Evo Morales, la Unión Europea y el Tercer Mundo
por Noel Manzanares Blanco
Trascendió que las autoridades de varios países europeos impidieron cruzar su espacio aéreo al Presidente de Bolivia, el compañero Evo Morales; que, por ello, el avión del dignatario estuvo en peligro de quedar sin combustible; y que realizó un aterrizaje de emergencia en Viena, permaneciendo más de medio día, cual rehén de estos tiempos.
Tenga usted en cuenta que el Derecho Internacional asume al avión de un Presidente de cualquier país como parte de la soberanía de una nación y, por tanto, con inmunidad para moverse por el mundo.
Así, es natural que la reunión de urgencia efectuada recientemente por la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR), haya denunciado la falta de transparencia sobre las motivaciones de las decisiones políticas que impidieron el tránsito aéreo de esa nave presidencial y su notable, un agravio que ofende no solamente al pueblo boliviano sino a todas nuestras naciones.
Al mismo tiempo, UNASUR exigió disculpas públicas a Francia, Italia, Portugal y España por la bochornosa actitud ante el caso Morales, y requirió un pronunciamiento de las Naciones Unidas ante tanta infamia.
A la sazón, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó esa especie de “agresión grosera, brutal, inadecuada y no civilizada” contra su homólogo de Bolivia; el de Ecuador, Rafael Correa, se expresó por el mismo estilo: “¡Nuestra América no puede tolerar tanto abuso!”; Managua valoró como “criminal y bárbara” la acción de marras; y La Habana repudió lo que consideró como “acto inadmisible, infundado y arbitrario que ofende a toda la América Latina y el Caribe” —entre otros pronunciamientos de similar calibre.
Recuérdese que el embajador de España en Viena tuvo la desfachatez de intentar subir al avión antes de que Madrid confirmara el permiso de aterrizaje —firmemente rechazada por Evo, a la altura del suceso. Además, que los países señalados (integrantes de la Unión Europea) sí secundaron los ilegales vuelos de la CIA que transportaban pasajeros que fueron secuestrados para luego ser torturados al estilo Made in USA —ilustración de la farsa según la cual el avión en que volaba el compañero Morales podía llevar a bordo al ex integrante de los servicios de espionaje de Estados Unidos, Edward Snowden.
Entretanto, es interesante —quizás, en rigor, muestra de las contradicciones secundarias entre los imperialistas— que la mismísima Unión Europea le haya pedido a su par Estados Unidos que aclare el llevado y traído espionaje de Washington dado a conocer por el citado ex agente CIA Snowden, para continuar con negociaciones en torno al bilateral Tratado de Libre Comercio.
Puede comprenderse, pues, la colocación viril de la Administración de La Paz en voz de su Presidente, a saber: “Tengo la posición firme que vamos a hacer respetar ante los organismos internacionales las normas y el Derecho Internacional, no basta con una disculpa de un país que no nos permitió pasar su territorio”.
En el orden personal, significo grosso modo otra lectura del acontecimiento en cuestión: por un lado, que el desprecio del Norte por nuestros pueblos del Sur es de tal envergadura que a los “todopoderosos” muy poco les importan discriminar a los representantes de los pobres de la Tierra, aunque para ello haya que violar el vilipendiado Derecho Internacional.
En correspondencia, que cuando se trata de cerrar filas ante los intereses del gran capital, ipso facto queda en un segundo y hasta tercer plano el contrapunteo de los denominados Centro de Poder, pues poquito importa el caso Snowden si en definitivas la desconfianza es recíproca o sea, hoy se sabe del espionaje de la Casa Blanca y mañana saldrá a relucir algo similar de algún miembro de la Unión Europea.
Entonces, el caso Evo Morales deviene alerta para Nuestra América y el Tercer Mundo en General y, simultáneamente, un referente para el Plan de Acción de los oprimidos del Planeta contra los desmanes del eje Washington-Bruselas.
05/07/13