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Megaminería ¡Basta de saqueo!

 Megaminería ¡Basta de saqueo!

Por:  Liliana Olivero (legisladora del Frente de Izquierda y los trabajadores, de Izquierda Socialista)

 

Está en curso una gran protesta nacional contra la mega minería contaminante y en defensa de nuestros recursos naturales. Un claro saqueo capitalista que en estos años se ha profundizado.
Millones defienden los recursos naturales. Porque saben que la mega minería no trae desarrollo ni trabajo. Los ejemplos abundan, tanto en Argentina como en otros países

Después de doce años de robarse el oro y cobre de Catamarca, la minera La Alumbrera no dio más empleo ni bienestar. Peor aún. En esa provincia creció la indigencia. Solo está dejando contaminación y muerte, utilizando 66 mil litros de agua por minuto. Y la Barrick, en Veladero, San Juan, de la mano del gobernador K José Luis Gioja, no cumple con las leyes laborales, hace trabajar a sus empleados doce horas por día durante quince días corridos y ni siquiera considera que la actividad es insalubre. Tampoco en San Juan bajaron los índices de pobreza.

Además, la mega minería se lleva todo el agua. Los departamentos sanjuaninos cercanos a las minas de la Barrick desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche solo tienen agua para consumo humano, no para lavar o regar cultivos, disposición del gobierno sanjuanino para satisfacer los requerimientos de la multinacional.

La complicidad de los Kirchner

Bajo el gobierno justicialista de los Kirchner la explotación minera subió casi un 1.000 % a raíz de la “fiebre del oro”. Un gran negocio capitalista, ya que dicho metal pasó de valer 330 dólares la onza en 1993, a 1.650 dólares hoy. En los próximos cuatro años se van a realizar once nuevos proyectos mineros.

Mientras el kirchnerismo critica las políticas de los ´90, mantiene las leyes mineras menemistas que permiten el saqueo, como el Código Minero, eximiendo a las multinacionales de impuestos y permitiéndoles que se lleven el 100% de las divisas por exportaciones al exterior, entre otros privilegios.

Recordemos cuando Cristina Fernández vetó la Ley de protección de los Glaciares. Recientemente, su Secretario de Ambiente y Derecho Sustentable ha dicho que “la minería no es un demonio”. Algo parecido señaló el actual Jefe de Gabinete, Abal Medina. El gobernador de San Juan llegó a comparar a los ambientalistas con Hitler para encubrir que el fundador de la Barrick es un multimillonario relacionado con el tráfico de armas y aliado de Bush.

Pero esto no queda aquí. Una reciente información indica que la multinacional canadiense Osisko -que se quiere quedar con el Cerro Famatina-, fue denunciada por estar relacionada con petroleras que operan en las Malvinas, como la Desiere Petroleum Plc, Rockopper Exploration, Falkland Oil and Gas y otras, mostrando la trama del saqueo a través de intereses minero-petroleros y su vínculo con el gobierno de turno. Saqueo que queda claro si decimos también que Repsol-YPF se está llevando todo el petróleo y el gas, dejándonos prácticamente sin reservas. Por eso Argentina es la niña mimada de la industria minera mundial. Empresas de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia, Suiza, Sudáfrica y Japón tienen emprendimientos a lo largo de los cinco mil kilómetros de cordillera. Muchas de ellas vienen al país corridas por los severos controles de sus países de origen, tomando a Latinoamérica toda para el saqueo (ver recuadro sobre Perú en página 10).

Hay una alternativa a la mega minería

La minería es una actividad muy antigua como tantas otras. La sal, arena y roca provienen de ella, no necesariamente extraídas con material contaminante. Si nos oponemos al saqueo de la mega minería, qué quiere decir ¿que somos fundamentalistas que nos oponemos al progreso? Nada que ver. Nos oponemos a la minería metalífera a gran escala, con uso de cianuro y voladuras de montaña a cielo abierto que va contra el derecho humano esencial, que es el derecho a la vida.

Por eso la tarea principal pasa por expulsar a las multinacionales imperialistas y depredadoras, anular toda la legislación minera (para que el Estado sea el dueño irrenunciable del oro y demás reservas y recursos minerales) y, fundamentalmente, garantizar que dicha actividad se haga en forma sustentable a cargo del Estado Nacional, bajo control de los trabajadores mineros, técnicos y especialistas y en consulta entre todas las comunidades afectadas. Como en su momento fue la mina de Río Turbio o Sierra Grande. Creando una empresa estatal que tenga el monopolio de la extracción y producción de minerales, dando trabajo genuino y ponerla al servicio de la producción nacional, no para el negocio de las multinacionales.

