«La situación era mala ya en Moria y es peor ahora. Los pacientes que teníamos en seguimiento han empeorado. Hemos atendido a pacientes de salud mental que habían sufrido ataques de pánico en el pasado y que, en estos días, han padecido episodios más intensos y más difíciles de calmar. Hemos visto a niños que sabemos que tienen epilepsia y que se han quedado sin su medicación; a mujeres con embarazos de riesgo y que no tienen su medicación. Es el caso de embarazadas con diabetes que duermen al raso, sin comida, sin agua y sin insulina”, explica Francisca Bohle Carbonell, responsable de enfermería de MSF en Lesbos. “Lo que la gente pide —continúa Francisca —, lo que esta gente necesita, es no ser encerrada en otro campo. Esta gente necesita ser evacuada y llevada a un lugar seguro en Grecia o en otros países europeos”.
MSF alerta del deterioro de la salud de los pacientes tras una semana durmiendo en las calles y colinas de Lesbos.
Mitilene (Lesbos)/ Madrid, 17 de septiembre de 2020.- Cuando se cumple una semana de que varios incendios destruyeran por completo el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, las autoridades han comenzado a trasladar a cientos de personas a un nuevo Moria en una operación policial iniciada esta mañana. Médicos Sin Fronteras (MSF) manifiesta su rechazo frontal a la instalación de un nuevo campo y solicita a los estados europeos que evacúen todas las personas de Lesbos y de las otras islas griegas.
En el marco de esta operación y durante varias horas, le fue negado el acceso a los equipos de MSF a la nueva clínica erigida en una zona cerca de donde miles de personas duermen a la intemperie sin acceso a los servicios básicos. Finalmente, los equipos médicos pudieron abrir la clínica unas horas después y reanudar servicios médicos esenciales.
“Es preocupante que una operación policial se haya convertido en una prioridad sobre la prestación de atención médica a una población en peligro. Instamos a las autoridades griegas a garantizar que el movimiento de personas al nuevo campo se realice sin el uso de la fuerza y que se garantice el acceso a proveedores médicos», afirma Stefano Argenziano, coordinador de Operaciones de MSF.
Entre el 12 y 16 de septiembre, los equipos de MSF han llevado a cabo 508 consultas en la clínica recién creada. Entre los pacientes, hombres, mujeres y niños vulnerables, los equipos han visto heridas por trauma, enfermedades de la piel, problemas obstétricos y patologías crónicas.
“La situación era mala ya en Moria y es peor ahora. Los pacientes que teníamos en seguimiento han empeorado. Por ejemplo, hemos atendido a pacientes de salud mental que habían sufrido ataques de pánico en el pasado y que, en estos días, han padecido episodios más intensos y más difíciles de calmar. Hemos visto niños con epilepsia que han sufrido convulsiones durante estos días en la calle, a mujeres con embarazos de riesgo y que no tienen su medicación. Es el caso de embarazadas con diabetes que duermen al raso, sin comida, sin agua y sin insulina”, explica Francisca Bohle Carbonell, responsable de enfermería de MSF en Lesbos.
“Lo que la gente pide — continúa Francisca —, lo que esta gente necesita, es no ser encerrada en otro campo. Esta gente necesita ser evacuada y llevada a un lugar seguro en Grecia o en otros países europeos”.
Rechazo frontal a un Moria 2
Tras los incendios de Moria los días 9 y 10 de septiembre, miles de personas se han visto obligadas a dormir en las calles casi sin asistencia, sin instalaciones de higiene y saneamiento. Las autoridades griegas y de la UE están tratando de imponer la contención de las personas en Lesbos construyendo un nuevo campo y afirmando que solo aquellas personas que decidan registrarse en el nuevo centro tendrán acceso a algún tipo de servicio y a los procedimientos de asilo.
MSF rechaza frontalmente esta nueva instalación y solicita a los estados europeos que saquen lecciones del desastre de Moria y que sobre sus cenizas funden nuevas políticas migratorias comenzando para ello por la evacuación de todas las personas en Lesbos y las otras islas griegas. «Si construyen un nuevo centro de contención al estilo de lo que era Moria, volveremos a enfrentarnos a una nueva crisis y a los daños en la salud física y mental que venimos viendo desde hace cinco años”, advierte Raquel González, responsable de Relaciones Externas de MSF.
Una crisis de acogida
Cinco años han arrojado suficiente evidencia que demuestra que las restricciones geográficas decididas en la Declaración de Turquía de la UE, las condiciones de acogida inhumanas y los procedimientos de asilo injustos y en constante cambio, solo conducen a desastres cíclicos y a un sufrimiento inmenso. “En todo este tiempo, en el terreno solo hemos visto más padecimiento humano, una rutina de humillaciones, xenofobia, violencia y condiciones indignas de vida”, recalca Raquel. “Por ello, pedimos a las autoridades griegas y de la UE que detengan sus esfuerzos para reconstruir un nuevo sistema de contención en Lesbos y que rompan de una vez por todas el ciclo de sufrimiento en las islas griegas”, añade la responsable de Relaciones Externas de MSF.
Los nuevos campos deben ser centros de tránsito o previos a la reubicación, no instalaciones cerradas orientadas al confinamiento y la disuasión como han venido siendo los hotspots (centros de identificación y registro) en las islas del Egeo. “Hoy, por las cifras de llegadas a Europa, no podemos hablar de que exista una crisis de refugiados ni de inmigración — insiste la responsable de Relaciones Externas de MSF—. Lo que siempre ha habido es una crisis en la respuesta europea, que ha olvidado en esta la inclusión de elementos básicos de protección y un trato digno para estas personas, y un sistema de asilo inadecuado en general. Varios países y comunidades de Europa han expresado su voluntad de acoger a personas en busca de seguridad. Ha llegado el momento de que los países de la UE reconozcan el fracaso de las políticas de disuasión y dejen de utilizar la inmigración en sus cálculos políticos a corto plazo. Ya basta”.
MSF pide con urgencia a las autoridades griegas, a la UE y a los estados miembros:
- La evacuación inmediata de todas las personas que tuvieron que huir del campo de Moria. Los derechos humanos básicos no se pueden preservar en Lesbos ni en las demás islas griegas. Es urgente descongestionar las islas y centrarse en la reubicación en Europa.
- El abandono de cualquier enfoque futuro de la migración que vuelva a atrapar a personas en condiciones inhumanas en campos en las islas (o en instalaciones en las fronteras), a la espera de una decisión sobre su solicitud de asilo. La política de restringir el movimiento de solicitantes de asilo de las islas a la Grecia continental debe terminar.
- La implementación de políticas migratorias que aseguren la protección, en lugar de la exclusión para lo que es necesaria mayor solidaridad y un reparto de responsabilidades entre los países europeos y el fin de los abusos sistemáticos de los derechos humanos en las fronteras.
Con este objetivo, MSF se ha sumado a una petición junto a otras organizaciones de la sociedad civilpara pedir el fin de la contención en las islas griegas y la evacuación urgente de los refugiados de estas.
Guillermo Algar González Press Officer, MSF España
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19/09/20