Moyano
¿Y el plan de lucha?
Finalmente se dividió la CGT. Hugo Moyano debe darle continuidad a la exitosa marcha realizada a Plaza de Mayo con un plan de lucha, para concretar los reclamos levantados entonces y para que triunfen los conflictos en curso. Hasta ahora se viene negando. Para lograrlo, hay que exigírselo desde abajo.
Ante la realización del Congreso de la CGT por parte del sector moyanista el pasado 12 de julio, la Central quedó finalmente fracturada en distintos sectores burocráticos. Por un lado, uno conducido por el lider camionero, de perfil opositor al gobierno. Por otro, el armado fogoneado por el kirchnerismo, integrado por el sector de los “gordos”, los “independientes”, los mal llamados “no alineados” y algunos ex-moyanistas, quienes anunciaron la realización de un congreso propio para octubre y promueven la candidatura del metalúrgico Antonio Caló. Por último, un sector minoritario encabezado por el gastronómico Luis Barrionuevo, cuyas posiciones oscilan entre el antikirchnerismo y el antimoyanismo.
Una política vacilante
Hoy no sólo asistimos a una atomización de las organizaciones sindicales pocas veces vista, sino que luego de casi diez años de gobierno kirchnerista, por primera vez nos encontramos frente a la ruptura política de un sector de peso dentro del movimiento sindical con el gobierno. Recordemos que durante todos estos años Moyano oficiaba como uno de los principales aliados del kirchnerismo y un gran puntal a la hora de garantizar la “paz social” y contener los reclamos obreros. A diferencia de lo que sugieren algunos moyanistas, su ruptura no responde a una “radicalización” del líder camionero. En realidad, la crisis le exige al gobierno aplicar un ajuste y para hacerlo ha decidido empezar por las propias organizaciones sindicales, por ejemplo, mediante la confiscación y el control de la plata de las obras sociales. Así no sólo logra hacer caja, sino que busca acotar el poder de acción de estas organizaciones para poder aplicar el ajuste sin grandes resistencias. Mientras que Moyano responde a esta política realizando algunas acciones -aunque retaceadas- de movilización de su base para alcanzar mejores condiciones de negociación, el otro bloque busca “defender” sus privilegios oficiando de alcahuetes del gobierno -papel que hasta hace poco cumplía el propio Moyano-. Esto es lo que explica la movilización del 27 de junio para exigir la baja del impuesto a las “ganancias” y la universalización de las asignaciones familiares por parte del moyanismo. Sin embargo, no se trata de una política consecuente, sino que va y viene, amaga y, eventualmente, golpea. Pero siempre buscando negociar y mantener sus propios intereses. Por ejemplo, previo a la realización del congreso Moyano señaló: “Si (el gobierno) sigue sin dar respuesta, habrá que profundizar el plan de lucha”. Pero al día de hoy no convocó a ninguna medida de fuerza. Es más, en el discurso que dio luego de ser reelegido para comandar la CGT abandonó toda referencia a un posible plan de lucha. Centralmente amenazó con quitarle el apoyo electoral al kirchnerismo en las elecciones del año próximo -para entregarlo a alguna otra variante patronal, como Scioli-, pero no dijo una sola palabra de las luchas que los trabajadores están librando hoy día.
Plan de lucha para enfrentar el ajuste
Frente al ajuste que empieza a aplicar el gobierno, Moyano debe ya mismo anunciar una medida de fuerza nacional. Tanto para que las luchas en curso triunfen -empezando por la de los docentes y estatales bonaerenses-, como para que los reclamos que se levantaron en la movilización del 27 de junio se concreten. Sumando a ellos la pelea por salarios igual a la canasta familiar, contra el trabajo en negro y tecerizado y por la prohibición de los despidos y suspensiones, entre otras demandas urgentes.
Llamamos a Hugo Moyano y a la CGT a que convoque al conjunto de los trabajadores -más allá de dónde hayan quedado ubicadas sus direcciones en la fractura de la CGT- a preparar un plan de lucha que nos permita enfrentar el ajuste que el gobierno empieza a aplicar. Que llame a los metalúrgicos, lucifuercistas, a la base del SMATA, la UTA, docentes y demás gremios a que se sumen. Lo mismo en relación a las CTA. Las agrupaciones y listas opositoras, y los representantes del sindicalismo combativo -sin dar ningún aval político al moyanismotienen que hacer punta y aprovechar estas divisiones a favor de la movilización de los trabajadores, como ocurrió el 27 de junio en la Plaza de Mayo. Llamando a asambleas y plenarios de delegados para desarrollar esta política, mientras apoyamos las luchas en curso.
El Socialista 18/07/12