Preparan un tarifazo contra el pueblo
El gobierno avanza en el recorte de subsidios. Con un doble discurso está preparando el terreno para un aumento de tarifas a trabajadores y demás sectores populares. Hay que evitar un nuevo tarifazo.
Escribe: Juan Carlos Giordano
Las boletas de agua, luz y gas para Capital y Gran Buenos Aires han llegado este mes sin aumento. Pero dejará de ser asi en los próximos. El gobierno está usando el apoyo popular del 54% para avanzar aceleradamente en la poda de subsidios abriendo las puertas para una suba de tarifas al pueblo.
En diciembre, quienes vivan en barrios ricos (sin discriminar), van a sufrir los aumentos. Los cuales se van a extender a trabajadores y demás sectores populares a principio de 2012. Y para febrero-marzo del año que viene vendrán las subas en el transporte. Mientras en el interior del país se preparan nuevos aumentos.
Lo que antes ponía el Estado, ahora lo tendrán que cubrir los trabajadores, la clase media y demás sectores populares. Para las empresas privadas de luz, gas y transporte prácticamente no cambiará nada. Trasladarán a los usuarios el valor de la quita en los subsidios y seguirán usufructuando, como negocio, la prestación de los servicios esenciales.
¿A dónde fueron los subsidios en estos años?
Los subsidios no son buenos ni malos. El problema es para qué se usan. El gobierno, lamentablemente, lo vino haciendo en beneficio de multinacionales y privatizadas, mientras le negaba el 82% a los jubilados.
El kirchnerismo vino subsidiando la luz, el agua y el gas a los bingos, casinos, hipódromos, telefónicas y petroleras por 600 millones anuales… ¡mientras jubilados y desocupados los pagaban! Lo mismo hizo beneficiando a empresas aceiteras, agroquímicas, productoras de biocombustibles y procesadoras de gas, por otros 3.500 millones. Por otra parte, vino volcando estos y otros subsidios millonarios a las privatizadas -TBA, Edenor, Edesur, Metrogas, Metrovías, entre otras- con el fin de mantenerles las ganancias igual que en la década menemista.
Estos subsidios -que subieron un 1.200 por ciento entre 2005-2010-, encima, se dieron sin control y permitiendo servicios deplorables. Ahora se quitó parte de ellos a empresarios y ricos (ahorrando $ 5.000 millones), pero como el recorte tiene que llegar a 30.000 millones, las mayores subas serán descargadas sobre las espaldas de los sectores populares.
Una salida de fondo: reestatizar a las privatizadas
Los socialistas estamos a favor de subsidiar los servicios esenciales y el transporte para que sean eficientes y lleguen a todos los sectores populares. Pero no a las patronales. El agua, la luz, el gas o el tren tienen que dejar de ser una mercancía que enriquezca a las corporaciones. En estos años las privatizadas no invirtieron un peso, las obras de mantenimiento y refacciones las tuvo que afrontar el Estado, mientras viajamos como ganado, sufrimos apagones y nos estamos quedando sin petróleo y gas.
¡Fuera Repsol, Edesur, Edenor y Metrogás! Hay que reestatizar esas empresas y ponerlas a funcionar bajo control de trabajadores y usuarios. Con esta medida, lo que hoy se usa en subsidios a las empresas sería 100 % para el pueblo. Solo así podremos lograr tarifas accesibles y servicios dignos para las amplias mayorías. Construyendo obras, fomentando inversiones y capacitando a personal para recuperarlas para el pueblo.
Lamentablemente no es esto lo que ha hecho el kirchnerismo en estos años. Todo lo contrario. Mientras esto no ocurra, nos oponemos a que se suban las tarifas al pueblo.
Hay que rechazar los aumentos que se vienen
A medida que se van conociendo los anuncios oficiales aumenta la preocupación popular. Esta semana todos estamos intimados a aceptar “voluntariamente” el retiro del subsidio. ¡Que lo hagan los funcionarios del gobierno que viven en Puerto Madero y los ricos! ¡No los trabajadores!
Luego vendrán las declaraciones juradas para que digamos si queremos que se mantenga o no. Por otra parte se dice que estarán exentos quienes cobren la jubilación mínima, la Asignación por Hijo o presenten un certificado de indigencia. Pero nada está claro. Lo cierto es que tras el discurso oficial de que esta vez los aumentos serán graduales y que el esfuerzo tenemos que hacerlo “entre todos”, están preparando un tarifazo. El cual, si pasa, generará más inflación y un nuevo ataque a los salarios, jubilaciones y planes sociales.
No hay que dejarse engañar. Y prepararse para enfrentar los aumentos de tarifas que se vienen. Abriendo el debate en lugares de trabajo y barrios. Reclamando aumento de salarios y luchando por medidas de fondo (ver Editorial). Para que esta vez las repercusiones de la crisis mundial la paguen los capitalistas que la provocaron, no los trabajadores y el pueblo.
Edesur
Provee electricidad a la zona sur de la Capital y a 12 partidos de la provincia de Buenos Aires, por un total de 3309 kilómetros cuadrados.
El 56 % de su capital es propiedad de Distrilec Inversora S.A. (recientemente adquirida por la italiana Enel). El 20,8 % pertenece a la empresa chilena Chilectra S.A., 16 % a la empresa chilena Enersis S.A. y 6,2 % a la hispano-italiana Endesa Latinoamericana S.A.
Edenor
Distribuye electricidad en forma exclusiva en el noroeste del Gran Buenos Aires y en la zona norte de la Capital, una superficie de 4.637 kilómetros cuadrados.
El 51,5% es de Pampa Energía S.A.
Metrogas
Principal distribuidora de gas de Argentina. Provee el servicio a 2.000.000 de hogares.
El 70% pertenece al Consorcio Gas Argentino S.A. (55% del BG Group-inglés y 45% de Repsol- YPF)
Edelap
Proveedora de electricidad en los partidos de La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen, Magdalena y Punta Indio.
90% perteneció a la Corporación yanqui AES (uno de los más grandes monopolios energéticos del mundo). En noviembre fue vendida al grupo Power Infrastructure, compañía liderada por el empresario venezolano Miguel Mendoza y el argentino Alejandro Ivanissevich, de buena llegada al gobierno nacional.
El Socialista 23/11/11