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Reestatización bajo control de trabajadores y usuarios

La única salida

Reestatización bajo control de trabajadores y usuarios

Edgardo Reynoso

 

Escribe:  Edgardo Reynoso
Cuerpo de Delegados y Comisión de Reclamos – TBA línea Sarmiento

La masacre de Once provocó tal nivel de repudio que puso en crisis al propio gobierno, donde hay sectores en su interior que piden cambios y empiezan a proponer “salidas alternativas”. Pero detrás de ellas se esconde el famoso “cambiar algo para que todo siga igual”. Surgen rumores de una supuesta “intervención” a la empresa por parte del mismo gobierno que vino siendo cómplice de todo esto, pero Cirigliano seguiría siendo el dueño de la concesión y embolsándose las millonadas de subsidios y cobro de boletos.

También es posible que al gobierno no le quede otra que rescindir el contrato de TBA. Esto es lo que debe suceder, pero de esa forma sólo llegaríamos a la mitad del camino. La pregunta que sigue es: ¿quién se hace cargo de la gestión?

Cuando en 2004 se le rescindió el servicio a Taselli por las líneas Roca y San Martín, se entregó la administración a una entidad creada a tal efecto, llamada Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE) integrada por los dueños privados de Metrovías, Ferrovías y la propia TBA . Por lo tanto, entregarle TBA a la UGOFE, sería entrégasela al mismo Cirigliano. Pero tampoco sería una salida que se invente un nuevo engendro y se le otorgue la concesión a alguno de los otros operadores privados: la realidad es que el servicio es paupérrimo y peligroso en todas las líneas. Igual que los trenes operados por la SOFSE, que opera servicios de larga distancia -como el tren a Mar del Plata- y está en manos de los burócratas socios de Pedraza de la Unión Ferrovaria y La Fraternidad.

El ferrocarril es un servicio público esencial, no puede estar sometido a la lógica de la ganancia empresarial. Por eso, como sucede con muchísimos de los servicios ferroviarios más prestigiosos del mundo, debe ser estatal. La reestatización implica también que la millonaria masa de recursos en subsidios que hoy se llevan los pulpos privados como Cirigliano se vuelque efectivamente a garantizar la seguridad del servicio, a mejorarlo, modernizarlo y extenderlo. Y en el caso de TBA, estamos reclamando que la reestatización sea sin indemnización, a quien habría que embargarles todos sus empresas y bienes para que paguen con su patrimonio el enorme daño ocasionado en todos estos años.

Pero no queremos una “estatización” que termine entregándole la gestión a algún burócrata oficialista que lo use para su propio enriquecimiento o para financiar su agrupamiento interno. En concreto, no queremos que el ferrocarril se transforme en una nueva Aerolíneas Argentinas, con servicios deplorables mientras es utilizada como caja privada de La Cámpora.

En el caso ferroviario, también tenemos los ejemplos de las pésimas gestiones inmediatamente anteriores a la privatización de 1994, que ayudaron al vaciamiento y dieron los argumentos sobre la “ineficiencia estatal” que usó el menemismo para la privatización.

Afirmamos que un ferrocarril estatal y eficiente, con profundo sentido social y al servicio del desarrollo del país, sólo es posible si lo administramos los propios trabajadores con las organizaciones de usuarios. Tenemos miles de obreros, técnicos, profesionales y empleados altamente capacitados formados en décadas de historia ferroviaria. Muchos de ellos son los que dan peleas al desastre de las privatizadas desde adentro de las empresas. Otros fueron despedidos con las privatizaciones y habrá que reincorporarlos. Sólo una gestión controlada por los propios trabajadores tendría la capacidad de garantizar que una formación sólo sea puesta en servicio si cumple todos los estándares de seguridad, reclamando que esa atribución nos sea otorgada desde ahora, para decidir, en vez que seamos sancionados.

En el caso de TBA-Sarmiento, todos sus trabajadores, con nuestro cuerpo de delegados dimos sobradas muestras de tener los conocimientos, responsabilidad, capacidad y decisión política para poder llevar adelante la gestión, administración y control de los mismos. Reestatización que tendría que darse para todo el sistema ferroviario.

La reestatización de TBA y de todos los ferrocarriles bajo control de trabajadores y usuarios será el primer paso para reconstruir un servicio del que los argentinos supimos estar orgullosos, para hacer realidad el compromiso que asumimos, de pelear por “un ferrocarril al servicio del pueblo”.

El Socialista 28/02/12

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