La Marcha de la Dignidad, cerca de su meta: «Estamos demostrando que la gente está harta»
Los integrantes de la columna asturiana recorren las últimas etapas «con mucha moral» y la confianza de dejar oír su voz en Madrid
Durante el camino han tenido que escuchar algún que otro comentario despectivo, pero sienten que la mayor parte de los ciudadanos les apoya. «Es cierto que hay quien nos ha dicho que mejor estábamos trabajando, aunque son los menos. A esos yo les digo que esto no lo estamos haciendo solo por nosotros, sino también por ellos, por sus familias. Pero la mayor parte de las gente nos apoya bastante», asegura este vecino de San Martín del Rey Aurelio que ya en 2012 hizo a pie los más de 450 kilómetros entre Blimea y las puertas del Ministerio de Trabajo para dejar su currículum y pedir personalmente un empleo al ministro. Ángel opina que a estas alturas de la marcha «lo que ya está demostrado es que la gente está harta. Es verdad que no conseguiremos nuestros objetivos de un día para otro, pero yo espero que el Gobierno ceda en muchas cosas ya que no tienen la dignidad de dimitir. Espero que se den cuenta de que no te pueden pisar la cabeza y darte cada viernes otro cuarto de vuelta en el Consejo de Ministros», proclama con absoluto convencimiento.
Para decir esto mismo en la capital española Ángel Catalán caminará una media de 25 kilómetros diarios, aunque en algunas etapas por la Meseta «han llegado casi a los cuarenta». «Había un día que teníamos previsto hacer 34 kilómetros, pero como parte del recorrido transcurría por una autovía la Guardia Civil nos desvió por un camino adyacente y acabamos haciendo otros cuatro kilómetros más», explica. Como compensación, recuerda que se ha encontrado con el apoyo de muchos voluntarios que han acudido a ayudarles y darles ánimo. Así ocurrió en León, donde un grupo de fisioterapeutas les ayudó a reponerse. En Valladolid, varios cientos de personas acudieron a recibir a la denominada columna del Noroeste. También los distintos municipios por los que han pasado les han cedido diversas instalaciones, fundamentalmente polideportivos, para pernoctar. Ángel cree que muchos alcaldes del PP, como el de la capital castellanoleonesa, han accedido a regañadientes, «por la presión social». De hecho, lamenta que durante los largos días de caminata los políticos apenas se hayan dejado ver por la Marcha de la Dignidad. «Esperaba al menos que apareciera algún representante de la oposición. Yo, al menos, lo que no quiero es que vengan a última hora para la foto», se lamenta. Eso sí, también cita excepciones. Como el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez (IU) que acompañó a la marcha en la salida y que tras un viaje a Madrid buscó a la columna en la carretera para volver a transmitirle su apoyo.
La marcha de la dignidad inició su andadura bajo un manifiesto que proclama la necesidad de movilizarse ante «una situación extremadamente difícil, una situación límite, de emergencia social, que nos convoca a dar una respuesta colectiva y masiva de la clase trabajadora, la ciudadanía y los pueblos». A ella se han sumado numerosos colectivos de toda España, que el día 22 entrarán en Madrid por seis puntos distintos para converger en Atocha e iniciar una manifestación. Sus lemas son: «No al pago de la deuda, Ni un recorte más, Fuera los gobiernos de la Troika y Pan, trabajo y techo para todos y todas».
Por el camino han organizado diversos actos para explicar las razones de su protesta. Anoche, parte de la columna asturiana se separó para participar en uno de ellos convocado en Segovia. Hoy volverán a la carretera junto a sus compañeros para completar una nueva etapa. Los participantes en la marcha confían en que la manifestación que comenzará a las cinco de la tarde del próximo sábado «demuestre al señor Rajoy que la sociedad está cansada de mentiras y falsedades». Ángel Catalán está seguro de que a este gesto le seguirán otros porque «la situación resulta insostenible. Y lo que nos queda es protestar, un día y otro».