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Gran marcha a Plaza de Mayo

Gran marcha a Plaza de Mayo

Con las consignas “más trenes, menos corrupción. Justicia para las víctimas y reestatización del sistema ferroviario bajo control de sus trabajadores y usuarios” se realizó una importante marcha a Plaza de Mayo el pasado 23 de agosto organizada por los ferroviarios del Sarmiento junto a familiares de las víctimas de Once y Castelar y a organizaciones de usuarios. Una unidad en la acción que no se había logrado nunca.

 
“Escuchenló, escuchenló, escuchenló, en el Sarmiento hay corrupción, que traigan trenes pa´ toda la población”. Esto corearon miles en Plaza de Mayo. Miles de ferroviarios junto a organizaciones políticas, sindicales, de usuarios, familiares de las víctimas de Once y Castelar, , entre otros (ver Presencias), se sumaron a la convocatoria. Un gran paso en la pelea por justicia por las masacres de Once y Castelar y por la reestatización del sistema ferroviario bajo control y gestión de sus trabajadores y usuarios. El acto estuvo presentado por el reconocido periodista Ernesto Tenembaum e hicieron uso de la palabra Elida Cedro en nombre de los usuarios, María Luján Rey y Paolo Menghini por los familiares y el “Pollo” Sobrero en representación de los trabajadores ferroviarios.

Una campaña sucia que no opacó la convocatoria

Contra los intentos del gobierno de enfrentar a los usuarios y trabajadores, culpando a estos últimos por el colapso y el desastre de los ferrocarriles, los ferroviarios del Sarmiento y de la Bordó Nacional lograron articular con los usuarios y familiares de las víctimas, para dar la pelea de conjunto. Como dijo el “Pollo”, en definitiva todos padecemos el mal servicio provocado por el desguace ferroviario.

La medida fue impulsada desde el cuerpo de delegados del Sarmiento y la seccional Oeste, votando la iniciativa en una gran asamblea general. Y con bastante amplitud de criterio, se ganaron el apoyo de distintos sectores políticos para dar esta batalla. Esto se expresó en la conferencia de prensa realizada el día previo a la movilización, de la que participaron referentes de distintos espacios políticos que, aun sin compartir la salida de la reestatización, se sumaron a la iniciativa por un reclamo tan sentido como la recuperación de los trenes.

Las semanas previas el gobierno había endurecido su campaña contra los ferroviarios mostrando nuevas filmaciones, con acusaciones falsas contra los miembros de la Bordó y anunciando unas supuestas “estatizaciones” de algunas líneas que solo promueven un “mayor control” estatal, manteniendo las ganancias de los concesionarios privados. A su vez, volvió a agitar las remanidas promesas de los trenes chinos que ingresaría recién el año próximo. Sin embargo, como denunció el “Pollo” durante la conferencia, en el ramal San Martín trajeron trenes que están parados hace más de un año porque no se elevaron los andenes de las estaciones ni se hicieron las obras necesarias para ponerlos en funcionamiento. Y sin inversión, lo mismo va a ocurrir en el Sarmiento y el Mitre.

Este combo de anuncios, promesas y denuncias no le alcanzó a Randazzo para frenar la convocatoria. Como se expresó en los discursos, familiares y usuarios evitaron caer presos de esa trampa y denunciaron abiertamente las maniobras del gobierno.

Reestatización, la única salida

Durante el acto, uno a uno, los oradores dejaron al desnudo la farsa de la “revolución ferroviaria” de Randazzo y mostraron que el vaciamiento y los negociados continúan. Todos ellos, además, plantearon como salida la reestatización. Como señaló María Luján Rey, no se trata de cambiar la concesión de un grupito por otro, sino de avanzar en una “real reestatización”.

Después de Once el gobierno se vio obligado a quitarle la concesión del Sarmiento y el Mitre a los Cirgliano (TBA), pero en su lugar asumieron los Roggio y los Romero, que continuaron engordando sus bolsillos con sobreprecios y varios negociados. Por ejemplo, por cada kilometro de vías realizado por la “gestión Randazzo”, el estado desembolsa 10 millones de pesos, cuando el costo de mercado es de un millón. Los subsidios al ferrocarril aumentaron 150% promedio por año en los últimos ocho años, pasando de 800 a 11.400 millones en el presupuesto 2013 -una suba del 11 mil por ciento. Sin embargo, eso no se tradujo en una mejora del servicio. Más bien lo contrario.

La reestatización permitiría orientar el dinero que hoy va a engordar los bolsillos de estos empresarios para que haya trenes y una mejora del servicio. Un control integral del sistema ferroviario permitiría volcar los ingresos del transporte de cargas al de pasajeros, para ofrecer un servicio económico y eficiente, lejos de las especulaciones empresariales que solo buscan ampliar sus ganancias a cualquier costo. Y el control y la gestión de los trabajadores, usuarios y familiares de las víctimas es la única garantía del destino de esos fondos, lejos de la corrupción y de los intentos de hacer caja de los funcionarios de turno.

El cuerpo de delegados del Sarmiento junto a los ferroviarios de la Bordó han tenido el mérito de plantear una salida de fondo para el transporte ferroviario y la jornada del viernes muestra que avanzan por el camino correcto, en unidad con los familiares, usuarios, organizaciones sociales, políticas y sindicales.

 El Socialista  28/08/13

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