Cuba-EEUU: relatos de última hora
Una agencia de prensa ilustran el porqué ratifico que en el tema La Habana-Washington por ahora solo tenemos apenas un pelo del Lobo feroz
Por Noel Manzanares Blanco
Tres reportes de la EFE desde Washington nos dan cuenta de que nuestro vecino acaba de admitir que no habrá normalización completa de las relaciones bilaterales hasta que el Bloqueo no quede en el basurero de la Historia; de que la Sección de Intereses de la Isla en la capital norteamericana ya tiene banco para elementales trámites con sus finanzas; y de que senadores republicanos presentaron un proyecto de ley para que Cuba cumpla con sus deudas ante acreedores de Estados Unidos de América.
La primera información, por un lado dice que la Administración estadounidense considera que la normalización “completa” de las relaciones entre los lados del Estrecho de la Florida es algo que solo se resolverá “a largo plazo”; al tiempo que confía en que en la ronda de negociaciones de esta semana se limen los últimos obstáculos para abrir embajadas. Además, recuerda que el Presidente Raúl Castro la semana pasada manifestó que para tal normalización “tiene que eliminarse el Bloqueo completo y la base de Guantánamo debe ser devuelta” —sin descartar ¿Y de los terroristas de Washington en Miami…qué?, a tono con Andrés Gómez.
Asimismo, que para la Casa Blanca “la restauración de relaciones diplomáticas es el primer paso”, tras lo que vendrá “la designación de embajadores”; mientras que reconoce que “unas relaciones completamente normales no incluyen un embargo económico [el Bloqueo que afectó, ¡hasta al Ébola!]”; que el “estatus” de la base naval de Estados Unidos en Guantánamo (Cuba) “no es parte de las conversaciones” para el restablecimiento de las relaciones, y no se tratará este jueves; y que respecto al programa de clases a periodistas independientes, no hay intención de cambiarlo ni cancelarlo, pues constituye una acción que los diplomáticos estadounidenses no asumen [¿?], sino que la realizan académicos y periodistas [¿aupados por quién?].
La segunda información certifica que con el hecho de que nuestra Sección de Intereses en Washington haya encontrado un banco para sus operaciones en EEUU, se elimina un importante obstáculo para el restablecimiento de los lazos diplomáticos en cuestión y la apertura de embajadas, en la perspectiva estadounidense. Se trata de una entidad prestamista no identificada en el estado de la Florida donde radica la cuenta.
Igualmente, que la mencionada Sección de Intereses lleva más de un año sin un banco con el que pueda realizar sus operaciones debido a las sanciones derivadas del Bloqueo comercial a la Mayor de las Antillas; y que desde que esa sede diplomática careció de ello en Marzo de 2014, se ha visto obligada a hacer todas sus operaciones con dinero en efectivo y a restringir su labor consular a servicios extraordinarios de renovación de pasaportes y a la atención de casos de “carácter humanitario”.
Sin dudas, así estamos en presencia de un paso de avance clave. Sin embargo, la tercera de las informaciones escapa a cualquier tentativa bienhechora.
Resulta que los senadores republicanos Marco Rubio y David Vitter presentaron este martes el proyecto “Ley Cubana de Liquidación de Reclamaciones de Estados Unidos” para exigirnos que hagamos “frente a las demandas legales pendientes y a los créditos pendientes de pago” que tenemos contraídos con su país, antes de que se alivie las restricciones de viajes y comercio de ciudadanos/as estadounidenses al archipiélago. En concreto, esos sujetos pretenden que La Habana les pague una deuda que asciende a entre 7 000 y 8 000 millones de dólares a consecuencia de las propiedades confiscadas tras el Triunfo de la Revolución Cubana.
En una mirada rápida ante este episodio, encuentro una zancadilla a la repercusión positiva que debe traer consigo el hecho de que Obama aceptó sacar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo —en ella, jamás debió aparecer—, aunque estamos a la espera de que en unos días el Congreso exprese su palabra de aprobación o rechazo. Pero en un examen de mayor calado, debo comenzar por subrayar quién es Marco Rubio, el primero de esos presentadores, de acuerdo con lo que certifiqué tres años atrás.
Si en aquel entonces resumí que el susodicho era “Un potencial para la vicepresidencia Made in USA/ Por conducta excesiva e impropia tendrá que pagar una multa/ Documentos oficiales estudiados por el Washington Post revelaron que la historia del senador cubanoamericano fue un cuento”; ahora les recuerdo a mis lectores/as que se trata de la misma persona que, en su condición de aspirante a principal inquilino de la Casa Blanca, ha confesado que respecto a nuestra Patria llevará no sé hasta dónde la multilateral Guerra Económica del Águila Imperial vs. El Caimán Verde. Me refiero, incluso, al mismo personaje que ni más ni menos es uno de los voceros del architerrorista Luis Posada Carriles y comparsa.
No obstante, grosso modo deseo significar que en los finales del 2014 redacté Cuba-EEUU: hablemos de compensaciones. En esa oportunidad, llamé la atención en que ¿por nuestra responsabilidad? las pérdidas provocadas a EEUU ascienden a “más de 7,000 millones”; y también hice observar que la síntesis de qué ha sido la Guerra Económica Made in USA vs. nuestro pueblo parte de cómo desde el propio Enero de 1959 comenzaron las zancadillas, al tener en cuenta que resultó depositado en bancos norteamericanos 424 millones de dólares —ojo con el poder adquisitivo de esa moneda en aquel entonces—, robados por cabecillas del régimen de Fulgencio Batista, y ¡ni un solo centavo fue devuelto al Gobierno Revolucionario!, a pesar de la reclamación al respecto.
Y como si fuera poco lo que había escrito en aquella ocasión, asimismo resalté que el Vicecanciller cubano Abelardo Moreno, al presentar ante la prensa el Informe de Cuba sobre la resolución 68/8 de la Asamblea General de la ONU “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, en Septiembre de 2014 puntualizó que el daño económico ocasionado a la Isla, “considerando la depreciación del dólar frente al valor oro en el mercado internacional, asciende a más de un billón de billones”, exactamente 1 112 534 000 000 de dólares, a pesar de la reducción del precio del oro en comparación con el año anterior.
Por demás, a la sazón no dejé de presentar una pregunta que en este minuto formulo así: ¿A cuánto asciende en cifra las afectaciones que ha traído consigo el sufrimiento a los pacientes y sus familiares cubanas y cubanos que no han podido contar, en muchas ocasiones y en el momento necesario, con el medicamento idóneo para la atención de una enfermedad, si acaso fuera posible medirlo?
A esta altura, pues, al traer a colación relatos de última hora en los vínculos Cuba-EEUU, hallo que no exagero al ratificar, de acuerdo con los tres reportes de EFE, que en el tema La Habana-Washington por ahora apenas tenemos un pelo del Lobo feroz.
http://kaosenlared.net/cuba-eeuu-relatos-de-ultima-hora/
20/05/15