Mientras tanto hay que apoyar la lucha en curso. Redoblando el apoyo a Famatina y a todos los que se movilizan en el país. Llamando a una marcha nacional unificada a Plaza de Mayo para exigir que se ponga fin al saqueo.

Solidaridad en Cosquín

Raly Barrionuevo y León Gieco
Los músicos Raly Barrionuevo y León Gieco se solidarizaron en el festival cordobés con la lucha de Famatina. También lo hizo el dúo Coplanacu. El primero señaló: “Se mata a los campesinos como Cristian Ferryera asesinado por empresarios sojeros y se mata a la gente con cáncer de cianuro allá arriba. Pero el Famatina va a seguir resistiendo…”, mientras Canal 7 cortó abruptamente la transmisión. Por su parte, León Gieco dijo: “esto de las minas viene enganchado a la época del menemismo…”.

Gioja: ¡la Barrick es Hitler!

El gobernador de San Juan llegó a comparar a los ambientalistas con Hitler. Todo para encubrir que el fundador de la Barrick, Peter Munk, es quien impone prácticas nazis donde radica su multinacional saqueadora. Veamos dos casos denunciados en el libro de Bonasso, El Mal.

1-Tanzania, Africa. En agosto de 1996 se produjo una masacre en tierras de una subsidiaria de dicha empresa. Unos 50 mineros artesanales fueron enterrados vivos y más de 400 pobladores que vivían de la extracción de oro de pequeñas minas fueron obligados a emigrar para que la compañía pudiera explotar a gusto. La minera prometía trabajo. Hoy Tanzania es el décimo país más pobre del mundo, la expectativa de vida es de 51 años y el promedio salarial es de un dólar por día.

2-Nueva Guinea, Oceanía. La Barrick perpetró nuevas violaciones a los derechos humanos. También expulsó a campesinos y mineros artesanales, quemó sus chozas, asesinó, violando en grupo, especialmente a las mujeres por parte de su policía privada. Todo contra quienes iban en busca de una pepita de oro para comer. Efectivos de la asesina Escuadra Móvil se alojaban y comían en generosas instalaciones de la empresa canadiense.

“La violación en grupo es un hábito cultural”, dijo Peter Munk. No es casualidad, por ello, que George Bush padre haya sido uno de sus accionistas. Gobernador Gioja, ¿quiénes son los fascistas?

El show debe continuar

Ante los accidentes donde murieron obreros, la Barrick tapó todo. Lo primero que mandó hacer fue sacar la caja negra del camión cuando se mataron dos trabajadores. Estos denuncian: “Allí no se para nunca. Ni en Navidad, ni en Año Nuevo. El show debe continuar […]

[…] Cuando usted vive a más de 4.000 metros de altura no duerme, no descansa. Nunca logra conciliar el sueño por más de 4 o 5 horas, porque el vivir y dormir en la altura causa trastornos físicos: su corazón late más fuerte, le duele permanentemente la cabeza porque no es que falte, se expande el oxígeno. Cambia el metabolismo…

En la Barrick de San Juan se trabajan 12 horas por día, durante 15 corridos, la actividad no está catalogada de insalubre aunque el sílice revienta los pulmones y no hay derecho a agremiarse.

El robo del agua

Los defensores de la minería a cielo abierto dicen que consume poco agua. Aún con las cifras oficiales de 110 litros por segundo para Veladero y 360 para Pascua Lama, usan 500 litros por segundo. Lo que consume toda la capital de San Luis.

Repudio a amenazas contra Bonasso

Miguel Bonasso (autor del libro El Mal, contra la Barrick) denunció que fue amenazado luego de participar en un programa televisivo denunciando la minería a cielo abierto. Atribuye las mismas a sus denuncias contra la multinacional canadiense, en especial a Rubén Bufano, ex integrante del Batallón 601, quien ha trabajado haciendo inteligencia para esa empresa, denunciado en su libro.

Nos solidarizamos con Bonasso y repudiamos a estas prácticas de la multinacional protegida por el gobernador kirchnerista de San Juan, José Luis Gioja.

El Socialista 01/02/12