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“Se debe llegar a una justicia completa y lo vamos a hacer”

Entrevista a Sandra Rodríguez, esposa de Carlos Fuentealba
“Se debe llegar a una justicia completa y lo vamos a hacer”
Elio Brat
Rebelión
fuentealba 1El pasado 4 de abril se cumplieron tres años del asesinato en Neuquén del maestro Carlos Alberto Fuentealba. Luego de encabezar ese día una marcha en la capital neuquina de siete mil personas que siguen reclamando justicia por la muerte de su esposo, Sandra Rodríguez de Fuentealba rompió un silencio que lleva varios meses, en lo que ella misma definió como que “llegó el tiempo que debo hacer el duelo por Carlos”. La fuerza que le dan sus hijas adolescentes para no caerse día a día; la certeza de ver, mas temprano que tarde, a los que indica como los verdaderos asesinos de su marido “condenados y en la cárcel” y los que ella misma rescata en el debe y el haber de estos tres años de caminar el país exigiendo que no haya impunidad en el caso Fuentealba, son los puntos más destacados del diálogo con Rebelión que esta maestra de escuela primaria mantuvo en su casa de Neuquén capital.

– En el acto por el tercer aniversario del asesinato de Carlos dijo que se llamó a silencio en estos últimos tiempos porque llegó la hora de hacer el duelo por su esposo. ¿Qué siente luego de estos tres años sin su Compañero?

– La pérdida de Carlos fue y es irremediable. Mi silencio es porque me estoy cuidando y porque en estos momentos estoy transitando el duelo más íntimo…Cuando uno decide luchar, como lo hice yo desde ese mismo 4 de abril, es difícil respetar los tiempos interiores, pero es tarea de una misma la de fortalecerse día a día. En el acto por el tercer aniversario dije que ni Carlos ni yo somos objetos políticos, sino sujetos políticos. Y como tal, necesitamos respeto y no olvido. Eso es lo que siento.

– En el mismo acto rescató mucho a sus hijas, Camila y Ariadna…

– Mis hijas son las que me levantan cuando me caigo. Ellas son dos mujercitas con criterios propios y fueron ellas, verdaderamente, las que me llevaron a estar este 4 de abril frente a la gente en Neuquén. Porque hay algo que siempre a mí me quedó claro: tanto ellas como yo decidimos vivir. Y Camila y Ari viven con mucha valentía el tiempo que les ha tocado, llevando siempre la bandera más digna y honesta de Carlos, su padre. Pero lo que más rescato de ellas es que tienen luz propia. Y eso es muy importante para mí y también para Carlos.

Siempre dijo que esta es una batalla contra la impunidad y que si se logra justicia por el asesinato de Carlos, se pueden llegar a abrir otros casos similares en el país. ¿Porqué?

– En la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy es necesario abrir la puerta y persistir a fondo con la justicia completa. Teniendo un caso como el de Carlos, en el que hayamos hecho posible condenar las responsabilidades políticas que hubo con sus autores materiales e ideológicos, pienso que con eso se reabrirán muchas otras causas de asesinatos políticos en democracia… Y esto me parece muy coherente con los juicios y la cárcel a los genocidas de la dictadura que se están dando en varios lugares del país, entre ellos Neuquén.

– Desde abril del 2007 no pudo volver a un aula para dar clases en Neuquén. ¿Algún día va a poder volver a trabajar en una escuela? – Nunca pierdo la esperanza de volver… Estoy con tratamiento psicológico para ver como puedo resolver esa cuestión, porque en lo personal es un aspecto muy bloqueado desde ese momento. Pero algo tengo muy en claro: amo y amé siempre la docencia. Eso nunca va a cambiar.

El ex cabo Darío Poblete, asesino material de Carlos, está en la cárcel desde julio del 2008. ¿Qué rescata del juicio que se hizo y donde se lo condenó a perpetua?

– Poblete tiene sentencia firme y el pedido que sigo haciendo es que se cumpla en una cárcel común. Lo más importante del juicio donde se lo condenó fue que allí se sentaron las bases de las pruebas para lo que nosotros llamamos la causa Fuentealba II. Allí hay quince policías imputados en el asesinato, como los ex jefes Soto y Zalazar, el comisario Rinzafri y el subsecretario de Seguridad Pascuarelli, Todos ellos son los que ejecutaron y ordenaron el operativo que hizo posible que mataran a Carlos. Operativo que Jorge Omar Sobisch planificó y donde dio órdenes precisas para todo lo que se hizo en ese lugar y en el momento que reprimieron a mis compañeros y mataron a Carlos.

– ¿Porqué piensa que hay tantas trabas para que se lleve a cabo un segundo juicio, el llamado Fuentealba II?

– Las trabas en el avance de la causa donde se debe juzgar a los responsables políticos e ideológicos del asesinato de Carlos se deben entender en que no existen en Neuquén fiscales independientes y mucho menos honestos y con principios. Este es por ejemplo los casos de los fiscales (Alfredo) Velazco Copello y también el de (Ignacio) Di Maggio, quienes no plantean mayores cambios para que esta causa avance como debe avanzar. Además, lo que se necesita son jueces valientes… Para eso, el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén debe resolver urgentemente si me da el derecho a presentar una línea de investigación propia o si se va a seguir legalizando la impunidad en este asesinato público que ocurrió en Arroyito. Con todo, quiero rescatar que en la causa de Plaza Huincul, donde hubo una zona liberada para que atacaran a mis Compañeros docentes en el año 2006, existe un juez que sigue a fondo las investigaciones y en estos días ha imputado a Jorge Sobisch en esa causa, rechazando la absolución que había pedido para el ex gobernador el fiscal Di Maggio… Esto es valiente y esto es lo correcto que se debe hacer. Finalmente eso es hacer justicia.

– ¿Usted cree que Sobisch y otros funcionarios de su gobierno, junto a los 15 jefes policiales serán finalmente llevados a juicio?

– Estoy convencida que en la causa de Carlos serán imputados los policías, Sobisch y todos los funcionarios que actuaron ese día en la ruta. No sólo eso, sino que tengo la certeza de que serán condenados como Poblete.

– Tomando como referencia a los tiempos del ex gobernador Sobisch ¿la justicia cambió algo en Neuquén en estos días?

– Algunos personajes de la justicia sobischista se han ido, pero aún no se produjo el verdadero y necesario cambio, porque el ex gobernador sigue con sus redes, comprando su impunidad. Pero yo confío en que el Tribunal Superior defina próximamente a favor de lo que nosotros como querella reclamamos.

– A tres años del hecho y con todas las cosas que han sucedido en el medio ¿a quién o quienes Usted pone en la lista de los reconocimientos y agradecimientos? ¿Y a quién o quienes en la lista de las asignaturas pendientes?

– Agradezco a todos los que se transformaron a partir de lo que pasó ese 4 de abril del 2007. A los testigos de la causa y a los que siguen comprometidos con ella. A los que no son mezquinos y a todos los que tienen memoria. A los que nos quieren en el respeto. A los que no le es indiferente la vida ni la muerte. A los que construyen la justicia, estén donde estén, y por ende la democracia y la unidad de los trabajadores. Los que son lo contrario a todo lo que dije anteriormente y están dispuestos a la opresión, a la corrupción, a la coima, a el crimen organizado y los que nos dividen, sepan que son mis enemigos y también de Carlos. Lo fueron siempre, mucho antes de lo que pasó el 4 de abril del 2007 en Neuquén. Porque verdaderamente son enemigos de un pueblo, nuestro pueblo, que no olvida y clama justicia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

05/05/10