¡Ni un peso a los buitres!
“O pagamos a los buitres o se viene un super- ajuste”, nos amenazan desde el gobierno. La realidad es que el ajuste ya está. Y pagando se profundizará.
Escribe: José Castillo
El Ministro Prat Gay nos chantajea, haciéndole eco a quien hoy se ha transformado en el auténtico “jefe” del Congreso de la Nación, el juez Griesa, que dictamina qué hay que votar y en qué fecha. Así, mientras Griesa, un juez municipal del Estado de Nueva York, ordena: “deróguese la ley Cerrojo y la ley de Pago Soberano y autorícese a pagarle a los buitres con ganancias de hasta el 1500%”, el ministro y sus diputados amenazan: “o le hacemos caso, o no nos quedará otra que implementar un brutal ajuste”. Al coro oficialista se suman los diputados de Massa, del “Bloque Justicialista” de Diego Bossio y hasta Margarita Stolbizer quien afirmó: “no me gusta el acuerdo, pero hay que aprobarlo porque no hay otra”.
Si esto no es ajuste, ¿el ajuste dónde está?
Sería interesante preguntarle al Ministro de Economía qué quiso decir con el “futuro ajuste” que vendría si no se arregla con los buitres. ¿Cómo llama él a lo que está sucediendo actualmente?
El ajuste ya está entre nosotros. Sumemos: una inflación que, desde la devaluación para acá, se acerca al 15% (y que es muchísimo mayor en los productos de la canasta familiar). Un tarifazo del 400% promedio en la luz. Salarios viejos, con precios nuevos, lo que ya se refleja en una brutal baja en las ventas que registran todos los comercios. El objetivo confeso del gobierno de que las paritarias dejen los salarios bien por debajo de la inflación. Un “alza” en el mínimo no imponible de ganancias que, cuando hacemos las cuentas, termina dando como resultado que ahora serán más, y no menos, los trabajadores alcanzados por el impuesto al salario. Y, según la consultora Tendencias Económicas (insospechada de publicar datos “en contra” del gobierno) más de 100.000 despidos sólo entre enero y febrero, la mitad de ellos en el sector privado, con una cadena de anuncios de suspensiones y planes de retiro voluntario en marcha.
¿Endeudamiento para el desarrollo?
Todos los voceros del oficialismo nos dicen que no queda otra que pagar para salir del infierno, y que para eso es necesario endeudarnos aún más (12.000 millones de dólares). Pero que después vendrá la “época feliz” en que, gracias a que nos abrimos al mundo, tendremos crédito, vendrán capitales y habrá plata para inversión productiva, obras de infraestructura y puestos de trabajo.
Como ya pasó otras veces en las últimas décadas, nada de todo esto sucederá. ¿Vendrán “capitales”? Probablemente sí, pero capitales especulativos que aprovecharán las super-tasas de interés y las condiciones excepcionales que le ofrece Argentina para hacer ganancias financieras que no logran en ningún otro lugar del mundo. Plata para bicicletas financieras, nuevos (o viejos) fondos buitres. Financiamiento para que los monopolios de siempre fuguen sus capitales. Y por sobre todo, nueva deuda para pagar y refinanciar los vencimientos de la deuda anterior, que seguirá creciendo como una bola de nieve infernal. Todo terminará, más temprano que tarde, en una nueva crisis. Donde “otra vez”, nos pedirán que nos ajustemos para pagar “por última vez”.
Hay “plan B”: dejar de pagar
El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, hizo su “aporte” al debate en una entrevista con Alejandro Fantino: “no tenemos un Plan B”. Nosotros le respondemos: sí que hay un proyecto alternativo para sacar al país adelante. Ante al frente único del “partido de la deuda”, del que participan todos –peronistas kirchneristas y no kirchneristas, radicales, centroizquierdistas y macristas- nosotros oponemos la única salida para terminar con esta historia de saqueo que ya lleva más de 35 años: no pagarle un peso a los buitres, dejar de pagar ya toda la deuda externa, por ilegal, inmoral e impagable. Y volcar todos esos recursos para las más urgentes necesidades de salario, trabajo, salud, educación y vivienda.
El Socialista 16/03/16