La Rebelión del Año en EE.UU.
«Ocupemos Wall Street»
Luis Aguilar
Rebelión
Cuando alrededor de dos centenares de manifestantes intentaron tomar las calles aledañas a la Bolsa de Valores de Nueva York, el pasado 17 de septiembre del 2011, para protestar contra el poder corrupto de Wall Street que ha socavado la vida de millones de personas en los Estados Unidos —y el planeta—, casi nadie creía que esa día sería la fecha del nacimiento de una masiva Rebelión Yanqui conocida ahora como «Ocupemos Wall Street». Un alzamiento popular que, como escribimos en su momento, no tiene fecha de expiración. Uno de los primeros aciertos tácticos de este movimiento fue ocupar inmediatamente el Zuccotti Park, el mismo 17, cuando la policía de la Ciudad de Nueva York se adelantó a sus planes y cerró las calles aledañas a Wall Street, para que los manifestantes no cerraran el ingreso a la Bolsa de Valores. Desde entonces el parque, que está a dos calles de Wall Street y fue renombrado como el Parque de la Libertad, se convirtió en una especie de cuartel general del movimiento y un eje de atracción para los medios de comunicación. Desde entonces, «Ocupemos Wall Street» comenzó a invadir la atención y la conciencia de los norteamericanos.
En un principio los «eruditos» del establishment y los medios «prestituídos» le daban poca vida a este movimiento y hasta tuvieron la osadía de compararlo con el «Tea Party» —un movimiento fabricado con recursos económicos y mediáticos de la extrema derecha—, sin entender que en el corazón de este movimiento está la «Generación Perdida» de los jóvenes norteamericanos entre los 20 y 30 años de edad que no tienen nada que perder —porque bajo el actual sistema todo lo tienen perdido— y ellos parecen estar dispuestos a todo para revertir su oscuro destino de una Nueva Época Feudal. En este contexto, es preciso entender que la «Generación Perdida» es un sector de la población que a causa de la desindustrialización de los Estados Unidos, el endeudamiento y, por ende, la pérdida de las oportunidades económicas y sociales que tuvieron sus padres y abuelos —sumado a la Nueva Gran Depresión del siglo XXI—, hoy enfrentan el destino de vivir como en cualquier país del Tercer Mundo, a merced de una pequeña élite plutocrática que —con la sumisión de un poder político corrupto que juega a favor de sus amos— controla sus vidas. Así —como lo trabajadores de la Gran Depresión de 1930’s, que estaban en la pobreza extrema y no tenían nada que perder, pero que tomaron la decisión de organizarse a través de movimientos sindicales que obligaron a F.D. Roosevelt a redactar un Nuevo Contrato Social, que fue la base para la creación de la nueva clase media estadounidense desde la década de los 1940’s hasta 1970’s— la «Generación Perdida» enfrenta un reto monumental pero no imposible porque, según lo han demostrado, su espíritu de lucha es indesmayable. Tras ser desalojados del Zuccotti Park, el movimiento no ha perdido su fuerza, al contrario, las réplicas del mismo en casi todos los estados de la Unión Americana es una clara demostración de que el movimiento —particularmente su mensaje del 99% vs. 1%— se ha impregnado en el pueblo norteamericano.
El futuro
Sin embargo, hoy en día aún un vasto sector del 99% —que a toda costa, por razones personales o familiares, quiere mantener la ilusión en que vive— está aún al margen de una participación más activa en la Rebelión Yanqui. Pero todo es cuestión de tiempo, porque las causas de la rebelión seguirán empeorándose en los años por venir, como lo advierte el Laboratorio Europeo de Anticipación Política / Europa 2020 (que en el 2006 predijo con bastante acierto la crisis del 2008 y sus consecuencias futuras), por lo que «Ocupemos Wall Street» tiene «un buen futuro por delante ya que la cólera del 2011 se transformará en la rabia del 2012/2013». Hace más de un siglo, la Revolución Rusa de 1905 fue una onda de masivas revueltas sociales y políticas, pero no fue hasta una docena de años después que dicha revolución triunfó. Sin embargo, como advierte el profesor Immanuel Wallerstein, en el proceso de cambiar el actual Sistema Mundo Capitalista a otro aún desconocido, cabe la posibilidad de que caigamos en uno peor que el actual, y eso es lo que quieren los Amos del Universo: Una Nueva Edad Feudal, de amos y siervos.
No obstante, conforme vaya evolucionando la crisis y nuevas generaciones vean el futuro incierto que les espera —al margen de los que hoy tienen algo y lo pierdan en el futuro—, es posible que ocurra una transformación aún hoy impensable: Un nuevo Sistema Mundo basado en una conciencia humanista colectiva, en la solidaridad, en la justicia real, en la ética, en la moral y, no menos importante, en el cuidado de nuestro ya soterrado planeta. Todo dependerá de todos y cada uno del 99%.
Reblion 30/12/11