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¡No se aprobó ninguna estatización!

¡No se aprobó ninguna estatización!

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El gobierno de Cristina Kirchner aprobó en diputados y senadores la mal llamada ley de “estatización” de los ferrocarriles. Tuvo el apoyo del PRO, la UCR, el Frente Renovador de Massa y la Coalición Cívica de Carrió. Lozano y Stolbizer se abstuvieron. El Frente de Izquierda votó en contra y presentó el proyecto alternativo de reestatización junto a los ferroviarios del Sarmiento.

Por Juan Carlos Giordano

Este martes 14 de abril se aprobó en senadores la ley que ya había aprobado la Cámara de Diputados el 8 de abril. El gobierno la presentó como de “estatización”. Pero no solo no estatiza nada, sino que abre el negocio ferroviario a más operadores privados. Lo que va a seguir haciendo el Estado es poner los fondos del pueblo argentino para que sean los empresarios quienes sigan con el manejo de los ferrocarriles. Ya se sabe cómo actúa este gobierno: les otorgó 100 mil millones de pesos en subsidios que fueron a los bolsillos de los empresarios, no al ferrocarril.

El proyecto oficial mantiene las concesiones y las amplía, quiere decir que continúa con el saqueo de los 90. Es más, la ley oficial ratifica especialmente decretos de Menem y Cavallo de los años 1991, 1992, 1993 y 1994. A tal punto no es ninguna estatización que la propia ley kirchnerista dice que servirá para “renegociar los contratos suscriptos con Nuevo Central Argentino S.A. (Aceitera General Deheza-Urquía), Ferroexpreso Pampeano S.A. (Techint) y Ferrosur Roca S.A. (Cementera Camargo Correa, antes Fortabat)”, acentuando la entrega y dependencia del país, ya que el ferrocarril de cargas sirve para que se sigan sacando materias primas, minerales y la soja. Y que habrá “acceso abierto a la red ferroviaria nacional para la operación de los servicios de transporte de cargas”, para que entren los capitales chinos y de otras multinacionales.

El diputado de Macri, Federico Sturzenegger, fue muy claro al respecto. “Este proyecto logra un balance con un Estado que invertirá en la infraestructura necesaria mientras que le permite al capital privado competir en la operación de manera sana” (Página12, 9/4). Felipe Solá, que responde a Massa, señaló: “Este es un proyecto de reordenamiento. No estatiza ni privatiza nada” (Idem). Y se tuvieron que escuchar cosas ridículas. El titular de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, acompañando en las gradas del Congreso a Randazzo, dijo que “esto se compara con la nacionalización de Perón de 1948”.

El FIT y los ferroviarios por la reestatización

Los diputados nacionales del FIT encabezados por Néstor Pitrola votaron en contra del proyecto oficial. Y presentaron el proyecto de reestatización que el FIT confeccionó junto a los trabajadores y el cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento. El día anterior a la sesión de diputados se hizo una audiencia pública en el Congreso convocada por el FIT para debatir el proyecto alternativo. Estuvieron Pitrola, Giordano, Del Caño, Sobrero, Reynoso, Schlotthauer y otros trabajadores del ferrocarril y del transporte.

El proyecto alternativo dice en su artículo primero que hay que “anular” todas las concesiones. ¡Sólo así se terminará con la privatización menemista!
Al declarar la nulidad de las concesiones, inmediatamente el Estado nacional recupera todo el control del sistema ferroviario que, según el proyecto del FIT, es para ser puesto al servicio de un sistema único nacional, complementando el de cargas con el de pasajeros (para que el primero financie al segundo). De esa forma estaríamos en condiciones de recuperar, tras una fuerte inversión estatal, los 25.000 kilómetros de vías que se perdieron con la privatización menemista, los 90.000 puestos de trabajo, todos los talleres desgüazados y los 900 pueblos fantasma que quedaron tras el saqueo.

El proyecto señala, a su vez, que los concesionarios deben devolver todo lo que usaron pagando con sanciones económicas y penales sus conductas. Por eso se crea una comisión investigadora para develar todos los ilícitos cometidos y para que paguen los responsables.

Finalmente, el proyecto plantea que no se exige cualquier “reestatización”. Sino que el sistema ferroviario debe ser puesto bajo gestión, administración y control de sus trabajadores y organizaciones de usuarios. Los únicos que vinieron denunciando los negociados y la corrupción, y luchando por un ferrocarril para el pueblo, para ponerlo al servicio de los pasajeros y de las economías regionales. Por esto hay que seguir luchando, en unidad, entre trabajadores, usuarios y las víctimas de Once. Junto a los demás trabajadores y sectores populares. Ahora, contra la nueva ley kirchnerista de reprivatización ferroviaria.

http://izquierdasocialista.org.ar/index.php/periodicos-ediciones-anteriores/el-socialista-n-289/1923-no-se-aprobo-ninguna-estatizacion

16/04/15

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