La diputada Liliana Olivero en Bolivia
La Cumbre de los Pueblos y la Mesa 18
En Cochabamba, Bolivia, se realizó la III Feria del Agua, en el décimo aniversario de la denominada “guerra del agua”. Se está realizando, además, la “Cumbre de los Pueblos por el cambio Climático”, convocada por el gobierno de Evo Morales. Fui invitada por la Coordinadora del Agua. Participé en los debates de la III Feria y estoy participando en las deliberaciones de la Cumbre. La Legislatura de Córdoba aprobó mi propuesta declarando los dos eventos de interés legislativo, designándome representante en los mismos.
Escribe: Liliana Olivero
Legisladora Izquierda Socialista – Desde Cochabamba, Bolivia
La llamada Cumbre de los Pueblos por el Cambio Climático fue convocada por el gobierno de Evo Morales. Llegaron a Cochabamba, para participar de la misma, más de 10.000 personas, entre bolivianos y extranjeros, para discutir alternativas frente a la crisis ambiental.
El gobierno boliviano ha propuesto demandar a los países imperialistas que reduzcan las emisiones de CO2 -dióxido de carbono-, que paguen la deuda ecológica (por haber emitido durante años el 75% mundial del mismo) con una compensación a los países pobres, la creación de un Tribunal de Justicia Climática y la realización de un “referéndum mundial” para decidir sobre estas cuestiones.
Estos reclamos son justos. Pero eluden el principal problema climático que afronta la humanidad, que no es un problema de gases CO2, sino algo mucho más “sólido”: el capitalismo imperialismo con sus transnacionales, bancos e industria militar. Este capitalismo global es el que depreda los suelos mediante la agroindustria basada en el monocultivo para exportación y los agroquímicos, destruyendo bosques y exterminando especies completas. Es también el que produce catástrofes ambientales con las minas a cielo abierto, que logramos se prohibieran en Córdoba mediante la movilización popular, pero que siguen dañando al resto de Argentina y Latinoamérica. En Bolivia esto es muy grave en los casos de Coro Coro y la mina San Cristóbal (transnacional Sumimoto), que están causando un tremendo daño ambiental consumiendo el agua que no pagan, en una zona ya muy seca. En San Cristóbal se está produciendo en estos momentos una movilización de las poblaciones vecinas, con cortes de caminos y del ferrocarril, en reclamo contra esta destrucción ambiental. Por su parte, terratenientes del oriente del país han deforestado millones de hectáreas para sembrar soja para exportación.
No se puede impedir la depredación ambiental, que va unida a la social, si no se liquida el poder de las transnacionales y los terratenientes nacionales, que, cada vez más, son también una sucursal del capital multinacional. Y esto tampoco se soluciona con un “Tribunal de Justicia Climática” o reclamándole a los países imperialistas que indemnicen por lo que hicieron. La única forma para que eso ocurra es quitándole las tierras, propiedades y empresas en América Latina, Asia y Africa, que pertenecen a los pueblos, son riquezas naturales y fueron construidos con el esfuerzo de los trabajadores.
Debate central
Este debate es central para la Cumbre. Sin embargo, el gobierno de Evo Morales se ha negado a incluirlo en el temario de las 17 mesas oficiales. Por eso un importante grupo de organizaciones bolivianas, con el apoyo de representantes de distintas organizaciones internacionales, decidió formar la “Mesa Popular 18”, que está discutiendo el rol de las transnacionales en el desastre ambiental.
El gobierno se opuso e hizo una gran campaña contra le Mesa 18. Evo Morales personalmente la denunció por “tratar de hacer otro evento paralelo”, señalando que es un “debate de carácter internacional, no es un debate para un problema nacional”. ¡Como si los problemas de la minería a cielo abierto, deforestación o envenenamiento de los ríos fuesen solo de Bolivia!
Varios de los participantes de la Mesa 18 denunciaron que este afán del gobierno de Evo Morales para que no se discuta la cuestión de las transnacionales en Bolivia, encubre su política de considerarlas “socias” del desarrollo nacional.
Participé de la Mesa 18 y realicé un llamado en nombre de Izquierda Socialista de Argentina a la unidad de los trabajadores, sectores populares y organizaciones indígenas, es decir, a la unidad por encima de las fronteras, para luchar por expulsar a las transnacionales, expropiando sus bienes para fundar empresas nacionalizadas bajo control de los trabajadores.
Lamentable discurso de Evo
En la apertura de la Cumbre, realizada en un estadio ante unas 10.000 personas, una masiva chiflatina a la representante de la ONU, a quien le gritaban “mentirosa”, marcó el ánimo antiimperialista de los asistentes. Evo condenó al capitalismo. Pero muy lejos de plantear la confiscación y expulsión de las multinacionales, se dedicó a “explicar” algunos problemas que, según él, causa el capitalismo. Uno de los ejemplos fue la utilización de hormonas en la alimentación de los animales. Evo dijo que “comer pollo puede provocar desviaciones sexuales” (¿?) y que, por esos alimentos con hormonas, había muchos europeos calvos (¡¡¡!!!). Gran parte de la concurrencia se retiró antes que terminara su discurso.
El socialista 21/04/10