El próximo 4 de enero la jueza británica Vanessa Baraitser decidirá si extradita o no a Assange a los Estados Unidos.
Por Marc González
Seguramente, el caso del hacker y fundador de Wikileaks, Julian Assange, es uno de los más importantes y relevantes de estos primeros veinte años de siglo XXI. La revelación de los crímenes de guerra de los Estados Unidos en las olvidadas guerras de Afganistán e Iraq, y la filtración de miles de cables diplomáticos sobre países de todo el mundo supusieron un antes y un después en la historia del periodismo y las relaciones internacionales.
El próximo 4 de enero el caso entrará en una nueva etapa, quizás irreversible, cuando la jueza británica Vanessa Baraitser decida si extradita o no a Assange a los Estados Unidos. El juicio, que duró unas cuatro semanas y terminó a principios del mes de octubre, fue un intenso debate entre la acusación y la defensa sobre la libertad de prensa y sus límites, el espionaje y la seguridad nacional.