Hay que reestatizar los ferrocarriles
Pérez Esquivel habló en el acto de Plaza de Mayo y reclamó que se terminen las concesiones (privatizaciones) ferroviarias. Estamos de acuerdo. Y como salida de fondo planteamos que hay que reestatizar todo el sistema ferroviario, poniendo los trenes bajo funcionamiento y gestión de los trabajadores ferroviarios y organizaciones de usuarios.
Escribe: Juan Carlos Giordano
“En diez años el gobierno gastó casi 37.000 millones de pesos en los trenes. La cifra promedia unos dos millones de dólares por día durante la década que el kirchnerismo lleva en el poder” (La Nación, 24/2/2013). ¿Se acuerda, lector, cuando el menemismo y Bernardo Neustadt decían que había que rematar los trenes porque daban un millón de dólares de pérdida por día? ¡Ahora se destinan 2 millones y los trenes son un negocio privado con menos vías, menos trabajadores y al servicio del saqueo!
Según la misma fuente, para los trenes metropolitanos se destinaron 4,2 millones de dólares por día el año pasado y el presupuesto para todo el ferrocarril aumentó un 2.969 por ciento desde el 2003 a 2012. ¿Dónde fue ese dinero? A los bolsillos de las patronales mediante subsidios millonarios, a pesar que prestan un servicio deplorable.
El Estado paga las obras y los salarios aún a costa de llegar a la masacre de Once con 52 muertos y más de 700 heridos, y las ganancias quedan para las patronales. Nada de ese dinero fue para mejorar el servicio.
Es necesario entonces terminar con el robo capitalista de las privatizaciones y tomar una medida de fondo: reestatizar todo el sistema y ponerlo a funcionar bajo control y gestión de trabajadores y usuarios. Porque si el Estado invierte cifras siderales, hace las obras y paga los salarios, no tienen por qué entonces existir esas patronales privadas para quedarse con ese botín, mientras se viaja como ganado y el servicio es una desidia llena de negociados, corrupción y entrega.
El kirchnerismo es cómplice de los empresarios privados
El gobierno y los medios afines vienen haciendo campaña con que se está dejando de lado el esquema de concesionarios privados, teniendo el Estado una mayor participación. Pero no es cierto que el gobierno esté “estatizando” el servicio. En todo caso, sigue estatizando las pérdidas y socializando las ganancias en beneficio de los grupos privados. “Hoy los cinco ramales metropolitanos son operados por dos empresas: Emepa de Gabriel Romero y Metrovías- BRT de Aldo Roggio” (Página12, 22/2). Más claro, échele agua.
El gobierno se jacta de que en 2004 Néstor Kirchner le quitó la concesión al delincuente de Sergio Taselli del San Martín, pero creó la unidad de Gestión Operativa Ferroviaria (UGOFE) con Ferrovías, Metrovías y TBA.
Según el mismo diario, “la intención de Interior y Transporte es adecuar los contratos del resto de las unidades operativas al que exhiben el Sarmiento y el Mitre”. Y agrega “la configuración del sistema ferroviario dificulta prescindir de los grandes grupos empresarios que encabezaron las privatizaciones”. Lo mismo pasa con el subte en manos aún de Metrovías (grupo Roggio), y los trenes de carga, en manos de Urquía (Aceitera General Deheza), Franco Macri y firmas exportadoras multinacionales que siguen destruyendo las vías, máquinas, vagones e instalaciones para satisfacer el lucro con logística para la propia producción de esos empresarios negreros y explotadores.
Por una salida de fondo
Ante el masivo repudio a un año de la masacre, algunas versiones señalaron que Cristina le pidió la renuncia a Randazzo. Pero los mismos familiares, con razón, dijeron que eso no es ninguna solución si no se cambia de política.
Por la reestatización vienen luchando los ferroviarios de la Bordó Nacional encabezada por el Cuerpo de Delegados del Sarmiento y la Seccional Haedo. Política con la cual coincide nuestro partido y que cada vez más sectores ven como necesaria. Para que se termine el negocio privado que el kirchnerismo viene dando continuidad.
La situación que vive el Sarmiento no es aislada. Con diferentes intensidades se vive en el conjunto del sistema, con expresiones brutales como Ferrobaires, la línea del Estado Provincial a cargo del kirchnerismo y de Scioli, administrada por una camarilla de delincuentes que presta un servicio siempre al borde de la tragedia.
En un comunicado firmado por Sobrero, Ruíz Díaz y Reynoso en nombre de la Comisión de Reclamos de la Línea Sarmiento, señalaron a un año de la masacre: […] No hay alternativa para los ferrocarriles si no se reestatizan formando una empresa integrada de carga y de pasajeros, con una dirección centralizada y un estricto control de trabajadores y usuarios. Deben pasar al Estado, además, todos los talleres que hoy están en manos de los Taselli, Roggio, Romero y Cirigliano, con beneficio de inventario y sin pago alguno. Ésta es la salida que como trabajadores consideramos la única viable para evitar muertes y fundamentalmente para recuperar el ferrocarril como un resorte para la economía nacional al servicio del pueblo”.
Reestatización que, ineludiblemente, debe contemplar que el sistema ferroviario sea puesto a funcionar bajo control y gestión de sus trabajadores y usuarios (no por La Cámpora, políticos privatizadores o burócratas asesinos como Pedraza). Porque solo los trabajadores y usuarios son los que necesitan el tren, los que vienen haciendo las denuncias y vienen luchando junto al pueblo para que el ferrocarril sea un servicio digno, eficiente y seguro.
El Socialista 27/02/13