1974-1975: El Villazo, el Peronismo y la Triple A
Por Carlos Petroni
Los colaboradores sindicales de la “Operación Serpiente Roja” en Villa Constitución. En 1975, Lorenzo Miguel (UOM, cabeza de las 62 Organizaciones); el Ministro de Trabajo de Isabel Perón, el burócrata sindical de Centenera, la fabrica de Bunge & Born, de la UOM, Ricardo Otero y el dirigente burócrata metalúrgico Alberto Campos, salen de una reunión con el Ministro de Defensa Adolfo Savina e informan a la prensa de los resultados de la operación paramilitar y terrorista contra los trabajadores de Villa Constitución llamada “Serpiente Roja”. En la misma fueron asesinados docenas de militantes sindicales y encarcelados más de 500. Los “dirigentes” en la foto caratularon la operación como “antisubversiva” para acabar con una campaña destituyente contra el gobierno de Isabel Perón, a lo que era una lucha de los trabajadores de Villa Constitución dirigida por la dirección de la seccional local de la UOM.
Disponen Cesantías… Corren los primeros meses de 1975. La burocracia sindical avala la represión, los despidos de activistas y el uso de la Triple A, el terrorismo de estado, contra los dirigentes democráticos, clasistas y combativos de la clase obrera. En la Fábrica Ford, la burocracia sindical avala el despido de 292 trabajadores, los más combativos de la fábrica y la ilegalización de la huelga. Este recorte de diario de la época informa que José Rodríguez, Secretario General del SMATA avala las medidas contra los trabajadores de la patronal y llama a los activistas “grupos minoritarios de subversivo.” Se reúne con el Ministro de Trabajo, el burócrata de la UOM Ricardo Otero que declara la huelga ilegal y aprueba todo lo actuado por la patronal. José Rodríguez fue hasta hace poco dirigente del SMATA y ha sido reemplazado por un burócrata de su confianza, Pignanielli, aliado del gobierno K. José Rodríguez también colaboró en la represión de la Comisión Interna de Mercedes Benz (casi toda la Comisión Interna fue desaparecida por la dictadura) y sus matones fueron los encargados de aplastar la huelga mas grande de Citroen.
Estos, son solo dos ejemplos de las traiciones de la burocracia sindical en los 70. Ellas son responsables de la acción de la Triple A, del asesinato de numerosos dirigentes obreros y la desaparición de otros tanto bajo el gobierno de Isabel Perón, como bajo la dictadura militar.
Advertencia contra “perturbadores” de las 62 – Comunicado de la época de las 62 organizaciones caratulando toda oposición a ellas o demandas hechas por fuera de los acuerdos de la CGT-62 con Isabel Perón, “actos de perturbación”. Estas amenazas eran seguidas a menudo por ataques violentos contra activistas sindicales.
La CGT y las “62” condenan a la subversión – Un comunicado de ambas organizaciones de la época. Eran incesantes. Tanto las direcciones nacionales como las locales se pronunciaban a diario condenando a la “subversión” que para ellos eran los activistas y delegados obreros que luchaban por aumentos de salarios o mejores condiciones de trabajo por fuera de su dominio. Incitaban a la represión estatal y, muchas veces, ellos mismos la ejecutaban.
Acusar de subversivos a los partidos de izquierda que apoyan las huelgas – Aquí un ejemplo, la solicitada de los interventores de la seccional Villa Constitución de la Unión Obrera Metalúrgica en marzo de 1974, acusando al Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Poco después esa intervención fue barrida por un movimiento masivo de los trabajadores de ACINDAR y otras fábricas del gremio.
Los viejos y nuevos traidores – Lorenzo Miguel, Ubaldini, y colgado de Miguel un burócrata que entonces apuntaba (la foto es de 1983) y que llegaría también a Secretario General de la CGT. Todos, rodeados por matones armados.
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