómo explicar que en el hotel de su propiedad, ubicado en El Calafate, las tarifas se paguen en dólares?
El kirchnerismo es el mejor ejemplo del “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Porque esa incoherencia entre el dicho y el hecho se expresa no solamente en el aspecto privado de quienes hoy forman parte del plantel gobernante, sino en la política global de del oficialismo. O cuando la presidenta habla de los pagos de deudas ilegítimas a los buitres del sistema financiero mundial, o cuando habla de los subsidios a las empresas, o de saldos o déficit fiscales o comerciales, o de las reservas del banco central… ¿se expresa en pesos o en dólares? Es más, cuando PAGA las deudas públicas en el exterior ¿paga en pesos o en dólares? Sin ir más lejos, este año el país debe pagar 12mil millones de dólares de vencimientos de la deuda “desendeudada”… Claro, eso la “señora” no lo menciona en sus discursos…
Por eso suenan huecas las palabras de la presidenta cuando con descaro dice que ella presenta pelea “por un cambio de época” donde el dólar deje de usarse para las transacciones comerciales internacionales. Puro bla bla. No es lo que hace. Atesora dólares, succiona dólares, paga en dólares. Usa la moneda del Imperio, porque el mundo al que ella quiere pertenecer, del que reclama “las inversiones que Argentina necesita”, aún se maneja fundamentalmente con dólares.
Si las aspiraciones que la mayoría de los seres humanos tienen son de una sociedad justa, lejos de todo pensamiento de “castas o clases” privilegiadas, el pueblo argentino debe saber que el kirchnerismo no es la vía. Porque si para muestra basta un botón, Cristina y Aníbal tienen la mercería completa de la soberbia, la incoherencia… y la opulencia del tilingo que se llena los bolsillos cagando a los que los rodean.
Argenpress 06/06/12